"Mi sueño es el de la patria, el pan y la justicia para todos los españoles, pero especialmente para los que no pueden congraciarse con la patria, porque carecen de pan y de justicia.". JOSÉ ANTONIO

30 de noviembre de 2010

Leguina y la sensatez en la izquierda

Me producen infinita alergia los sectáreos. Por eso aborrezco a Rodríguez Zapatero y a sus secuaces, pero también a Jiménez Losantos y a los suyos, cuando hacen añicos la ecuanimidad y prostituyen la verdad. Y por eso, cuando leo o escucho a alguien de la izquierda pronunciarse con sensatez vuelvo a creer, sólo por un instante, que España tiene solución. Joaquín Leguina escribió ayer en su blog un artículo titulado "Muerte digna" , del que me gustaría reproducir alguno de sus párrafos:

«(...) Mas, sea como sea, habremos de admitir que el ciclo zapaterista toca a su fin. Lo anunció –de forma subliminal pero certera- el Vicepresidente Primero del Gobierno cuando dijo que dentro del “paquete de leyes” que el Gobierno piensa enviar al Parlamento había que señalar como la principal una destinada a ocuparse de “una muerte digna”.

En el caso de ZP, esa muerte digna se refiere tan solo a su periplo político -el vital será, y eso deseo, largo y tranquilo- porque la máquina del tren zapaterista agotó el carbón hace ya tiempo y empieza a nutrir su caldera –como en la película de los hermanos Marx- con la madera de los vagones. Es hora, pues, de prepararle un funeral de primera donde le despediremos a él y también a sus viudas (de ambos sexos), que son muchas.

Aquéllas y aquéllos que -sin oficio ni beneficio previos- llegaron a la política para hacerse fotos mientras aplaudían las ocurrencias de su jefe, también quienes lo jalearon mientras perpetraba los destrozos característicos en quien creyó que en política valía todo, incluida la destrucción del Estado. En fin, las viudas que rieron las gracias a su jefe y protector mientras desenterraba el más rancio anticlericalismo o metía al país en los más inesperados vericuetos: la España plural, el nuevo Estatuto catalán, el pacto con el nacionalismo periférico de distintos pelajes, a cuyos “éxitos electorales” se ha llegado cabalgando sobre dislates como aquel de la partición de las aguas fluviales nacionales o sobre leyes lingüísticas excluyentes… En fin, todas esas desconsoladas viudas deben partir con él.

Y cuando, ya pronto, llegue la hora de volver a retomar los viejos objetivos de igualdad, de solidaridad, de defensa del bienestar social y vuelvan a utilizarse los viejos métodos de selección interna que sustituyan a la paridad y al amiguismo en beneficio del mérito y la capacidad (que con tanta saña fueron desechados por el zapaterismo)… En fin, cuando suene el gong y haya de elegirse a un nuevo líder que dirija la reparación de la nave y la prepare para una nueva singladura, entonces todos los socialistas –jóvenes, trabajadores de todas las clases y mayores -se han de olvidar de fotogenias y de sonrisas para elegir a una persona solvente que haya trabajado –desde la albañilería a la electrónica- fuera de la política antes de aspirar a dirigir el Partido y el Gobierno de España. Alguien con un fuste personal labrado en la vida “de fuera”. Alguien con sentido de Estado.»

Desde la distancia y en el respeto, ¡chapeau!

LFU

29 de noviembre de 2010

Lo que os perdéis





Ayer, tras asistir de nuevo a la celebración de la eucaristía en la explanada de la Abadía de la Santa Cruz del Valle de los Caídos, me llegó este correo, que no me resisto a reproducir y hago mío (ante su falta de firma), con alguna apostilla, pues coincide con mi reflexión:

Para todos aquellos que no nos acompañais los domingos a las 11,00 en
la Misa conventual de la Basílica de la Santa Cruz del Valle de los
Caidos simplemente os manifiesto que es una pena, que vosotros os lo
perdeis:

Os perdeis la gran espiritualidad que allí se vive en compañía de los magníficos monjes benedictinos. (Resulta emocionante ver la alegría en el rostro de los monjes -algunos de ellos hombres de avanzada edad-, verdaderamente ateridos por el frío, pues no llevan ni guantes, ni gorros, ni abrigo, pero reconfortados por el calor de la compañía de los miles de fieles que les arropábamos.)

Os perdeis gozar de esa Eucaristía bajo la tutela de la gran Cruz del Valle, en ese precioso entorno. (Y con el canto de las vices blancas de la soberbia escolanía del Valle, que estremece ante la cercanía de las nubes)Os perdeis el sentimiento de Comunidad que allí se respira entre todos los asistentes. (Muchos de ellos, personas de muy avanzada edad, a los que no les importó pasar una hora a la interperie, bajo un frío helador.) Os perdeis ofrecer a Dios el fuerte dolor en los pies producto del
intenso frío. (Me atrevo a añadir que también el fuerte dolor de orejas, para los que no las llevaban tapadas.)

Os perdeis el magnífico caldo con el que nos obsequian los monjes al
terminar la Misa. (Aunque va de suyo que nadie acude allí por el caldo, doy fe de que era espectacular, nos calentó las entrañas y nos alimentó de verdad, pues debía llevar cociéndose desde el sábado a mediodía) Y sobre todo, os perdeis la posibilidad de poder participar en un momento histórico, en un hecho decisivo en la defensa de nuestra Fe y nuestra civilización, y la satisfacción y bienestar interior que produce el sentirse con la conciencia del deber cumplido.

No sigamos dormidos y anestesiados, no seamos cómodos, sintamonos realmente libres y capaces de rebelarnos contra lo "socialmente incorrecto".

No confundamos raciocinio e intelegencia con justificacion y cobardía. Si no reaccionamos algún día nos arrepenterimos y entonces las posibles soluciones serán más complicadas e imposibles.

Un fuerte abrazo

LFU

26 de noviembre de 2010

José Antonio, despeinado


Curiosa imagen de José Antonio, despeinado. Si hay algún personaje cuya imagen, congelada por su asesinato a los 33 años, quedó grabada para la posteridad con un peinado perfecto e inamovible, ese fue José Antonio Primo de Rivera.

La circunstancia en la que se tomó la fotografía, además, justificaba el desaliño, pues el fundador de la Falange, que estaba celebrando la primera Junta política de su movimiento en el Parador Nacional de Gredos, acababa de toparse en la recepción con el amor de su vida, Pilar Azlor de Aragón y Guillamas, XV condesa de Luna, XVIII duquesa de Villahermosa, III duquesa de Luna etc., quien acababa de contraer matrimonio con Mariano de Urzáiz Silva y Salazar, XII conde del Puerto -que fue más del agrado de los padres de aquella que el Marqués de Estella- y pasaba en el Parador su viaje de bodas.

