3 de noviembre de 2011

Juan Ramón Jiménez, José Antonio y la «Aristocracia Universal»


«¿Por qué la "Hispanidad" (con mayúscula) no hace libro monumental con toda la obra arquitectónica de España en América desde California al Perú? ¿Qué país colonizador ha hecho cosa semejante? ¡Cien volúmenes son necesarios1 ¡Y vengan arquitectos y fotógrafos de España a hacerlos1 ¿Por qué no se recita y se canta el "Romancero" todos los días en un teatro español nacional?. Y esa obra no la hizo Castilla, la hizo también Andalucía y Extremadura, la hizo España, España aristocrática. No creo en la democracia (Demo: El mal, el peor), creo en la aristocracia universal. ¡Todos aristócratas! (Aristo: el mejor). Aristócratas fueron Larra, Sanz del Río, Giner, Salmerón, Pí y Margall, Azcárate, Costa, Cajal. Y también José Antonio Primo de Rivera. La ideolojía superior española está en ellos, usted lo sabe. Empieza en un suicida, Larra, y acaba con otro, Ganivet, los dos, por asco de españolidad vulgar. La llamada jeneración del 98, por Díaz-Plaja, es una jeneración de diletantes políticos. Grandes escritores todos, menos Maeztu, y todos modernistas, modernistas ideólogos y modernistas líricos. Estamos en pleno modernismo, por fortuna, los teólogos y los poetas.»

(A Gregorio Marañón, prologuillo-dedicatoria, 1952, para una posible publicación de "Aristocracia inmanente")

Con mi agradecimiento a José Antonio Martín Otín (Petón), por compartir su descubrimiento con los comensales del 29 de octubre.

LFU

3 comentarios:

  1. LFU, lo he posteado, con permiso.

    Me gusta escucharlo de él, me gusta saber que otros, gente preparada, ya lo vieron antes y aprendieron.

    La historia ¿cíclica?

    El hombre ¿gilip.....?

    "Tropezar una y otra vez en la misma pierda" será.


    Saludos

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  2. No conocía el texto. Gracias por difundirlo.

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  3. El texto citado se encuentra en la última edición de GUERRA EN ESPAÑA. Como curiosidad, añadiría, que en el mismo libro se encuentra la única carta que JRJ dirigió a un ministro de Franco, Joaquín Ruiz-Jiménez, solicitando que pusiera medios para elaborar una especie de enciclopedia de la arquitectura colonial. Incluso elabora un esquema de trabajo y le escribe:

    "Ningún país del mundo se estableció en sus colonias con una obra arquitectónica como España en las Américas. Únicamente Roma en España y hay que tener en cuenta la diferencia de espacio con relación al Atlántico. Pensemos en Inglaterra, en Francia, en Portugal, en Holanda, etc. ¿Por qué no manda España a América un grupo escojido de arquitectos que estudien y recojan en fotografía, plano, alzada, historia, etc., toda esta obra arquitectónica, desde las Misiones de California, las edificaciones murales de La Florida, la imponente fábrica de Méjico, del Ecuador, de Colombia, del Perú hasta lo menos importante de Argentina y Chile, para no citar sino los países más señalados puesto que no hay ninguno que no ofrezca estraordinaria monumentalidad? Voy a darle un detalle curioso: la casa de peones camineros que construyó en este Puerto Rico mi suegro don Raimundo Camprubí, cuando vino de España para trabajar como injeniero en la carretera central, es hoy residencia de verano de los gobernadores. La labor toda de los arquitectos que vinieran, se recojería en una serie de volúmenes monumentales, como merece esta monumentalidad ejemplar, que serían el asombro, cuando los repasaran, de todos los amigos y los enemigos de España en el mundo. No creo que pueda haber una labor más gustosa de llevar a cabo para España, ni una dirección política más conveniente para acercar a nuestra patria todas las voluntades. No hay que olvidar que a raíz del desastre de España en estas Antillas, lo que unió a los españoles de ambos mundos fue el renacimiento poético común que se llamó el Modernismo.
    ¿Qué no daría yo por tener en mis manos, antes de morirme y poder enseñarlos por aquí, estos libros? Y yo estoy seguro de que usted y todos los buenos españoles pensarán lo mismo que yo. Por mi parte yo estoy dispuesto a ayudar graciosamente en cuanto yo pudiera a los arquitectos, con cartas (por ejemplo) para todos mis amigos americohispanos y norteamericanos que pudieran ayudar en el hermoso esfuerzo".

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