"Mi sueño es el de la patria, el pan y la justicia para todos los españoles, pero especialmente para los que no pueden congraciarse con la patria, porque carecen de pan y de justicia.". JOSÉ ANTONIO
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17 de junio de 2019

"Sumisión" de Michel Houllebecq


Título: Sumisión
Autor: 
Editorial: Anagrama
Año: 2015

El protagonista de la novela ejerce de modesto profesor en la universidad francesa y es el vehículo para el retrato descarnado de una cierta clase intelectual y excusa para lanzar un vaticinio sobre el futuro de Francia y en cierto modo, de gran parte de Europa.

El mensaje nada complaciente de Houllebecq se vale de la descripción sin velos, ni edulcoraciones de la intrahistoria del profesor cuya brillantez intelectual parece simétrica a su sórdida condición personal. A este retrato se anuda un texto implícito en el que se perfila el sexo, más allá de un contacto de cuerpos, de una mera adicción como un artículo de justificado consumo, falso calmante y estéril esperanza para el sujeto común.

Sin embargo, nada más lejos que acusar de esquemática a esta novela, pues el nihilismo presente no está exento de una pujante y bien descrita tentación de dejarlo atrás, de superarlo con una mirada hacia el origen profundo de Francia que resulta conmovedora y resuelta de una manera cruel, pesimista y, sin embargo, perfectamente trabada en la narración.

No se trata de una novela distópica más. El autor no amaga con un supuesto tono profético más bien parece una autopsia anticipada de una sociedad que se dirige a la desaparición, hipótesis que resulta más verosímil de lo que nadie quiere admitir.

Sin duda este libro pesimista y perturbador tiene muchas lecturas, pero, indudablemente, una de ellas, constante en otras obras del autor, es el durísimo y despiadado ajuste de cuentas personal con la generación del 68, con sus modos de educar, con la cultura que generó y las consecuencias producidas en las relaciones personales.

Uno se pregunta de dónde procede la lucidez del juicio de muchas de las opiniones de este autodidacta, del enorme acierto con el que culmina los tres últimos capítulos y no parece difícil adivinar que el enorme dolor personal, infligido por sus padres que se desentendieron de él, puede ser la fuente que alimenta su juicio, el origen de una sensibilidad extraordinaria para percibir la realidad y sus direcciones, que explica la visión nada complaciente de sus textos.

En la novela encontramos al mismo tiempo que una fría distancia con lo verdaderamente humano y un materialismo envolvente, juicios estéticos afinados, análisis políticos reveladores junto con un depurado retrato de las tentaciones del alma del hombre contemporáneo. Casi ningún juicio deja de tener un poso amargo cuando no directamente vitriólico y a pesar de todo, resulta difícil no tomarlos en consideración. Es una novela notable pero también una advertencia y, por qué no, un pronóstico.  

César Utrera-Molina Gómez
Mayo 2019


26 de abril de 2019

28 A: el votante católico mira hacia el futuro. Por César Utrera-Molina


España se encuentra en una encrucijada histórica por muchos motivos, con problemas de una dimensión y gravedad que hacen más relevantes estas elecciones.



Resulta difícil de negar que el cambio de época del que muchos hablan tiene una traducción política evidente que está produciendo una renovación inesperada del panorama político occidental, otrora estable y predecible. En EE.UU. la irrupción del Presidente Trump ha cambiado las dinámicas de décadas de la política estadounidense. Brasil pasó de la izquierda filochavista de Rousseff a una derecha sin complejos con Bolsonaro. En Francia desapareció el partido socialista en un sólo sexenio y un presidente con partido propio y sin historia ha pasado a dirigir el Elíseo. Italia abandonó abruptamente el consenso socialdemócrata y Hungría y Polonia plantean la reivindicación de sus raíces nacionales frente a una política europea, en exceso uniforme, una de las causas del Brexit.

España se encuentra en una encrucijada histórica por muchos motivos, con problemas de una dimensión y gravedad que hacen más relevantes estas elecciones. Sólo aquellos con un conocimiento limitado o una visión sectaria del Catolicismo pueden sorprenderse de que prelados y fieles se pronuncien sobre la conveniencia de votar una u otra opción política. De forma llamativa, el cambio de época plantea una alternativa radical y excluyente de conceptos que se hallan en el centro de la civilización occidental gracias al Cristianismo: los verdaderos derechos humanos, la idea de la igualdad de todos los hombres ante la ley, la conciencia de la inviolabilidad de la dignidad humana de cada persona y el reconocimiento de la responsabilidad de los hombres por su conducta.

Ante la magnitud del reto que viene sorprende que el análisis de una parte de la ¿inteligencia católica? ante el 28 A se posicione con las fuerzas políticas responsables de muchos de los problemas actuales. Estos juicios que parten de rancios prejuicios ideológicos coinciden en avisar de los posibles riesgos que puede suponer Vox, sin crítica apenas a las otras opciones, y ello cuando Vox claramente hace suya la defensa de los principios básicos de la civilización occidental. Así, el nítido patriotismo de Vox se moteja de nacionalismo; la defensa decidida del Estado de Derecho, base de la paz social, se crítica como opción excluyente al diálogo; la recuperación de las mejores tradiciones se confunde con la construcción de muros; y la posición firme sobre la inmigración ilegal se descalifica sin ofrecer una alternativa razonable más allá de un buenismo abstracto ajeno a la dolorosa experiencia de otros países en esta cuestión.