(La fotografía está reproducida en el reciente libro de Luis Togores y Gustavo Morales "Falangistas". Ed. La Esfera de los Libros, 2010.
LFU

24 de noviembre de 2010

Sucedió en Madrid y Dios lo hizo


Lo que sigue es totalmente veraz. Es el relato de un sacerdote Carmelita de cómo entre él y Red Madre consiguieron salvar la vida a un niño que iba a ser abortado por una madre angustiada y desesperada. Yo ya soy socio de Red Madre. ¿y tú?


«Es el miércoles 16 de noviembre de 2010. Las doce en punto de la mañana y me dispongo a llevar la comunión a los enfermos que viven cerca de nuestro convento. Voy al Sagrario y llevo al Señor conmigo en el porta viático. Él es el consuelo de los enfermos en el dolor, es la medicina del alma y es mejor tener el alma sana aunque el cuerpo esté enfermo, me digo recordando esta doctrina de Nuestra Santa Madre Teresa. Voy a la calle, recogido, con el Señor en mis manos. Es la hora del Angelus. Está lloviendo, hace frío en Madrid y las hojas caducas de los árboles de nuestro jardín conventual han formado una alfombra al paso del Santísimo en esta otoñada que anuncia ya el cercano invierno. Salgo a la calle y llevo al señor sobre mi corazón, signo de que le quiero llevar dentro del mismo como tesoro en vasija de barro. Pienso todo esto, recogido. Los coches circulan veloces porque la hora punta pasó y ya no hay atascos en la calle Arturo Soria. La vida agitada de la gran ciudad va a su ritmo. A 20 metros del convento hay un semáforo en rojo para los peatones. Hay que esperar. Son pocos los viandantes en esta zona más residencial que de comercios, ajardinada en buena medida.

Una joven espera a mi lado a que el semáforo se ponga en verde y mientras tanto aprovecha para hacerme su pregunta:

Por favor. -¿me puede decir dónde está la clínica del Bosque? (Tiene el acento dulce, propio de los hispanoamericanos. Me quedo mirándole a los ojos unos instantes, con amor grande y no con menos grande tristeza)

Ella refleja la tristeza en su rostro.

Le contesto:

-No vayas, por favor, no vayas.

Ella se ha quedado perpleja ante mi respuesta. Piensa quizá que es una clínica de medicina general, y por eso me pregunta a mí, fraile que no pasa desapercibido.
Esta clínica está a 200 metros de nuestro convento y es exclusivamente un abortorio que lleva funcionando más de 30 años.

El semáforo se pone en verde y comienza a caminar mientras le insisto.

-No vayas, por favor. Allí matan niños. No vayas si no quieres colaborar en el
asesinato de tu propio hijo al que llevas dentro.

Se le han llenado los ojos de lágrimas. Se ha encontrado con su propia realidad, con su soledad, con su sufrimiento. Me dice que vive en la zona de Aluche. Ha venido hasta aquí, sin rumbo, mientras que todos los abortorios de Madrid, (que se enriquecen con la ayuda económica de la Comunidad de Madrid), están más cerca de su casa que este. La clínica del Bosque, El Bosque de la muerte, es la que más lejos está. De punta a punta.

Ella continúa caminando sin rumbo y yo a su lado y en su dirección, repitiendo lo mismo sin respetos humanos. Vamos los dos con paraguas. Está lloviendo y hace mucho frío.

-Por favor, espera (le digo), vamos a hablar. Te vamos a ayudar, conozco gente que te puede ayudar. Por favor, no lo hagas, te arrepentirás toda tu vida. Espera… vamos a hablar, espera…

Si sigue caminando estoy decidido a ir a su lado hablándole hasta la misma puerta de esa clínica.

He logrado detenerla y se ha echado a llorar argumentando:

-No lo puedo tener, me va a echar del trabajo, estoy sola, no le podré sacar adelante.

-Espera, -le digo- vamos a llamar a quienes te pueden ayudar. Hay otras alternativas.

-Tengo cita y llego tarde -me dice con ademán de marchar. Sigo caminando con ella.

-Espera. ¿Cómo te llamas?

-Mónica, me dice.

- Yo Migue Ángel. Espera Mónica, ya estoy llamando.

Veo que el teléfono tiene muy poca batería y espero que dure. Llamo a Pilar Gutierrez, del Movimiento Unidos por la Vida, con la que he cooperado en algún proyecto y le cuento muy brevemente la situación y le paso el teléfono para que hable con Mónica mientras esta se seca las lágrimas con mi pañuelo.
Pilar le dice que no lo haga mientras yo lo pongo todo en las manos del señor al que llevo en las mías y miro al cielo encomendándolo a todos los bienaventurados, mártires y santos inocentes de todos los tiempos. Y pido la intercesión de nuestras MM. Carmelitas Descalzas para que la fecundidad espiritual de su vida se manifieste, y pienso en todos los contemplativos de la Iglesia. Y Mónica corta la conversación. Se defiende de Pilar como de mi. Ante la propuesta de dar a su hijo en adopción, prefiere abortar.

Mónica corta la conversación. Tiene prisa. Llega tarde a la cita en la que va a programar su crimen. Me pasa el teléfono y pilar me da breves y claras recomendaciones. Dígale…

No hay tiempo. Hay que actuar.

-Mónica, escúchame –le digo- hace mucho frio, ven a mi casa, que está muy cerca.

Ven, por favor, vamos a hablar.

-No puedo, pierdo la cita. Ha sido mi novio me ha dado la dirección de la clínica.

- No te preocupes, -le digo-, no tienes que ir allí para nada.

-Pero usted no me comprende, no está en mis zapatos.

-Si te comprendo –le digo- no estoy en tus zapatos, pero estoy en mis sandalias para intentar tocar la tierra. Vamos.

Desde una habitación del Hospital Anderson, Almudena de Castro observa la escena. Está cuidando a su madre, Paquita Carpeño, operada de cáncer, a la que iba a llevar la comunión. Le dice a su madre que me está viendo, en la calle, con una chica, que seguro que voy a visitarla. No. Se vuelven hacia el convento.
Al día siguiente llevaré la comunión a los enfermos.

La he tomado ligeramente del brazo y recorremos despacio los pocos metros que nos separan del convento.

