"Mi sueño es el de la patria, el pan y la justicia para todos los españoles, pero especialmente para los que no pueden congraciarse con la patria, porque carecen de pan y de justicia.". JOSÉ ANTONIO
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4 de abril de 2013

La imputación de la Infanta. Una mala noticia para España

La alegría por el mal ajeno es el mismo pecado que la envidia pero al revés, ya que ésta implica  tristeza por el bien del otro. Esta es la primera razón por la que no me alegro de la imputación de la Infanta Cristina.

La segunda, algo más egoísta, es porque tras leer el auto del Juez Castro de su contenido podría deducirse que el juez de alguna forma ha cedido a la presión mediática y social con el objeto de que no pueda sospecharse de la existencia de un trato de favor por consideración a la persona de la Infanta, lo que, de ser así, sería ciertamente preocupante.

Una cosa es el reproche social que puede merecer la Infanta por haber cerrado los ojos o mirado para otro lado ante el inusual aumento de su patrimonio merced a la actividad profesional de su marido y haber descuidado la obligada discreción de un miembro de la familia real mudándose a una vivienda tan señalada y otra muy diferente es el reproche penal que dicha conducta debe merecer conforme a la ley.

La tercera, porque a pesar de lo escaso de mis fervores dinásticos, creo en el valor que tiene la Corona en estos momentos de decadencia de España, como depositaria de una tradición secular de la historia de España y en su papel vertebrador, alejado de los caprichosos dictados del sufragio universal que tanto daño han causado en los últimos años.  Y no nos engañemos, los ataques a la Corona son alentados por los mismos que añoran la tenebrosa II República, celebraron la maldita Ley de memoria histórica y se mostrarían conformes con la desintegración de nuestra nación.

Y la cuarta, por la pésima imagen que todo esto proyecta de España hacia el exterior en un momento ciertamente delicado en el que necesitamos más que nunca ofrecer una imagen de fiabilidad para atraer la inversión exterior.

Que se me entienda bien. Todo esto tiene un origen que no es otro que el nada ejemplar comportamiento de SM el Rey durante muchos años en el terreno económico –en lo personal no entro- de lo que saben mucho algunos entrañables amigos suyos que pasaron por la cárcel. Que el Rey tuviera fieles escuderos no implica que toda su familia pudiera cubrirse con el mismo paraguas. Y todos sabemos que hasta en las mejores familias los niños acaban emulando a sus padres. Es evidente que en esa familia ha sobrado desahogo y ha faltado ejemplaridad.

Por estas cuatro razones, como cristiano y como español, no puedo alegrarme en absoluto de la imputación de la Infanta, que es una pésima noticia para España.

LFU 

3 de abril de 2013

"La hora de la Monarquía". La obra cumbre de Luis María Anson, el gran fabulador.


El célebre fabulador Luis María Anson alcanzó la cumbre de la mentira con su fábula histórica “Don Juan” en el que se inventó sin rubor una historia reciente de España absolutamente delirante que únicamente  encuentra acomodo en la retorcida mente del atrabiliario y rijoso académico.

Pero mucho antes de alcanzar la cima de su popularidad, dejó escrito un libro excepcional “La Hora de la Monarquía”. (Ediciones Prensa Española 1958), dedicado a su entonces maestro Eugenio Vegas Lataipe, en el que abomina de lo que ahora defiende con ardor, la monarquía liberal, defendiendo la monarquía católica representativa,  del que merece la pena extractar algunas afirmaciones que seguramente harán la delicia de muchos.

Entre todas ellas, resulta especialmente profética la siguiente: “En España la alianza de la Monarquía con el liberalismo o el izquierdismo significaría, en un plazo más o menos corto, indefectiblemente, la anulación y eliminación de la Monarquía. Por eso sobra la miopía política de algunos monárquicos que propugnan la colaboración con los grupos liberales o izquierdistas”.  

