6 de julio de 2009

"Cartas de la prisión y de los campos"



Título: Cartas de la prisión y de los campos.
Autor: Pavel Florenski.
Editorial: Eunsa. 2005. Colección Catedra Felix Huarte.
Traducción de Victor Gallego.


De los libros leídos en los últimos tres años, posiblemente éste resulte uno de los que me ha dejado una huella más profunda, un recuerdo difícil de extirpar, el de una vida atípica, no convencional y dramática, pero de una belleza indiscutible y riqueza imposible de medir: La del padre de cinco hijos, sacerdote ortodoxo y científico aventajado Pavel Florenski.

El ¿azar? en una tarde calurosa de primavera trajo a mis manos este libro mientras rebuscaba en una estantería semioculta de una librería. Del prólogo me fascinó de inmediato el relato de cómo se compuso el libro en la clandestinidad de la Rusia soviética. Por sí sola esa historia da, de largo, para una buena novela en la mejor tradición rusa.

Resulta insólito y a la vez formidable cómo el texto formado por las cartas escritas de Pavel Florenski a su familia, al mismo tiempo que relata con sencillez (y mucha cautela ante la censura del KGB) los pormenores de su vida de preso en el GULAG, está preñado de una variedad portentosa de sugerencias educativas, de reflexiones filosóficas y mensajes estéticos.

Sin merma de lo anterior, quizás lo más notable del libro, es su enorme carga subterránea. Es difícil hacerse cargo de la dureza de la vida del autor durante el periodo que recogen las cartas y del sacrificio que podía resultar el hecho de escribir una carta (en las islas Solovski) y que ésta, a través de las rendijas del sistema carcelario llegase a su destinatario. Parece un milagro que se escribiesen, que se expidiesen y llegasen a destino y luego que permanecieran ocultas hasta su publicación. Sobre todas estas circunstancias, a medida que se avanza en la lectura de las cartas se produce una suerte de precipitado: el de la doble condición de Padre que emerge en el libro. Pavel Florenski: padre de 5 hijos y sacerdote ortodoxo. Así la paternidad biológica (con sus consejos y sugerencias para sus hijos) y la espiritual (que lo impregna todo sin una sola invocación trascendente salvo la constante invocación a la belleza en sus distintas formas) se alzan discretas pero visibles, en una sutil victoria a un tiempo y a un estado, el soviético, que quiso empezar de nuevo la historia prescindiendo de tradiciones y paternidades. No lo consiguió tras 70 años de crímenes y mentiras, éste es un libro que así lo atestigua.

Por último, hay algo que no quiero silenciar. Si en la anterior recensión aparecía un retrato de Europa, el del europeismo de Zweig superficial, ligero y sujeto a modas. De este libro se deduce la existencia de una Europa distinta y con vocación de durar, aquella en la que un alma española puede conectar y reconocerse directamente y sin intermediarios con el alma de este hombre de la Rusia eterna.

CÉSAR U-MG

1 comentario:

  1. Había tenido conocimiento de este libro, por consejo indirecto de César a través de Codalies, donde también se glosó este libro.
    Aqui: http://codalies.blogspot.com/2007/08/pvel-florenski.html
    Este ruso reúne ya demasiadas sugerencias como para dejarlo de lado. Otro más a la larga lista.
    Gracias
    Abu

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