Ella no sabe que hace un año. El 28 de diciembre, lloviendo también, nos concentramos con Alternativa Española al lado de ese Bosque, para rezar por los nuevos santos inocentes de hoy y por sus madres, víctimas de este doble crimen. (En este instante, mientras esto escribo, un amigo sacerdote me pone u sms diciéndome: Celebré la Santa Misa por Miguel Ángel y sus padres)

Estamos volviendo al convento, que está muy cerca. De nuevo, la alfombra de hojas recibe al Señor, a Mónica con la nueva vida en su seno y a este fraile. Entramos. Se me ocurren mil cosas que decirle y que hacer. Vamos a un ordenador, le digo que se siente y busco en google: video sobre el aborto. Me llama pilar dándome el teléfono de una institución pro vida y me dice que busquemos la página “No más silencio” y “Apóstoles de la vida”.

He encontrado un video precioso que vi hace tiempo y que promocionó Intereconomía. Ha salido este video providencialmente. Recuerdo que es tremendo. Y Mónica me dice que ya lo conocía. Lo ve sin dejar de llorar. En este vídeo, un niño habla a su madre desde el seno materno, felíz por haber sido concebido. La mamá tiene problemas diversos y decide ir a abortar. El niño establece un monólogo con su madre, entristecido y mostrando, finalmente su terrible sufrimiento mientras está siendo víctima inocente de este asesinato. Es conmovedor.

Me dice Mónica que si no tengo nada que hacer. Le digo que no. Solo estar con ella.
Busco un testimonio de una chica que cuenta su vida después de haber abortado. Mónica lo escucha atentamente.

La dejo sola en la habitación. Llamo a mi buen amigo Antonio Torres, al móvil varias veces, no lo coge, llamo al fijo. Me dicen que le dirán que me llame. Llamo a Mercedes Montoro, su esposa, le cuento muy brevemente y me dice que rápido se ponen en camino o ella o Antonio. Ellos colaboran en organizaciones pro vida. Mercedes me dice: -Padre, van para allá Antonio. En media hora están en su convento. Va a Red madre a buscar a Esperanza para que vaya con él y van para allá. En media hora estarán allí.

Le digo a Mónica que esté tranquila, que van a venir a ayudarnos. Tiene miedo, porque teme la pérdida del trabajo por estar embarazada. Le digo que no se preocupe, que nos van a ofrecer otras alternativas. Todo esto mientras le sirvo un café y unos dulces.

Me pregunta por mi vocación, porque decidí ser sacerdote. Cuando le digo que fui al seminario con 10 años se sorprende.

Me dice que es de Bolivia y que su novio era español. Al quedarse embarazada la ha dejado. Su Madre vive en España, pero apenas se tratan. Ella vive con su hermana, con la que la relación es nefasta. Está sola.

Me dice que es protestante y que en su confesión tampoco aprueban el ataque a la vida, que ella ha rezado esta mañana y que no cree en las casualidades. Interpreta como providencial el encuentro conmigo. Mónica está más serena. Le pido que se deje ayudar, que ame la vida que lleva dentro y que ya verá como todo sale bien.
Mónica está bautizada. Ella misma lo pidió en su juventud. Nos une el mismo bautismo en Cristo.

Llaman a la puerta. Ya están aquí Antonio y Esperanza. Han llagado en 20 minutos escasos. Antonio, como siempre que se trata de algo importante a desplagado las alas de su coche y de su caridad. “Nos apremia el amor de Cristo”, pienso con San Pablo.
Nos reunimos los cuatro y Mónica comienza a contar toda su historia desde el principio. Ya tiene un hijo de cinco años. Ella lleva año y medio en España y se casó, muy joven con un militar en Bolivia. El niño está con su padre. Lleva dos años sin verlo. Ella tiene 25 años y el que ha sido su novio en España, 24. Este está trabajando y no quiere que ella tenga el niño, por eso la ha mandado a la clínica que él ha buscado. Ella duda del mutuo amor.

Esperanza está curtida en estas lides, por experiencia propia y por su trayectoria en Red Madre. Escucha, anima, propone, llora y rie con las dos víctimas de este asunto, madre e hijo. Le habla de cómo ayudan a todo en red madre. Con detalle, le habla del centro de acogida, de cómo ella puede vivir allí y seguir trabajando después de tener a su hijo. Tienen guardería para que esté cuidado mientras el tiempo de trabajo… Mónica se ha ido serenando.

Antonio, con una amabilidad sorprendente, habla a Mónica desde Dios. Ella sabe bastante de la biblia. Tiene cultura. Ella recuerda nuestro encuentro a las 12 del mediodía y dice que, al saber mi nombre, se acordó del pasaje de la anunciación. Dice que no hay casualidades y que esto ha sido para ella un signo de Dios.
Antonio le dice que la vida que lleva dentro no es de ella, que es un regalo de Dios para ella. Todo con una delicadeza genial. Mónica escucha con atención.
También, en la conversación, han surgido algunas bromas y hemos reído.

Yo he escuchado con atención. He intervenido, brevemente, alguna vez. Hemos escuchado atentamente. Hemos hablado despacio. He pedido a Mónica su teléfono, email, correo postal. Todo. Antonio le pregunta que si es niño, cómo se llamará. Ella afirma sin titubeos: Se llamará Miguel Ángel. Esperanza llama a un médico ginecólogo para que la pueda recibir. Tienen cita hoy mismo a las 15 horas en la clínica Moncloa. Son las 14,30.

Toso el tiempo ha estado el Señor con nosotros en el porta viático en la humilde apariencia de pan.

Mónica no se cree aún lo que le ha sucedido. Le parece un sueño. Confiesa que rezó por la mañana antes de salir de casa.

Hay que ser puntuales y a las 14,45 hay que salir. Vamos hacia el coche de Antonio. Esperanza, Mónica y Antonio van a Moncloa. Yo me quedo en el convento con el cansancio de quien regresa de una terrible batalla y con la confianza en el Señor.
Esperanza y Mónica se quedan en la Clínica Moncloa. El médico es extraordinario.
Sigo en comunicación con Mónica por teléfono y email. Está con paz. Esperanza se encargará de lo psicológico y material, yo de lo espiritual, que también es importante. Ya he encontrado amigos que me ofrecen ayuda económica para ella y que tiene preparado un buen ajuar para cuando nazca el niño. Esperamos que esta nueva vida sea para gloria de Dios.

Ayer jueves 18 de noviembre me regaló mi amiga maría del Mar Núñez un niñito de cerámica, precios, durmiendo plácidamente y protegido por las alas de un ángel, el Ángel de Dios. He llevado este detalle a correos y le llegará a Mónica.
Qué terrible la soledad y el sufrimiento de estas chicas.

