27 de mayo de 2010

Morante, en Nimes



Tal y como está el patio, nos queda el consuelo de que, por el momento, el gobierno no ha podido con la fiesta nacional. Pero en Francia nos mojan la oreja con corridas como ésta y como la idiocia del paisanaje se extiende como la peste, no parece lejano el día en que los aficionados catalanes -y ya veremos si también los del resto de España- tengan que cruzar la frontera en búsqueda de libertad y una buena tarde -o mañana- de toros.

Por cierto, gracias a Aquilino Duque por el carboncillo. Para enmarcar.

LFU

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