"Mi sueño es el de la patria, el pan y la justicia para todos los españoles, pero especialmente para los que no pueden congraciarse con la patria, porque carecen de pan y de justicia.". JOSÉ ANTONIO

9 de diciembre de 2008

Málaga y Utrera Molina (III) Juan Manuel de Prada

Hay artículos que valen más que mil medallas. El de Juan Manuel de Prada del pasado sábado en ABC es una buena muestra de ello, que jamás podremos olvidar quienes llevamos con orgullo nuestro apellido.

"Utrera Molina"

JUAN MANUEL DE PRADA Sábado, 06-12-08

"HACE algunos años, Manuel Alcántara me presentó a don José Utrera Molina, con quien le unía una entrañable amistad desde la juventud. De Manuel Alcántara, que a sus ochenta años sigue amarrado a su Olivetti, regalando a manos llenas su genio irónico en la tribuna volandera de los periódicos, uno ha recibido muchos tesoros de magisterio vital y literario; y entre esos tesoros ocupa un lugar preponderante el conocimiento de Utrera Molina, que es el epítome del hombre bueno en el sentido esencial de la palabra: honrado a machamartillo, de una gallardía estoica y una bondad aquietada por la sabiduría. Caballero humanísimo, compasivo ante la desgracia ajena, dotado de una fina sensibilidad, hondamente religioso y leal a sus convicciones, Utrera Molina es un hombre que puede sentirse orgulloso de muchas cosas, pero de ninguna hace ostentación; porque es rasgo de nobleza no encumbrarse ante los dones que recibimos, como lo es no enfangarse en el rencor cuando la adversidad nos lanza su zarpazo.

Utrera Molina fue ministro de Franco. Antes fue gobernador civil en varias provincias españolas, y siendo aún muy joven ostentó la subjefatura provincial del Movimiento en Málaga, la ciudad que lo alumbró y a la que siempre ha encomendado sus desvelos. Los malagueños no excesivamente perjudicados por la «amnesia histórica» que los apóstoles del odio están propagando recordarán que fruto de esos desvelos es el impulso de la Seguridad Social en su provincia, la fundación de residencias de ancianos, la lucha contra el chabolismo, la institución de una Universidad Laboral. Durante décadas, muchos malagueños desfilaron por los despachos que Utrera Molina ocupó; y a todos los atendió con diligencia, la misma que empleó en el desempeño de sus funciones. Porque Utrera Molina entendió siempre sus responsabilidades políticas como una vocación de servicio; y en años difíciles, cuando España tenía que alzarse sobre los escombros de una guerra crudelísima, sirvió al Estado y a los españoles abnegadamente, sin otro afán que mejorarles la vida. Desde la atalaya de sus ochenta y dos años, desgastados en el servicio de sus compatriotas, Utrera Molina puede contemplar con legítimo orgullo su existencia. Porque lo que define el sentido de una vida, lo que define una vida con sentido, es la lealtad a lo que uno ha sido.

Hace unos días, unos politiquillos miserables acordaron despojar a Utrera Molina del título de Hijo Predilecto de la ciudad de Málaga, amparándose en la aplicación de la Ley de (Des)Memoria Histórica. Ocurrió este episodio abyecto en el pleno de la Diputación Provincial de Málaga, con el voto favorable de los profesionales del odio y la inhibición de los representantes de la derecha, que una vez más vuelven a demostrar que son un hatajo de pusilánimes. Naturalmente, el aspaviento de unos politiquillos miserables en nada ultraja el honor de Utrera Molina, de quien podemos decir, como en aquel poema de Cernuda, que nunca buscó la consideración mundana, sino la ocasión de ser fiel consigo y unos pocos, aunque el desvío «siempre es razón mejor ante la grey». Y aun me atrevería a añadir que, del mismo modo que Cernuda nos aconsejaba interpretar como «formas amargas del elogio» los sarcasmos que los miserables nos arrojan, Utrera Molina debe interpretar este episodio de vileza como un timbre de gloria; porque el odio y la pusilanimidad de los viles no hacen sino enaltecernos.

En la reedición reciente de las memorias de Utrera Molina, Sin cambiar de bandera, se incluye una carta de su nieto Rodrigo, en la que podemos leer: «Tú guiabas cuando otros sólo seguían, por eso intentaron marginarte en el pretérito, exiliarte en el presente y desahuciarte del futuro. Tu lealtad te supuso conocer el sabor de la traición, pero fue exactamente eso lo que dio tanta importancia a tu fidelidad... Es el motivo por el que en mi voz, cuando hablo de ti con mis amigos, se puede denotar orgullo de ser tu nieto. Orgullo y gratitud...». En la lectura de estas líneas preñadas de verdad y emoción hallará consuelo don José Utrera Molina en este trance, mientras los apóstoles del odio y los pusilánimes se refocilan en sus mezquindades. Pero las mezquindades de los miserables no logran sino aquilatar el honor de los hombres buenos. "

Muchas gracias, Juan Manuel. Que Dios te lo pague.