Sucedió en Madrid y Dios lo hizo.

Dios te guarde. +

P. Miguel Ángel M. de D.»

23 de noviembre de 2010

El Asedio al Valle de los Caídos, contado por Fray Santiago Cantera

Martín Villa, ese hombre


Durante cinco minutos -no tuve estómago para más- escuché a Martín Villa y a Santiago Carrillo en el Canal 24 horas de TVE disertar sobre los 35 años de reinado de Juan Carlos de Borbón. Desde luego, Carrillo no defraudó. No ha perdido ni el odio, ni el rencor ni la vergüenza.

Pero el caso de Rodolfo Martín Villa, hoy presidente de Sogecable, es ya patológico. Quien fuera durante el régimen nada menos que Jefe Nacional del SEU(1962-1964), Presidente del Sindicato de Papel, Prensa y Artes Gráficas, Delegado provincial de Sindicatos en Barcelona (1965), Director general de Industrias Textiles del Ministerio de Industria (1966), Secretario general de la Organización Sindical (noviembre de 1969) y Gobernador civil y jefe provincial del Movimiento de Barcelona (1974), además de Procurador en Cortes y Consejero nacional del Movimiento, resulta que era una especie de pardillo que no se enteraba de nada de lo que pasaba, que se creía todo lo que le decían y que acaba de caerse del guindo. Llegó a decir que el se creyó que en el Valle de los Caídos había muertos de ambos bandos (como si esto fuera mentira) y que esto le sirvió de mucho en aquella época, pero que no sabía que se habían llevado los cuerpos «sin autorización de sus familias». Confieso que, al oir esto, sentí náuseas y apagué la televisión.

Todos los cuerpos identificados que reposan en la Basílica de la Santa Cruz fueron llevados a ella con el consentimiento de sus familias. De hecho muchos se negaron a que se llevasen los cuerpos de sus deudos y existe constancia documental de ello. También reposan en el Valle de los Caídos los cadáveres que se encontraban en las fosas comunes de la mayor parte de los Cementerios de España, muchos de ellos no identificados. Lo cierto es que sólo se han recibido 9 peticiones de familias solicitando la exhumación de los restos de su familiar alegando la nulidad del consentimiento prestado cuando reposan allí más de 45.000 muertos, pero parace ser que el Sr. Martín Villa ya ha comprado la versión del señorito que le paga y anoche se ganó de nuevo el sueldo. Qué lástima.

LFU

22 de noviembre de 2010

¡Despertad Cristianos!


Gustoso me hago eco del Manifiesto que hoy mismo he recibido de una de las personas que más ha hecho para detener la tropelía que se está produciendo con el Valle de los Caídos. No sé que más hace falta para que los millones de catolicos españoles se movilicen de una vez por todas contra una injusticia burda y mendaz y un abuso intolerable de poder por parte de uno de los gobiernos más sectáreos de la historia de España. Si os importa algo la libertad de culto,

¡DESPERTAD CRISTIANOS!

Despertad cristianos y acudamos todos el próximo Domingo, pacífica y piadosamente como nos corresponde, a la Santa Misa en el Valle de los Caídos.

Lavantaos cristianos y pidamos a Cristo en la Eucaristía que cese la persecución religiosa en España y en el mundo entero.

Sacudámonos el polvo letal de la abulia y la indiferencia, y respondamos al Amor de Cristo con nuestro amor y celo reclamando Sus Derechos.

Defendamos con nuestra oración y con la asistencia a la Santa Misa, ese hermoso Templo de Dios en que por parte del Gobierno del Reino de España ha sido vulnerada la libertad religiosa y violentada la libertad de culto.

No nos rindamos ante las insidias y mentiras del Enemigo; no nos dejemos seducir por sus espurios montajes ni sus falaces argumentos.

Perseveremos en la defensa de esa sagrada Casa de Dios, y demostremos con nuestro celo el Amor que le profesamos.

Demos una lección en España y para el mundo, el próximo domingo día 28 a las 11:00 h., llenando la explana del Valle de los Caídos, asistiendo a la cumbre de nuestra fe en la tierra: la Sagrada Eucaristía.

Ante el grandioso misterio de Cristo presente en la humildad del pan y el vino, afiancemos nuestra fe, esperanza y caridad, a sabiendas de que Dios todo lo puede y ante El nada es imposible.

Que las molestias, ni la lluvia, ni la niebla, ni la nieve, ni el frío, ni la pereza, ni la desgana, puedan más que la inquina de los enemigos de Dios; que se imponga nuestro amor a Dios sobre nuestras debilidades y sobre las estratagemas del Enemigo.

Sabe el demonio y saben sus aliados en la tierra, de nuestra fragilidad y escasa capacidad para perseverar en el amor a las cosas de Dios; pero desconocen la fuerza de la oración y el mucho Amor que Dios despliega sobre nosotros a poquito que recurrimos a El.

Hagámoslo el próximo Domingo poniendo esa pizca de fe y esperanza en el momento en que Cristo, Salvador y Redentor del mundo, se haga presente en el pan y en la sangre derramada por todos y cada uno de nosotros.

Acompañemos a Cristo en el Valle de los Caídos, donde el Templo Sagrado de su Padre ha sido cerrado por sus enemigos, cuyo odio a la fe en España está alcanzando cotas insoportables y, no lo obviemos, ante el más abyecto silencio público que cabría haber esperado de aquellos que autoproclamándose a sí mismos como nuestros representantes, jamás habrían gobernado en España sin el voto de los católicos.

No serán ellos quienes recuperen la libertad religiosa y de culto en la Basílica Pontificia de la Santa Cruz en el Valle de los Caídos ni en el conjunto de ese recinto sagrado; ni son ellos quienes defienden la vida, la familia y la educación en España conforme a la doctrina y el Magisterio de nuestra Iglesia, como ya demostraron gobernando con mayoría absoluta gracias al voto de los católicos y con un sólo objetivo: ganar y/o conservar el poder a toda costa, escudando su patética inhibición en el consenso alcanzado por la aplastante maquinaria ideológica con que los socialistas han ¨sodomizado¨ a gran parte de la población española, incluidos muchos que se dicen a sí mismos cristianos.

Serán la Misericordia de Dios y nuestras oraciones alabando al Señor, a las que tiene todo el derecho, las que devuelvan a España y al mundo entero el sentido común natural y la luz divina que tanta falta nos hace a todos.

En el Valle de los Caídos, lugar sagrado de reconciliación y amor al Creador, el cielo ha dado una oportunidad a los católicos españoles para defender, en silencio y profunda piedad, las cosas de Dios y el inalienable derecho de todos los hombres a la libertad religiosa y de culto.

