"Mi sueño es el de la patria, el pan y la justicia para todos los españoles, pero especialmente para los que no pueden congraciarse con la patria, porque carecen de pan y de justicia.". JOSÉ ANTONIO

27 de julio de 2012

Franquismo y mediocridad, con ironía


Artículo publicado en ABC de hoy, 27 de julio de 2012

4 comentarios:

Unknown dijo...

Por supuesto que el el período mal llamado "franquista" hubo aciertos y errores pero no tengo ninguna duda de que si la historia dado vencedora a la coalición del frente popular, ni yo ni media España existiríamos; se hubiese producido el exterminio de todos los vencidos, tal y como hicieron los mayores asesinos de la historia, lenin y stalin. Y por que no decirlo, la Sra. San Sebastián seguramente no hubiese tenido la posibilidad de estudiar una carrera o criarse con mas de una "chacha" en casa; solo por poner un ejemplo.

José Luis Ortiz dijo...

La periodista Isabel San Sebastián adolece, como muchos periodistas, sobre todo de la izquierda, de objetividad histórica, y como bien dice nuestro amigo Luis-Kiko, si no hubiera ganado el bando nacional la Guerra Civil, ni ella ni muchos otros periodistas hubieran podido no ya estudiar una licenciatura, ni siquiera nacer. No se puede achacar los males del sistema democrático ni del Estado autonómico al Régimen Franquista. Éste último tuvo sus aciertos y sus errores, pero lo que no se le puede culpar es de falta de identidad nacional, que sí la hubo y nos consta sin lugar a dudas, potenciando la idea de Nación española y siempre evitando los nacionalismos mezquinos e insolidarios que nos están llevando, desgraciadamente en la actualidad, a una crisis de identidad como nación y, lo que es peor, a un riesgo de desintegración territorial.
Por tanto, Isabel San Sebastián debería de abstenerse de criticar al Franquismo, al igual que hacen muchos compañeros suyos, y elogiar, por el contrario, a un régimen político que siempre dio muestras de estar a la altura de las circunstancias.
Una vez más no nos decepcionan en absoluto las palabras de D. José Utrera, cuya sabiduría y honestidad resultan plenamente claras.
Un abrazo, LFU y ¡Arriba España!

18 de julio dijo...

Cada vez que leo un artículo de D. José Utrera o escucho uno de sus discursos, aunque lo lea LFU por circunstancias insalvables, siento envidia de la España de hace unos años, y asco, pena y rabia viendo la España que nos queda hoy.

Lo que poca gente se atreve a reconocer, o quizá sus limitaciones morales le impidan hacerlo, es la enorme diferencia que separa a los hombres (cierto que hubo miserables también, y los conocemos) que sirvieron a España bajo la dirección del Caudillo y estos otros, los de hoy y desde hace 37 años, que se sirven de España para sus bastardas aspiraciones personales y partidistas, con la ausencia de liderazgo y ejemplo moral desde la jefatura del estado.

Atacar el Franquismo desde la España de hoy es un ejercicio de cinismo y estupidez progre, que aspira al reconocimento público de esa parte de España que reniega de su pasado, de sus raíces cristianas y que no es digna de la herencia que nos legaron nuestros caídos y hombres como Utrera. Siento verdadero asco por esta chusma de hoy.

Yo sí añoro el pasado de España, cuando sentíamos orgullo de ser españoles, cuando nos erizaba el vello la simple presencia de nuestra bandera nacional o escuchar nuestro himno español. Yo sigo sintiendo esas cosas, como los que frecuentan esta página y participan en ella, como su dueño y el padre de su dueño. Eso no nos lo va a arrebatar ningún miserable ni ningún mezquino de hoy.