LFU

3 de diciembre de 2008

La doctrina "Pendón"

Escribí una vez que Salvador Pendón no pasaría a la Historia y tal vez me excedí. Bien mirado, es posible que la Historia de Málaga le reserve un lugar destacado por dos motivos: ser el primer delincuente confeso y convicto que ostenta la Presidencia de la Diputación de Málaga y por ser, además, el autor de una doctrina -que de ahora en adelante merece llevar su nombre-, por la cual "la democracia debe servir para ver que los honores y distinciones otorgados durante un régimen dictatorial no deben seguir siendo válidos ahora".

Ignoro si los méritos del Sr. Pendón anteriores al año 1976 le hicieron acreedor de alguna distinción, título o mención, pero estoy seguro de que ya se habrá apresurado a solicitar su anulación ex tunc por parte de los organismos correspondientes.

Igual suerte deben correr todos los premios nacionales de literatura concedidos antes de 1976 ¿o de 1978?.

Azorín, Baroja, Menéndez Pidal, Zubiri, Morente, Dámaso Alonso, García Gómez, Vicente Aleixandre, Miguel Mihura, José López Rubio, Agustín de Foxá, Dionisio Ridruejo, Gabriel Celaya. Luis Rosales, Leopoldo Panero, José Luis Hidalgo, Carlos Bousoño, Eugenio de Nora, Blas de Otero, Zunzunegui, Camilo José Cela, Ignacio Agustí, Carmen Laforet, Gironella, Miguel Delibes, Ana María Matute, José Luis Sampedro, Gonzalo Torrente Ballester, Buero Vallejo, Pedro Laín Entralgo, Marías, y tantos otros deben ser despojados de todos los premios, menciones y honores recibidos por sus méritos, por haber sido concedidos por una administración que no cumple los requisitos de la Doctrina Pendón.

Y qué decir de los honores y menciones concedidas al actual Jefe del Estado, D. Juan Carlos de Borbón y Borbón, siendo Príncipe de España y sucesor del Generalísimo a título de Rey. También deben ser borradas de la faz de la tierra, por ser contrarios a la Doctrina Pendón.

Y ya puestos, la Diputación de Málaga debería tratar de eliminar, por ejemplo, la residencia Sanitaria Carlos Haya, la Universidad laboral y tantas otras obras realizadas en Málaga durante la ominosa época franquista.

Ay casi se me olvida. Hay un tercer motivo por el que Pendón puede ocupar un sitio en la historia. Es el primer alcalde de la democracia que ha sido depuesto con los votos de la Falange. ¡Cómo estarían las cosas en Ardales para que Izquierda Unida y la Falange se pusiesen de acuerdo para enviar a Pendón a su casa!

En definitiva, como decía un primo mío el otro día, que un organismo como la Diputación de Málaga, presidida por un insolvente como Pendón, te retire los honores concedidos por propios méritos cuando aún residía el honor y la dignidad en esa Institución, es un timbre de honor. Y si además, esto se hace con el público lavatorio de manos del partido de la oposición, incapaz de votar en contra de semejante felonía, mucho mejor.

LFU

2 de diciembre de 2008

¿Fouchè o Martin Villa?



El Presidente de Sogecable (en la imagen, junto a Juan Antonio Samaranch) ha hecho unas declaraciones desde la atalaya de su eterna equidistancia. Yo creo que a quien habría que darle un título es a él: el de Duque de Otranto.

1 de diciembre de 2008

Si no Hijo Predilecto, al menos Tío Predilecto.

De los muchísimos testimonios de afecto, cariño y lealtad que mi padre está recibiendo estos días, de palabra y por escrito (algunos realmente emocionantes), me quedo con esta carta que un primo hermano mío ha enviado a un diario nacional, por el valor que tiene como testimonio de un hombre honesto de izquierdas, sin complejos y alérgico a la alienación del pensamiento único:

Como se sabe por diferentes comunicados de prensa de los últimos días, el grupo socialista de la Diputación Provincial de Málaga, que gobierna en la actualidad con el apoyo de Izquierda Unida, presentará en el próximo Pleno una moción para anular los títulos concedidos por el propio ente supraprovincial entre 1937 y 1975. En particular, se le quiere le quiere retirar el nombramiento de Hijo Predilecto y Medalla de Oro a D. José Utrera Molina.