Grande es nuestra responsabilidad y hermosa la oportunidad; no decepcionemos a quienes, incluso entre las filas de los enemigos de la fe de Cristo, observan cada Domingo cuánta gente acude al Valle de los Caídos al encuentro con su Señor en momentos tan difíciles.

En este combate espiritual, grande es la responsabilidad de cada uno de nosotros e insustituible nuestra participación: tú eres más necesario que nunca y como hermanos en Cristo a ti apelo rogándote que acudas el próximo Domingo a dar culto a Dios de la única manera que ahora es posible en el Valle de los Caídos.

19 de noviembre de 2010

Testamento


En la víspera del aniversario de la muerte de Francisco Franco, nada mejor que divulgar, de nuevo, su testamento político. El testimonio postrero de fe y de amor a España de quien ha sido uno de los mejores gobernantes de su Historia, por el desarrollo y la paz que logró para nuestra patria.

“Españoles: Al llegar para mí la hora de rendir la vida ante el Altísimo y comparecer ante su inapelable juicio pido a Dios que me acoja benigno a su presencia, pues quise vivir y morir como católico. En el nombre de Cristo me honro, y ha sido mi voluntad constante ser hijo fiel de la Iglesia, en cuyo seno voy a morir. Pido perdón a todos, como de todo corazón perdono a cuantos se declararon mis enemigos, sin que yo los tuviera como tales. Creo y deseo no haber tenido otros que aquellos que lo fueron de España, a la que amo hasta el último momento y a la que prometí servir hasta el último aliento de mi vida, que ya sé próximo.

Quiero agradecer a cuantos han colaborado con entusiasmo, entrega y abnegación, en la gran empresa de hacer una España unida, grande y libre. Por el amor que siento por nuestra patria os pido que perseveréis en la unidad y en la paz y que rodeéis al futuro Rey de España, don Juan Carlos de Borbón, del mismo afecto y lealtad que a mí me habéis brindado y le prestéis, en todo momento, el mismo apoyo de colaboración que de vosotros he tenido.

No olvidéis que los enemigos de España y de la civilización cristiana están alerta. Velad también vosotros y para ello deponed frente a los supremos intereses de la patria y del pueblo español toda mira personal. No cejéis en alcanzar la justicia social y la cultura para todos los hombres de España y haced de ello vuestro primordial objetivo. Mantened la unidad de las tierras de España, exaltando la rica multiplicidad de sus regiones como fuente de la fortaleza de la unidad de la patria.

Quisiera, en mi último momento, unir los nombres de Dios y de España y abrazaros a todos para gritar juntos, por última vez, en los umbrales de mi muerte, "¡Arriba España! ¡Viva España!"

17 de noviembre de 2010

Apocalipsis 3:15-17


Apocalipsis 3:15-17 - 15 Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. !Ojalá fueses frío o caliente! 16 Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca

Confieso que es lo primero que me ha venido a la mente al leer la nota del Arzobispado de Madrid sobre la situación del Valle de los Caídos, que reproduzco a continuación. Con todo respeto, muy tarde y muy mal, Eminencia.


La resistencia de la Comunidad Benedictina y el acoso intolerable que viene sufriendo desde hace muchos meses, merecía mayor firmeza y compromiso de la jerarquía eclesiástica. Hasta que no decidieron salir con el Santísimo a la calle y los fieles han llenado el Valle, hartos del abuso de poder gubernamental, se ha echado en falta el respaldo de la jerarquía eclesiástica que, con esta nota, se ha retratado de forma blanda y contemporizadora. Como dice mi buen amigo Guillermo, cuando ven que el que arriesgó triunfa no han tardado mucho en uncir su tiro al carro del posible vencedor.....


LFU


Nota de prensa del Arzobispado de Madrid sobre el culto en la Basílica de la Santa Cruz del Valle de los Caídos

«Ante los últimos hechos acaecidos en la Abadía Benedictina de la Santa Cruz del Valle de los Caídos, las diversas valoraciones al respecto difundidas en los medios de comunicación y las numerosas consultas dirigidas al Arzobispado de Madrid, resulta necesario aclarar lo siguiente:

1. Por Convenio suscrito en 1958 entre la Fundación de la Santa Cruz del Valle de los Caídos y la Abadía Benedictina de Santo Domingo de Silos, la Orden Benedictina tiene encomendada la libre organización del culto en la Basílica del Valle de los Caídos, sin injerencia de la autoridad civil, que sólo puede intervenir cuando así lo requiera el orden público.

2. Tal disposición es totalmente conforme con la garantía del libre y público ejercicio del culto, que el Acuerdo suscrito en 1979 con el Estado Español reconoce a la Iglesia Católica, y con la ley de Memoria Histórica que reconoce el carácter exclusivo de culto y enterramiento de ese lugar sagrado.

3. El Arzobispado de Madrid ha seguido con atención las conversaciones entre los representantes de la Abadía y del Patrimonio Nacional y, por su parte, ha mantenido contactos con estas instituciones y últimamente también, de forma cercana, con la Delegación del Gobierno en Madrid, con el fin de que el culto pueda seguir celebrándose sin riesgo para los fieles que accedan a la Basílica. Así, el interés primordial de este Arzobispado ha sido, en todo momento, ayudar a la Comunidad Benedictina a llevar adelante su misión, de modo que los fieles que desean acudir a ese lugar sagrado para celebrar el culto divino puedan hacerlo libremente y de manera segura.

4. El Arzobispado de Madrid continuará colaborando para que se solucionen cuanto antes los problemas de seguridad en el acceso a la Basílica, de modo que los fieles puedan volver a participar del culto que se celebre en el interior ya desde las próximas fiestas de Navidad.»

15 de noviembre de 2010

Acoso al Valle de los Caídos. La tentación de la autocomplacencia










El domingo amaneció el día frío, lluvioso y con niebla. Todo invitaba a guardar algo más de cama, y desayunar tranquilamente, pero muchos decidimos dar testimonio de nuestro compromiso con la fe y la justicia acudiendo al Valle de los Caídos para arropar a la Comunidad Benedictina con nuestra presencia y nuestra oración. Salí de casa a las 10.15 para llegar con holgura a la misa anunciada para las 11. Pero todas mis previsiones se fueron al traste al comprobar que eran muchos miles los que habían vencido la pereza y habían decidido estar allí. Ante los anuncios del colapso de la carretera de La Coruña, el Abad decidió retrasar la misa a las 12 iniciando el rezo del Santo Rosario para dar tiempo a los miles de fieles atrapados en el monumental atasco.
Fue impresionante y emocionante, pero tal vez insuficiente. Las estimaciones más razonables hablan de entre 3.000 y 5.000 personas, que son muchas teniendo en cuenta las condiciones climatológicas adversas.

