"Mi sueño es el de la patria, el pan y la justicia para todos los españoles, pero especialmente para los que no pueden congraciarse con la patria, porque carecen de pan y de justicia.". JOSÉ ANTONIO

27 de noviembre de 2013

Reparto de cromos

Decía en mi entrada anterior que el Pp no ha cambiado nada sustancial de lo que Zapatero hizo en sus dos ominosos mandatos y Santiago Abascal hablaba el lunes de que ésta no era sino la tercera legislatura de Zapatero.

Para muestra, bien vale un botón:


11. Promoveremos la reforma del sistema de elección de los vocales del Consejo
General del Poder Judicial, para que, conforme a la Constitución, doce de
sus veinte miembros sean elegidos de entre y por jueces y magistrados de
todas las categorías.

Ley Orgánica 4/2013, de 28 de junio, de reforma del Consejo General del Poder Judicial, por la que se modifica la Ley Orgánica 6/1985, de 1 de julio, del Poder Judicial.

Artículo 567
1. Los veinte Vocales del Consejo General del Poder Judicial serán designados por las Cortes Generales del modo establecido en la Constitución y en la presente Ley Orgánica.

Y es que el último reparto de cromos en la elección de los miembros del Consejo General del Poder Judicial ha sido verdaderamente bochornoso. Si eso es regeneración democrática, que venga Dios  y lo vea.

Y no hablamos ya del aborto, de los impuestos, de la reforma de la administración………

Vivir para ver.


LFU

20 de noviembre de 2013

Para mí sí es una referencia

Decía ayer un ministro que ni para el Gobierno ni para el Pp, la fecha del 20 de noviembre es ninguna referencia. No me sorprende, entre otras cosas, porque esa fecha les recuerda que llevan dos años en el poder sin cambiar prácticamente nada de lo que hizo Zapatero en 8 años de nefasto gobierno.

En cambio para mí, como para muchísimos españoles de bien, este aniversario sí es una referencia. Una referencia de dignidad, de orgullo y de gratitud.

El 20 de noviembre de 1936 cayó fusilado  el que sin lugar a dudas ha sido el político más limpio, más brillante, más valiente y más preclaro del siglo XX español, José Antonio Primo de Rivera. En sólo 3 años diseñó el germen de una doctrina que jamás pudo desarrollarse en plenitud pero que nacía del ardiente deseo juvenil de superar la atmósfera turbia de una partitocracia que a la postre acabaría desencadenando la peor guerra fratricida de nuestra patria. Su sueño, el de la patria, el pan y la justicia para todos los españoles, la justicia social en la superación de la lucha de clases, la reivindicación de la dignidad de la persona como portador de valores eternos y la defensa de la unidad de la patria.  Su nombre debía ser un referente para cualquier político cabal, pero el sectarismo de la izquierda y la cobardía de la derecha lo han arrumbado al desván al que va a parar todo lo que molesta por revolver conciencias atormentadas.

Naturalmente, José Antonio no puede suponer un referente para quienes se han acomodado en un sistema pútrido que ha causado el desprestigio de las instituciones del Estado, para quienes conviven con leyes injustas y criminales como la ley del aborto del gobierno socialista y responden con insólita tibieza e imposibles invitaciones al diálogo a la mayor amenaza secesionista que ha sufrido España en los últimos 500 años

El 20 de noviembre de 1975 murió cristianamente, bajo el manto de la Virgen del Pilar, en la cama de un hospital de la Seguridad Social que él creó, el mejor gobernante que ha tenido España desde Felipe II: Francisco Franco. Fruto de una contingencia histórica dramática, el régimen que él fundó -el primero que venció al comunismo- rescató a España de la miseria para dejarla  situada como novena potencia industrial, con pleno empleo, con una clase media pujante, la presión fiscal más baja de Europa, el mayor nivel de convergencia con Europa en términos de renta per cápita de los últimos 40 años  y un sistema de protección social en la vivienda y en el trabajo que causa sonrojo a los socialdemócratas. Dejó un país en paz y preparado para una democracia constructiva que no fue posible por la ambición, irresponsabilidad  y egoísmo del rey y  los políticos de la transición

Tampoco Francisco Franco puede ser referente alguno para un gobierno y un partido que ha claudicado apresuradamente ante Tribunales como el de Estrasburgo, agachando la cabeza y demostrando  el insignificante peso específico de nuestra nación en el mundo. Para un gobierno que, incumpliendo sus promesas, ahoga a las clases medias con una presión fiscal asfixiante, administra 6 millones de parados y se pliega sumiso a los dictados de la ley de memoria histórica con la que la izquierda más sectaria quiso que muchos de los populares pisoteasen la tumba de sus padres.  