Visto lo visto, parece que lleva camino de no equivocarse….pero no se pierdan las que siguen:

Yo quiero afirmar que si se entiende por democracia el gobierno del pueblo por el propio pueblo, la lucha de partidos, el ateísmo en el Estado y el sufragio universal, soy radicalmente antidemócrata

“para algunos el totalitarismo es lo contrario al liberalismo. Y, sin embargo, tienen una misma e idéntica esencia”.

“dentro de ese concepto de liberalismo (negación del orden divino) tan liberal es el Dictador ruso como la Asamblea francesa. El error está en el poder humano sin límites, en no aceptar, en negar la ley cristiana, revelada como fundamento de la sociedad”.

el sufragio, los partidos sin límite, el parlamentarismo absoluto, eso ya no quedan hombres inteligentes que lo defiendan”, porque “los delirios liberales conducen primero a la mediocridad, luego a la corrupción, finalmente a la anarquía y al caos”.

De hecho, la doctrina liberal “no es nada que se pueda tomar en serio. Es, cuando mucho, el oportunismo político, la incapacidad y la incompetencia y, eso sí, indefectiblemente, la pedantería y la suficiencia”.

“el monárquico liberal es un completo absurdo, aunque eso sí, un absurdo bastante frecuente. A la larga tal vez sea más dañino para el país y para la propia Institución que el mismo republicano”.

“La democracia inorgánica, el sufragio universal, los partidos políticos y el parlamentarismo, este es el atractivo y nefasto ropaje exterior que emboba a los ingenuos, a los débiles mentales o a los que no han estudiado suficientemente”.

“Porque si el liberalismo católico, en sí mismo, no es tan condenable como el socialismo, resulta, sin embargo, mil veces más peligroso. Los enemigos son siempre preferibles a los traidores”.

“En cuanto a la libertad de enseñanza, nada existe más peligroso para el Catolicismo que este principio, hijo bastardo de la Revolución laica”. Por ello, “donde no quede más remedio, es evidente que habrá que aceptar la libertad de enseñanza, pero éste no es el ideal de la Iglesia”. Porque lo ortodoxo es que “el error no tiene ningún derecho” y “sólo puede haber libertad para la Verdad”.
la libertad de prensa “ha de tener forzosamente unos límites”, de modo que “quienes han propugnado una libertad absoluta de Prensa, han fracasado”

“la Monarquía liberal es la táctica que emplean los republicanos para llegar más fácilmente a la República”.

El monárquico Anson propugna “la Monarquía pura, a la que hoy se llama representativa para diferenciarla de sus varias adulteraciones históricas: la Monarquía absoluta, la Monarquía liberal, la Monarquía electiva”.

 “el derecho de sucesión no se funda solamente en que el heredero se ha educado desde la niñez en su profesión, convirtiéndose así en un ‘profesional’. Ni se basa tampoco en la permanencia de la Jefatura suprema del Estado. La justificación más profunda de la función monárquica consiste en que, en virtud de la herencia, el Monarca no ha de agradecer su puesto a éste o al otro grupo, sino sólo a la voluntad del Todopoderoso”.

si el fin del Estado es el Bien Común, el sistema político más aceptable será aquel capaz de conseguir ese Bien Común de manera más perfecta. De aquí nace una adhesión espontánea a la Monarquía representativa y una repulsa completa de la República en cualquiera de sus formas, sobre todo en la más pura, la liberal y parlamentaria, del sufragio universal y del partidismo sin medida”, puesto que “pocos principios revolucionarios existen en la actualidad tan desprestigiados, teórica y prácticamente, como el del sufragio universal”. Nada peor: “el sufragio inorgánico es un pésimo, un lamentable sistema representativo”.

 “La Monarquía en España o es católica o no puede existir porque la llamada Monarquía liberal es el puente tendido hacia la República, es el pacto entre la Institución y la Revolución”.

“O restauramos íntegramente la Monarquía de Su Majestad Católica, o empujamos a la nación hacia la República, hacia la Revolución y hacia el abismo”.