Pero me resulta dificil entender qué hace falta para que los católicos se movilicen, de verdad, ante un atropello tan flagrante como éste.
¿Dónde estaba el Cardenal Arzobispo? ¿Donde los obispos auxiliares? ¿Dónde los movimientos y Concregaciones religiosas, Opus Dei, Regnum Christi, Comunión y Liberación, Camino Neocatecumenal?. ¿Habrían actuado así de haberse cerrado la Catedral de La Almudena?

Para dar la respuesta hay que mirar al odio de la izquierda y a los complejos de la derecha hacia un lugar que alberga la Cruz más grande del mundo y los restos de más de 40.000 españoles que murieron defendiendo su ideal. Y es que allí está enterrado Francisco Franco, el blanco de todo el odio y rencor acumulado de la izquierda y el nombre a esquivar a toda costa por la derecha. Treinta y cinco años después de la muerte de Franco, hay demasiado idiota acomplejado temeroso de contaminarse de «franquismo» por subir al Valle de los Caídos, uno de los templos más impresionantes del mundo dedicados a la exaltación de la Santa Cruz.

El mismo sábado, los voceros de la izquierda volvían a asustar a la gente alertando de la prevista concentración de "neonazis" y "fascistas" el domingo en el Valle. Y seguro que más de uno ha sido sensible a la vieja trampa. Entre los miles de fieles que acudimos a la Santa misa no hubo un sólo grito, ni una sola estridencia, ni el más mínimo rastro de nazis ni de fantasmas. Pero entre las ausencias, muchas de ellas destacadas, sobraba el miedo y faltaba la vergüenza.

Ayer no se trataba de recordar a Franco, cosa perfectamente legítima, por cierto. Sino de acudir a misa para dar testimonio de cristianos ante una repugnante injusticia de un gobierno sectáreo y anticlerical que ha cerrado un templo alegando excusas inventadas. Pero muchos aún no se han dado cuenta.


Otros muchos sí lo hicimos, y debemos seguir haciéndolo todos los domingos hasta que el Gobierno ceda. Ayer no tuvo más remedio que abrir el recinto del Valle, pero no debemos parar hasta que abra la Basílica de una vez. Lo de ayer fue un paso importante, pero no debemos caer en la autocomplacencia. Falta mucho camino por recorrer. Mientras tanto, aquí os dejo los vínculos de muchas informaciones sobre la misa de ayer.

LFU
ABC Multitudinaria asistencia a la misa en la explanada del Valle de los Caídos La presencia de miles de fieles obliga a Patrimonio a abrir el Valle de los Caídos
Unos 2.000 vehículos han colapsado las carreteras de acceso a El Escorial, provocando atascos de hasta 10 kilómetros >
EL MUNDO
LA VANGUARDIA
Videos:
Entrevistas a Antonio Torres y al Padre Abad

11 de noviembre de 2010

Las flechas de mi haz.....


Ignoro si el estilista de Victoria's Secret mantiene el puesto tras el desfile, o ha sido sometido a un intenso tratamiento de reeducación, pero estoy seguro de que la modelo representante de la Sección Femenina hizo las delicias de la vieja guardia....


(A veces es conveniente buscar sonrisas en medio de tanto desastre)


LFU

10 de noviembre de 2010

Las mentiras del Gobierno sobre la situación del Valle de los Caídos


Los hechos que se desprenden de la documentación existente son muy diferentes a las falsedades y ruedas de molino que se nos quieren hacer tragar a los españoles, creyentes o no, para justificar el cierre ilegal de un lugar de culto y religioso como es la Basílica Pontificia de la Santa Cruz, así como del recinto completo del Valle de los Caídos que también tiene la naturaleza de lugar de culto y religioso conforme viene a corroborar la misma Ley de la Memoria Histórica.

PRIMERA MENTIRA. En una primera fase, hace aproximadamente un año, se trató de justificar el entonces cierre unilateral de las instalaciones destinadas al culto y del conjunto del Valle de los Caídos, con el argumento falaz de la inseguridad supuestamente derivada de fallas en la estructura del interior de la Basílica, tal como se mencionó de forma expresa en carta firmada por el Subsecretario de la Presidencia y dirigida al Padre Abad, argumento que fue categórica y rigurosamente desmontado por los resultados del pormenorizado informe técnico que a petición del Padre Abad se realizó a los efectos, en el cual se concluyó que el tal supuesto riesgo es sencillamente nulo.

SEGUNDA MENTIRA. Ante la desfachatez del la primera mentira, intentaron una segunda. Ahora se trataba de unos supuestos indicios de que había riesgo de que se perpetrará un atentado terrorista en la Basílica. Alguien con un poco de sentido común en el Ministerio de la Presidencia debió poner el grito en el cielo, y pronto abandonaron tan peregrina como escandalosa idea.

TERCERA MENTIRA. Posteriormente , en escrito enviado ahora por Patrimonio Nacional, se vino a trasladar otro nuevo y supuesto riesgo a la escultura monumental denominada La Piedad, pieza religiosa de gran trascendencia para los católicos por su significado y por haber sido consagrada en su día y, por supuesto, para todas las personas de buena voluntad y sensibles al patrimonio histórico artístico de España.
De nuevo, diversos expertos en la materia, incluida la Fundación Juan de Ávalos, pusieron con toda la razón el grito en el cielo para denunciar esta nueva mentira y el destrozo que se pretendía hacer con dicha pieza escultórica religiosa.
Ese destrozo, evidente por las fotografías y al que se negaron algunos honestos técnicos del mismo Patrimonio, fue lo que de forma tan valiente como decidida impidió personalmente el Padre Abad, interponiéndose físicamente entre los operarios y la Piedad, de lo cual se guardó un audio completo de tal intervención.
Unos días antes, en una patética rueda de prensa dada por funcionarios de Patrimonio Nacional al pie de La Piedad, se trató de hacer creer a los medios de comunicación allí convocados que el Padre Abad y la Comunidad Benedictina habían dado su autorización para proceder a la supuesta restauración de la escultura.