Para mí, hoy es un día de recuerdo y de Esperanza. Porque España ha sido capaz de dar y ensalzar  grandes hombres como los que hoy recordamos. Porque, en la hora de los enanos, los nombres de José Antonio Primo de Rivera y Francisco Franco se elevan a la cima de nuestra historia que, algún día, no muy lejano, reconocerá su grandeza como también la pequeñez de los que con tanto desparpajo se atrevieron a ningunearles.

¡Arriba España!


LFU

5 de noviembre de 2013

Una estatua ilegal

Ni Rajoy ni su gobierno parecen dispuestos a derogar la maldita y sectaria Ley de Memoria Histórica. Pues bien, habrá que exigirles entonces que, así como están cumpliendo con dicha ley para arrancar de las calles de España cualesquiera vestigios del régimen anterior (sí, de ese que dejó a España como novena potencia industrial, con pleno empleo, con la presión fiscal más baja de Europa y el mayor índice de convergencia en renta per capita con el resto de Europa de los últimos 38 años).

La estatua de Largo Caballero situada en el tramo del Paseo de la Castellana antes denominado Paseo del Generalísimo, no cumple con la Ley de memoria Histórica y su mantenimiento en la vía pública constituye un incumplimiento de la ley por parte de las Administraciones públicas.

Basta leer el Artículo 15.1 de la Ley de Memoria Histórica (Ley 52/2007 de 26 de Diciembre: «Las Administraciones públicas, en el ejercicio de sus competencias, tomarán las medidas oportunas para la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la Dictadura. Entre estas medidas podrá incluirse la retirada de subvenciones o ayudas públicas.»

Y basta recordar quién era Largo Caballero y releer alguna de sus citas:

«Se dirá: ¡Ah esa es la dictadura del proletariado! Pero ¿es qué vivimos en una democracia? Pues ¿qué hay hoy, más que una dictadura de burgueses? Se nos ataca porque vamos contra la propiedad. Efectivamente. Vamos a echar abajo el régimen de propiedad privada. No ocultamos que vamos a la revolución social. ¿Cómo? (Una voz en el público: ‘Como en Rusia´).No nos asusta eso. Vamos, repito, hacia la revolución social…, mucho dudo que se pueda conseguir el triunfo dentro de la legalidad. Y en tal caso, camaradas habrá que obtenerlo por la violencia…, nosotros respondemos: vamos legalmente hacia la revolución de la sociedad. Pero si no queréis, haremos la revolución violentamente (Gran ovación).Eso dirán los enemigos, es excitar a la guerra civil…Pongámonos en la realidad. Hay una guerra civil…No nos ceguemos camaradas. Lo que pasa es que esta guerra no ha tomado aún los caracteres cruentos que, por fortuna o desgracia, tendrá inexorablemente que tomar. El 19 vamos a las urnas… Más no olvidéis que los hechos nos llevarán a actos en que hemos de necesitar más energía y más decisión que para ir a las urnas. ¿Excitación al motín? No. Simplemente decirle a la clase obrera que debe prepararse… Tenemos que luchar, como sea, hasta que en las torres y en los edificios oficiales ondee no la bandera tricolor de una República burguesa, sino la bandera roja de la Revolución Socialista».

«El jefe de Acción Popular decía,  que los socialistas admitimos la democracia cuando nos conviene… Pues bien, yo tengo que decir con franqueza que es verdad. Si la legalidad no nos sirve, si impide nuestro avance, daremos de lado la democracia burguesa e iremos a la conquista del Poder».

Cada día que pasa sin que el Ayuntamiento de Madrid y el Ministerio de Fomento retiren la Estatua del golpista Largo Caballero (condenado como tal en 1934), constituye una flagrante violación de la legalidad vigente y una afrenta a los descendientes de la España que luchó en uno de los bandos de la guerra civil que ve cómo gobiernos de uno y otro lado sólo aplican la ley de forma maniquea a Francisco Franco y al bando nacional mientras se hace la vista gorda con el bando republicano o rojo (que así se autodenominó).

Ya que se aplica una ley tan repugnante, que se aplique para todos (Indalecio Prieto, otro golpista, incluido).


LFU