          Pese a todo el ruido anterior, el católico español no se distingue del votante medio en España que recibe con ilusión y esperanza, la irrupción de Vox y hace caso omiso de “pastorales” ancladas tristemente en los 70. ¿Porqué? Vox reivindica, sin complejos, el valioso patrimonio que el resto del arco político, comenzando por el PP, no sólo no ha protegido, sino que ha atacado con saña digna de mejor causa. Del PP a Podemos con los nacionalistas siempre detrás, se ha atacado o dejado atacar, una y otra vez, a la familia, a la propiedad privada a través de la presión fiscal, a la dignidad humana indefensa ante la investigación científica o la voluntad individual, se ha relegado el principio de igualdad ante la ley para beneficiar a poderosas minorías y la unidad de España ha quedado expuesta a la rapiña interesada del juego político.

Muchos hemos entendido que los protagonistas políticos de ayer caducaron, que la venta de sus productos dejó de tener interés desde que fuimos testigos de que cuando España ha estado a punto de romperse, sólo el Rey, aislado, defendió con claridad España. Nuestra paz social de los últimos 80 años tiene que ver con seguir viviendo juntos, con no destruir los mínimos de convivencia que se habían asentado gracias a una sociedad civil adulta más que a los políticos y preservar esas líneas rojas fundantes de nuestra civilización. Vox ha entendido todo esto y ha conectado con esta profunda preocupación generando una ilusión que es visible en cada aparición pública, entre otras cosas, porque no ha venido (dicen) a conservar su parcela sino a defender a España, en su integridad y sin hipotecas, como muchísimos españoles, católicos o no, desean. Puede que fracasen en su intento, no sería raro, pero muchos como yo, ya nos decidimos por ellos y esperamos que estén a la altura de lo que defienden, de que prolonguen la lucha por España y si fracasan sepan sucumbir con honor como otros españoles ya hicieron. No tengan duda de que así lo demandaremos, los que, ahora, confiamos en ellos.

César Utrera-Molina Gómez
Abogado.



Publicado en LA RAZÓN: 
https://www.larazon.es/espana/el-votante-catolico-mira-hacia-el-futuro-GC23032613


24 de abril de 2019

"La Marina de Vichy"



Título: La Marina de Vichy.
Autor: Joaquín Ruíz Diaz del Corral.
Editorial: Actas.
Año: 2019.


La Marina de Vichy escrita por Joaquín Ruíz Díaz del Corral, coronel auditor procedente del extinto y prestigioso Cuerpo Jurídico de la Armada, no sólo es un excelente ejemplo de investigación histórica sobre un hecho poco conocido, también resulta una muy amena y rigurosa narración de hechos políticos y lances militares.

Los hechos que narra este libro de historia podrían considerarse marginales en el contexto de la II Guerra Mundial, pero no es menos cierto que los mismos determinaron, en parte, el futuro destino de millones de personas y de pueblos enteros de los 5 continentes que formaban parte del imperio francés antes de la Segunda Guerra Mundial. De hecho, no resulta difícil rastrear en el mapa mundial las cicatrices en forma de fronteras y conflictos que tienen que ver con el acontecer narrado en este libro. Véase el discurrir de Vietnam, Líbano o Siria.

Desde otro punto de vista, abordar la historia de la Marina de Vichy es escribir sobre los vencidos de los vencidos, sobre el destino de una realidad histórica (la Francia de Vichy) olvidada a conciencia por la propia Francia salvo para anatemizarla. El fil rouge de los distintos escenarios geográficos y temporales que describe el libro, lo que unifica situaciones y lugares tan lejanos entre sí, es la Marina de Guerra francesa, cuyos oficiales desempeñaron un papel muy relevante en todos esos lugares y asumieron un protagonismo en un momento poco propicio y estimulante para detentar cualquier tipo de responsabilidades políticas y militares.

Es preciso destacar que la pluma del autor consigue aunar un excelente ritmo narrativo, junto a una notable capacidad de síntesis y acierto descriptivo en los sucesos que narra, especialmente interesantes fueron los que transcurrieron en el norte de África. La batalla del Mers el Kebir, el acontecer de la flota francesa en Alejandría, la resolución de la invasión aliada en 1942 en el norte de África, la desconfianza de nuevos y antiguos aliados, las tensiones entre De Gaulle y el resto de militares franceses, ejemplifican la enorme dificultad política, social y militar que tuvieron que gestionar los marinos de guerra franceses. De alguna manera, parece deducirse del libro, éstos actuaron como un estado dentro de un estado provisional, en un momento de dificultad máxima en el que ninguna solución era fácil de adoptar y cuyas consecuencias tampoco parecían claras. En este sentido, resulta de gran valor humano e histórico el relato de la conducta sacrificada y ejemplar de estos marinos de guerra que acabaron tomando las decisiones que una sociedad derrotada no quiso tomar y afrontando las responsabilidades que nadie quiso aceptar.

La hecatombe social, política y militar de la Francia republicana en la II Guerra Mundial sigue ofreciendo multitud de jugosas lecciones a cualquier sociedad y, particularmente, a cualquier sociedad Occidental. Este libro da pistas del destino de una sociedad decadente y dividida social y políticamente; también describe con imparcialidad como las sucesivas clases políticas de la Francia de los años 30, no sólo fueron incapaces de gobernar con éxito la nación francesa, en un momento crítico, sino que aquella que administró la derrota también fue objeto de la avidez de poder y el oportunismo frente a pocas excepciones ejemplares.

En definitiva, este libro, más allá de su valor historiográfico por la novedad que aporta a la bibliografía española sobre el tema, rinde homenaje, imparcial y riguroso, a aquellos que supieron cumplir su deber en los momentos críticos para una nación como es el de su derrota militar y lo rinde desde la perspectiva de un marino de raza como, sin duda, es el autor, Joaquín Ruíz Díaz del Corral.

César Utrera-Molina Gómez