CUARTA MENTIRA. Pero aún suponiendo sin conceder que fuera necesario reforzar la seguridad de La Piedad, jamás aceptó Patrimonio Nacional ni el Ministerio de la Presidencia, a quienes el Padre Abad lo solicitó por escrito en numerosas ocasiones, el aportar y consensuar con los técnicos que asesoran a la Comunidad Benedictina, ningún plan de actuaciones técnicas, plazos de ejecución de la obra, ni nada de lo que suele ser lo normal y procedente en estos casos.
Sencillamente sólo querían y quieren tener una excusa para mantener cerrado sine die el Valle de los Caídos.
El entonces Subsecretario adscrito al Ministerio de la Presidencia, trató de amedrentar al Padre Abad, -en uno de sus muchos y desesperados intentos porque cediera la posesión del Valle de los Caídos-, exigiéndole que dejará de resistirse y que comprendiera que los católicos han dejado de existir en España. Curiosamente ayer el ministro José Blanco le enmendaba la plana al Santo Padre y a la Iglesia Española arguyendo que cada vez tiene menos seguidores.
Ante tanto desvarío, desfachatez y mentiras por parte del gobierno que nos ha tocado sufrir, no cabe sino acudir como se está haciendo a los Tribunales para que se de cabal cumplimiento a la ley, a los medios de comunicación nacionales y extranjeros para exponer y documentar la verdad y, por último, los católicos a la Santa Misa a que hemos sido convocados todos los domingos a las 11:00 h. a las afueras del recinto del Valle de los Caídos, todo ello con todo el respeto a la legalidad vigente y a los Guardias Civiles que no son responsables del las órdenes que reciben, aunque debieran tener en cuenta la manifiesta ilegalidad de las mismas, pues ésta podría alcanzarles en su día sin poder alegar "obediencia debida".

8 de noviembre de 2010

Viva Cristo Rey. Misa de campaña en el Valle de los Caídos







Ayer, mientras el Papa llenaba de alegría los corazones de miles de españoles en su visita apostólica a Barcelona, Jesucristo Rey del Universo salió al encuentro de los que le buscaban a las puertas de acceso al recinto del Valle de los Caídos, desafiando el cierre ilegal e injusto de Su casa por un gobierno que ha alcanzado cotas inimaginables de persecución y miseria contra una de las mayores Basílicas de la Iglesia Universal.

Si creía el gobierno que puede ponerle puertas a Dios, ayer tuvo su emocionante respuesta con el gesto valiente de toda la Comunidad Benedictina que custodia el sagrado lugar, llevando el Santísimo a las puertas del recinto para desafiar a la fuerza utilizada por el gobierno para impedir a los fieles que accedieran a la Basílica a celebrar la Eucaristía.

No recuerdo jamás una misa tan emocionante. A muchos de los que allí estábamos, se nos humedecieron los ojos al ver al Santísimo sobre una mesita que hacía las veces de Sagrario en medio de un pequeño pinar al borde de la carretera. No sólo bajó la Comunidad en pleno. También el Coro ¡y hasta el organista, con un pequeño órgano “de campaña”. Todo lo cuidaron, para que Dios estuviese como en su casa. Y es que esos pinares, en una fría y gris mañana de otoño se convirtieron en un emocionante y bello templo en el que todos nos sentíamos más cerca de Él.

Ayer éramos pocos, doscientos, tal vez. Pero mañana serán muchos más y así todos los domingos hasta que se haga justicia de una vez. Con un nudo en la garganta escuchamos la insólita homilía del Padre Santiago Cantero, quien nos recordaba el grito de Viva Cristo Rey con el que abrazaron la vida eterna tantos cristianos perseguidos por su fe. Y qué consuelo escuchar en la voz firme y decidida de un sacerdote recordarnos que nadie se acuerda a los clérigos acomodaticios que en tiempo de persecución pactaron con los verdugos para salvar la vida, mientras la Iglesia honra en sus altares a los que supieron morir sin renegar de su fe.

Os dejo con el testimonio gráfico de un acontecimiento único, que nunca pensé que me tocaría vivir y con las valientes palabras del Padre Santiago Cantero OSB en una mañana que ya nunca jamás podré olvidar.

HOMILÍA - XXXII DOMINGO T. O. (CICLO C)

Queridos hermanos en Cristo Jesús:

Las lecturas de hoy resultan sugerentes sobre todo para dos aspectos de nuestra vida actual. Por un lado, nos encontramos en el mes de noviembre, dedicado a la intercesión por las almas de los difuntos: se abre con la solemnidad de Todos los Santos, que nos recuerda que todos estamos llamados a la santidad ante Dios y a la salvación eterna; y al día siguiente prosigue con la conmemoración de los Fieles Difuntos, que instituyó el abad cluniacense San Odilón a inicios del siglo XI.

Es precisamente en el segundo libro de los Macabeos donde se encuentran algunos de los textos en los que la Iglesia Católica fundamenta la creencia en el Purgatorio o unas penas purgatorias, que es un dogma de fe definido por el II Concilio de Lyon en 1274. Para pasar a contemplar la belleza infinita de Dios, las almas deben estar limpias de toda mancha dejada por sus pecados. Nosotros podemos ofrecer nuestras oraciones, penitencias, limosnas y sobre todo el Santo Sacrificio de la Misa para que las almas que se encuentran en ese estado puedan pasar a disfrutar de Dios.

En el texto que hoy se ha leído, contemplamos la firme esperanza de los hermanos Macabeos en el premio eterno por su muerte martirial en defensa de la fe. “Dios quiere que todos los hombres se salven”, dice San Pablo. Y Jesús nos habla de la inmortalidad, pues Dios “no es Dios de muertos, sino de vivos, porque para Él todos están vivos”. Dios desea que todos podamos llegar a gozar de la visión de Él en el Cielo. La secta de los saduceos, que trataron de poner a prueba a Jesús, tuvo su origen precisamente en la época de los Macabeos: fueron los judíos helenizantes que colaboraron con las autoridades impías y aceptaron elementos provenientes del paganismo y del racionalismo. Serían unos de los responsables en llevar a Jesús al Calvario. Aquí entra la segunda consideración.

Los Macabeos son un ejemplo de martirio en tiempos de persecución religiosa. No tenían miedo a la muerte, porque creían en el premio eterno. Jesucristo ha culminado lo que ellos anticiparon y se ha convertido en el Gran Mártir de la verdad y del amor de Dios, la Víctima que se ha ofrecido al Padre para redimirnos del pecado y abrirnos las puertas del Cielo. Por eso todos los mártires han dado desde entonces su vida por Él y con Él.