El que una persona piense de forma distinta a otra, no debe privarle de reconocer los méritos del otro. Es lo que se llama ser objetivo. Y en éste caso no se está siendo objetivo. Dicho grupo socialista, basa su propuesta en la llamada Ley de Memoria Histórica (que a mí me parece un título redundante: no hay historia sin memoria), y justamente con esta mala interpretación de la misma, se quiere "desmemoriar" el país.

En particular, a pesar de que yo siempre haya optado por opciones de izquierda (como toda mi enorme familia sabe), eso no es óbice para que siempre haya tenido una gran admiración por la integridad y coherencia de mi tío Pepe. Por supuesto, doy fe que él hace otro tanto con los que no piensan igual que él. Tampoco es óbice para que me parezca un completo desatino la iniciativa. Seguro que no representa el sentir, ni de su opción política, y mucho menos de toda una ciudad como Málaga.

Por tanto, y como ha quedado refrendado en distintos artículos en prensa, me parece, el querer retirarle (sólo oficialmente, de otra forma no se puede) el reconocimiento a toda una vida de trabajo bien hecho y con una gran trascendencia social, no ya una injusticia como se ha dicho, sino una pamplina. Todas las personas tenemos nuestros aciertos y nuestros desaciertos en nuestras vidas, y hay que recordar que el reconocimiento se le concedió por sus aciertos!

Sin paliativos, una pamplina que en nada beneficia a nadie. Málaga no va ser más bonita, ni más rica, ni nos va a sacar de la crisis, ni va a ser más habitable, ni nada por el estilo. Los políticos deben gestionar para que la gente viva mejor, y ahí también entra el apartado convivencia. Los ciudadanos queremos que los políticos resuelvan los problemas reales, y no que los creen. Y tenemos que convivir todas las formas de pensar.

Ahora que estamos reivindicando nuestro pasado árabe, y que tenemos estatuas de Averroes, Avicena, y se reconoce el legado cultural y social de esa época, a nadie se le ocurre pensar que con ello se esté enalteciendo y queriendo volver al gobierno de los reinos de Taifas, ni al Reino de Granada. Simplemente, se distingue entre el tocino y la velocidad.

No sé si al final esa propuesta saldrá adelante o no, pero de lo que estoy seguro que cuando haya más perspectiva histórica se hará también igual con la historia reciente de este país. Cuando así sea, evidentemente será más difícil que se comentan desaciertos como éste.

Mientras tanto, va a ser "Mi tío predilecto".

GUSTAVO SÁNCHEZ GÓMEZ


Gracias, querido primo y que Dios te lo pague.

LFU

27 de noviembre de 2008

Málaga y Utrera Molina (II). Manuel Alcántara


La sinrazón del espíritu cainita de algunos y la injusticia produce en ocasiones reacciones de dignidad y coraje como la del gran poeta y escritor Manuel Alcántara quien en su artículo publicado el sábado en los 28 diarios provinciales del grupo Vocento, rindió un precioso homenaje a la amistad y al honor:

"Pepe Utrera"


HABLO del Excelentísimo señor don José Utrera Molina, con la excusa de que nos conocimos casi en el Antiguo Testamento, cuando yo tenía diez años y él doce, calle de la Victoria, arriba. Le llamo Pepe. Somos amigos de eso que se llama de «toda la vida», aunque ninguna de las dos haya llegado a su final y puedo decir algo de cómo era, o sea, de cómo sigue siendo. Ahora leo que la Diputación de su bien amada tierra de Málaga, que es la misma mía, quiere retirarle los honores que se ganó, luchando precisamente por ella.

Resulta que Pepe Utrera es el único personaje de toda la lista de represaliados retrospectivos que puede sufrir la absurda venganza. A los otros desposeídos les traerá sin cuidado, ya que lo han dejado «entre la azucenas olvidado» o entre las trincheras o los hospitales. No combatió él contra nadie. Todo lo contrario: ayudó a construir algo en lo que creía. Le vi por tierras de Ciudad Real y Burgos, en jornadas maratonianas. Y luego en Sevilla, donde literalmente era adorado. Lo he visto siempre, ya que en mí no ha tenido un camarada, sino un amigo, que es categoría algo más definitiva. Hace falta ser brutos para intentar restarle a un hombre cabal lo que ha venido sumando a lo largo de los años. También hace falta ser ladrón para robarle a alguien los honores acumulados. Ser excelente es mucho más difícil que ser excelentísimo y me duele que este rencoroso propósito haya nacido en nuestra tierra. ¡Qué razón tenía don Gregorio Marañón cuando me dijo que «las guerras civiles duran un siglo»! Hace falta que se liquiden tres generaciones para que la llamada «memoria histórica» no chorree sangre. Pero él no es culpable de nada, porque le bombardearon la infancia. Mira, Pepe: te podrán quitar los honores, pero no el honor.