Nuestro deber de patriotas nos exige tomar el ejemplo de quienes han hecho a España ser Una, Grande y Libre para pelear por que vuelva a serlo de nuevo. Tenemos una deuda que no estamos pagando para con nuestros caídos de La Cruzada, para con nuestros mayores. Esto no es una arenga patriotera ni un deseo de un nostálgico incapaz de evolucionar. Es el deber que todos nosotros debemos asumir cada mañana en nuestras vidas particulares y es la razón que debe dar lugar al nacimiento de una nueva esperanza real y plausible que salve a España de la situación actual, que reconduzca el presente y garantice el futuro de una España que no nos pertenece sólo a nosotros, puesto que pertenece sobre todo al futuro, a los que nos sigan. Tenemos la obligación de garantizar una España mejor a nuestros hijos, y no lo estamos haciendo. Nos conformamos con escribir unas líneas en un blog o un periódico, paro no pasamos a la acción, y alguien nos lo recriminará en el futuro, como ya nos lo recriminan desde sus tumbas nuestros caídos y antepasados.

¡Arriba España!

Anónimo dijo...

Doña Isabel San Sebastián el pasado día 30 de Julio ha contestado, "agradecida" a D. José en un artículo titulado "Esa España Grande de la Libertad". Y es muy difícil contraponer a ambos. Es imposible. D. José Utrera Molina habla de las realidades conseguidas, de la verdadera libertad del hombre. Doña Isabel San Sebastián, termina su artículo a modo de síntesis, al igual que muchos de los bienintencionados intelectuales españoles aislados de las necesidades de su pueblo y encerrados en su respectiva torre de marfil, contraponiendo a las realidades conseguidas sus utópicas ensoñaciones: "MI ESPAÑA SÓLO PUEDE SER GRANDE EN QUE CADA ESPAÑOL SEA LIBRE, POR ESO LA DE FRANCO FUE A MIS OJOS TAN PEQUEÑA". Doña Isabel, parte de un error brutal y fundamental, pues no pueden compararse realidades producidas con anhelos incumplidos. A no ser que en realidad, para dicha señora, su concepto de la libertad y la grandeza descansen solo en las libertades políticas, esto es, la libertad de partidos políticos, aisladas y como es evidente en contradicción flagrante con la libertad de su pueblo. ¿Puede doña Isabel argumentar la grandeza de un sistema de libertades ciudadanas con una juventud atenazada por la esclavitud del desempleo y la falta de futuro hasta el punto de la coincidencia en que se ha perdido una generación entera? ¿Puede esta señora hablar de grandezas comparativas con SEIS MILLONES de compatriotas suyos encadenados a la desesperación? ¿Es que estos españoles son libres? ¿Puede esta señora hablar de libertad cuando España está esclavizada por el consumo más alto de cocaína y otros estupefacientes del mundo? ¿Puede hablar de libertad esta señora cuando está siendo desmontado en nombre de la “libertad económica”, inmisericordiamente, todos los grandes logros sociales conseguidos inequívocamente por el Régimen al que sirvió con lealtad entusiasta D. José Utrera Molina? ¿Quizás es de mayor contenido moral la libertad para comer en Cáritas? ¿Puede esta señora hablar de libertad cuando es imposible hablar el idioma en el que tan bellamente se expresa en algunos puntos de España? Y así sucesivamente. Para ella, para esta señora, la libertad es una libertad utópica, es una libertad de garantías teóricas, es una realidad conseguida, que cada vez se aleja más del horizonte de las posibilidades. Confunde sus ideas con la realidad en la que vive. Y de esto se trata. No de comparar ideologías, sino realidades. Y lamentablemente, la España actual, es una gigantesca dictadura política, que vive gracias al secuestro de la verdadera libertad del pueblo español. Entre otras cosas, la de ser dueño de sus destinos. Y por eso no cabe más replica y contrarréplica. Porque son dos mundos distintos. Uno el conseguido y el que representa en este caso D. José Utrera Molina; el otro, el de Dña. Isabel, una pura utopía en la que insiste quizás para paliar en algo la realidad de LA ESCLAVITUD ACTUAL DE SU PUEBLO QUE SOLO ES LIBRE PARA ELEGIR AL TIRANO CADA CUATRO AÑOS. Doña Isabel, es cierto, vive en la mejor de las libertades; el fontanero de la esquina, el pensionista, en la peor de las dictaduras. La libertad es otra cosa. Y no es esto, no es esto…