Hoy vivimos tiempos difíciles para la fe en España y el testimonio de los mártires debe servirnos de estímulo frente a la adversidad. Ayer mismo celebrábamos la memoria de los mártires españoles del siglo XX. En el avión de venida, el Santo Padre Benedicto XVI dijo ayer que España está sufriendo una ofensiva laicista muy semejante a la de los años 30. Vosotros mismos lo podéis contemplar hoy en esta celebración, que a mí me recuerda a las misas del Beato mártir Jerzy Popieluszko en la Polonia de los años 80. Por ello, debemos mirar el valor de los mártires para llenarnos nosotros mismos de valor.

Traigamos a la memoria los cerca de 50 católicos asesinados esta semana en Irak por elementos islamistas. Ojalá los católicos españoles seamos capaces de decir con convicción lo que ha dicho el cardenal arzobispo de Bagdad: “No tememos la muerte”.

Es preferible una Iglesia mártir −y recordemos que la palabra mártir significa “testigo”− que una Iglesia connivente con el mal por temor a perder un bienestar temporal. A medio y largo plazo, la Iglesia que realmente pervivirá será la primera. Hoy no honramos a ciertos eclesiásticos que en los años de la persecución en México pactaron los denominados “arreglos” con el gobierno masónico, sino que veneramos como santos y beatos a los mártires cristeros, procedentes sobre todo del pueblo sencillo.

No tengamos miedo a defender la verdad de Cristo. San Juan Crisóstomo fue desterrado dos veces por denunciar públicamente la corrupción de la corte de Constantinopla, pero ante la persecución afirmaba: “Decidme, ¿qué podemos temer? ¿La muerte? ‘Para mí la vida es Cristo y una ganancia el morir’. ¿El destierro? Del Señor es la tierra y cuanto la llena’. ¿La confiscación de los bienes? ‘Sin nada vinimos al mundo y sin nada nos iremos de él’. Yo me río de todo lo que es temible en este mundo y de sus bienes. No temo la muerte ni envidio las riquezas. Yo leo esta palabra escrita que llevo conmigo: […] ‘Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo’”.

Evitemos el odio que pueda surgir en nuestro corazón hacia quienes persiguen la fe. Oremos por ellos y que el amor de Cristo venza el muro del odio. Pero, sin dejar de amarles, sepamos también mostrar nuestra firmeza, porque el Señor está con nosotros y tenemos que defender su heredad, de la que forman parte las iglesias y los lugares de culto. Que podamos decir con convencimiento las mismas palabras que el abad benedictino Santo Domingo de Silos dijera a un rey de Navarra en el siglo XI: “La vida podéis quitarme, pero no más”.

Quiero terminar extractando algunos preciosos versos de una canción que entonaban los cristeros mexicanos y que revelan el valor y el anhelo de eternidad que debemos tener. Dicen así: “El martes me fusilan / a las seis de la mañana / por creer en Dios eterno / y en la Gran Guadalupana. […] Matarán mi cuerpo, pero nunca mi alma. / Yo les digo a mis verdugos / que quiero me crucifiquen, / y una vez crucificado / entonces usen sus rifles. […] No tengo más Dios que Cristo, / porque me dio la existencia. / Con matarme no se acaba / la creencia en Dios eterno: / muchos quedan en la lucha / y otros que vienen naciendo. […] ¡Viva Cristo Rey!”

Que la Santísima Virgen nos alcance del Espíritu Santo el don de fortaleza y haga que la visita del Santo Padre traiga sobre nuestra querida y atribulada España frutos copiosos de una fe recia y de un espíritu ardiente.

5 de noviembre de 2010

6 de noviembre, día de los Mártires de la Guerra civil española



La Iglesia celebra mañana el día de los mártires de la Guerra civil española, recibiendo al Papa Benedicto XVI en Santiago de Compostela. Las cifras ponen de manifiesto la magnitud de la barbarie: fueron asesinados 12 obispos, más de 4000 sacerdotes, 2365 religiosos, 283 religiosas, y un número difícil de calcular de laicos católicos.

Hoy traigo aquí un ejemplo de familia cristiana propuesto por Benedito XVI, que fue martirizada por el odio y la sinrazón del marxismo.

María Teresa Ferragud, nacida en Algemesí en 1853, fue asesinada en Alzira en 1936 -a los 83 años- tras ver cómo martirizaban a sus cuatro hijas religiosas, que se habían refugiado en la casa familiar al comenzar la Guerra Civil. Los milicianos arrestaron a las cuatro hijas, pero la madre “quiso seguirlas para no abandonarlas” diciendo a los verdugos: “Donde van mis hijas voy yo”.

En 1931 al llegar la República, las 3 primeras hermanas, del Monasterio de Agullent debieron permanecer en su casa dos meses. Regresaron al monasterio hasta la revolución de 1936, cuando nuevamente se refugiaron en su casa de Algemesí, hasta que fueron detenidas el 19 de octubre de 1936 junto con su anciana madre, B. María Teresa Ferragud Roig y otra hija suya religiosa agustina, B. Josefa Massiá, estuvieron en prisión en el convento de Fons Salutis), y fueron asesinadas el 28 de octubre de 1936, día de Cristo Rey. Los milicianos quisieron dejar a la madre, pero ésta se opuso y quiso acompañar a sus hijas para animarlas en la hora suprema. Fueron martirizadas y asesinadas en Cruz Cubierta de Alzira.

La sangre de los mártires es semilla de cristianos.

Bienvenido a España, Santidad.

LFU

4 de noviembre de 2010

Prohibido oir misa


En la España de las «libertades» cualquier prohibición resulta verosímil y cualquier mentira encuentra fácilmente su indulgencia. Como informa hoy la prensa, la Guardia Civl, cumpliendo órdenes de la Delegación del Gobierno, impidió ayer la entrada a la Basílica de la Santa Cruz del Valle de los Caídos a decenas de fieles que querían asistir a la misa funeral que allí se celebraba por todos los muertos de la guerra civil.

Primero se les dijo que no había ninguna misa, falsedad que quedó al descubierto al confirmar lo contrario con el Abad del Valle de los Caídos. Después, se alegaron motivos de seguridad, lo cual resulta alarmante para los fieles que hemos acudido durante estos meses, sin impedimento, alguno a la misa conventual de las 11 de la mañana, sin que nadie nos advirtiera de los riesgos que corrían nuestras vidas -y las de nuestros hijos- al acudir a misa.

El Gobierno parece decidido a pisotear la ley y los derechos fundamentales, con el beneplácito silente de la oposición y con la jerarquía de la Iglesia Católica mirando para otro lado. Si esto es un Estado de Derecho, que venga Dios -ya que no nos dejan ir a verlo a su casa- y lo vea. Y, como dejó escrito Bécquer, ¡Dios mío qué solos se quedan los muertos!

LFU