MANUEL ALCÁNTARA


No se puede decir más ni mejor.

LFU

21 de noviembre de 2008

Málaga y Utrera Molina. No te cambio tu olvido por mi pena.


La Diputación Provincial de Málaga, a propuesta del grupo socialista, se dispone a retirar los honores concedidos en 1975 al malagueño José Utrera Molina, mi padre. La única razón: su credo, su insobornable lealtad a un ideal que ha mantenido limpiamente a lo largo de su vida, sobre todo en un tiempo en el que tantos otros, que habían estado a su lado, se alistaron a las filas de la amnesia, el silencio y la deserción, para evitar el oprobio que esperaba a los que no estaban dispuestos a abjurar de sus principios.

Los abrazos se tornaron en olvidos, cuando no en desprecios. Solo quedaron los que rinden culto verdadero a la amistad, por encima de conveniencias. Los amigos del alma.

Su amor por Málaga, su eterna nostalgia del mar, se vio sólo correspondido por el testimonio de la sencilla gente a la que ayudó de forma entusiasta y desinteresada. Los ojos de agradecimiento de quienes lograron un empleo o cambiaron una existencia miserable en las chabolas de la playa de San Andrés por una vivienda digna, eran premio suficiente para quien siempre se rebeló contra la injusticia y utilizó el poder para transformar la realidad y mejorar la vida de sus paisanos.

Hoy, treinta y dos años después, el olvido ha dado paso a la sinrazón del odio. Podrán retirarle los honores y oropeles del ayer. Pero no podrán contagiar su noble corazón con la mugrienta grasa de su resentimiento. Y hay algo más que nunca podrán quitarle: el arrebatado y amoroso orgullo de quienes llevamos su apellido con la cabeza muy alta.

Dios ha querido que viva para contemplar la miseria de tantos enanos que se revuelcan en el fango de su propia iniquidad, pero también para ver que allí donde se ofenda a su limpio nombre habrá siempre, al menos, ocho voces que, como la mía, clamarán como una sola en defensa de su honor, de su vida y de su ejemplo.

Termino con ese soneto, dedicado a Málaga, que sus nietos más pequeños ya recitan, balbuceantes, bajo la mirada amorosa de un hombre esencialmente bueno.

MÁLAGA

No te cambio tu olvido por mi pena.
Vale más mi dolor; cuenta saldada.
Se lo digo en la noche a mi almohada
Y está mi corazón de enhorabuena.

Alguna que otra vez, un tenue velo
enternece el recuerdo. Aquella esquina
que ayer doblé impaciente, se ilumina
con las mismas estrellas en el cielo.

Me imagino que el mar no habrá cambiado,
que como siempre, romperá su espuma
en el pecho del viejo acantilado.

Mecido por las olas se ha dormido
mi ayer: la oscura desazón se esfuma.
¡Ya no queda recuerdo de tu olvido!

José Utrera Molina


Un fuerte abrazo, papá, desde el fondo de mi alma.

LFU

20 de noviembre de 2008

Una figura excepcional entra en la Historia: Francisco Franco



"Una figura excepcional entra en la historia. El nombre de Francisco Franco será ya un jalón del acontecer español y un hito al que será imposible dejar de referirse para entender la clave de nuestra vida política contemporánea. Con respeto y gratitud quiero recordar la figura de quien durante tantos años asumió la pesada responsabilidad de conducir la gobernación del Estado. Su recuerdo constituirá para mí, una exigencia de comportamiento y de lealtad para con las funciones que asumo al servicio de la patria. Es de pueblos grandes y nobles el saber recordar a quienes dedicaron su vida al servicio de un ideal. España nunca podrá olvidar a quien como soldado y estadista ha consagrado toda la existencia a su servicio. "


Juan Carlos de Borbón y Borbón, Rey de España.

¿Se atreverá garzón a procesarlo? ¿Comenzarán a retirarle retrospectivamente los honores concedidos los diferentes Ayuntamientos y Diputaciones?

Cosas veredes...

LFU