“En los países gobernados por un Estado católico, no se puede consentir la existencia de ningún partido que propague principios religiosos, sociales o políticos distintos a los de la doctrina católica”.

“En una Monarquía católica es inadmisible la existencia de cualquier partido que, directa o indirectamente, ataque o menoscabe los siguientes principios fundamentales: La Religión Católica, la unidad nacional, la Monarquía representativa, la legitimidad dinástica, la representación orgánica, los derechos y deberes de la persona y el resto de los principios contenidos en las leyes fundamentales de la nación”.

Impresionante ¿no creen?. El caso es que anoche, en un descuido, me pareció escuchar al gran fabulador hablar de la «atroz» dictadura de Franco y del daño que éste hizo a la monarquía (supongo que se refería a la designación de Juan Carlos como sucesor). Y, de repente, me vino a la memoria aquél libro tan curioso que tan pocos conocen……

LFU

19 de mayo de 2010

Todo lo que tengo se lo debo a él.


«(…) Franco se encontraba mucho mejor, y aunque no recibía oficialmente visitas, si se reunía con algunas personas de su entorno. Hacía en Madrid mucho calor y a él le gustaba sobre todo dar largos paseos por el jardín del Pardo. El día 4, cuando le acompañaba, llegó el Príncipe de España. Vinieron también doña Sofía y los niños. Franco habló con ellos con gran cariño. Le oí decir:
-Aquí estoy un poco solo, por eso me gusta que me vengan a ver.
Efectivamente, por aquél entonces en el palacio no había nadie de la familia. Sus nietos estaban en el pantano y el Caudillo –yo lo notaba- se encontraba un poco huérfano de cariño. En un aparte, don Juan Carlos me interrogó sobre el estado clñínico de Su Excelencia y aprovehcé para responderle:
-Una de las cosas esenciales que precisa es afecto, el cariño de todos a los que él considera su familia y, pienso que entre ellos incluye a Su Alteza y a sus hijos.
-me parece muy bien, yo haré lo que pueda –me aseguró el Príncipe.
Luego añadió:
-Todo lo que tengo, se lo debo a él. (…)»

«Los últimos 476 días de Franco». Dr. Vicente Pozuelo Escudero. Ed. Planeta. 1980. Página 47

28 de diciembre de 2009

Mensaje Real de Nochebuena

Como dice Enrique García-Máiquez, a menudo mis mejores artículos los escriben otros. He aquí uno de ellos, escrito sin complejos, por alguien que sabe muy bien lo que dice. Podéis leerlo también en su blog.


"Destacan dos cosas en el reciente Mensaje del Rey: primero, el empequeñecimiento y arrinconamiento de la imagen cristiana; segundo: el catálogo de fracasos y carencias de la nación, resumidos, en sus causas, en la falta de unidad y la desaparición del estado.

Se echa de menos, por lo tanto, explicar el porqué de la derrota del símbolo de la Fe común, y la incoherente reclamación de unidad política. Esto no ha podido pasarle por alto a Su Majestad, porque es muy evidente.

El estado, al frente del cual se encuentra La Corona, para que haya sido posible ha exigido un olvido flagrante de solemnes juramentos y que los fijosdalgos de esta nueva Santa Gadea hayan consentido en ello. La alegada necesidad de incorporación a la democracia tenía otros caminos, que ni siquiera se propusieron y explicaron, pero que, en aras del bien común, se pasaron por alto en un vidrioso proceso de renuncias, traiciones y condenas del buen español que fue Franco.

En esta situación es lógico que la Monarquía se vea muy vulnerable, porque cedió ante unas exigencias minoritarias que, puestas en práctica, han conducido a un rechazo radical por los débiles exigentes y al enfrentamiento partidario, basado en falsas ideologías y ambiciones totalitarias y rupturistas.

Este es un modestísimo y brevisimo Mensaje Ciudadano de Respuesta al Mensaje Real de Nochebuena


Rafael Ruiz Gallardón"

No se puede decir más con menos

LFU