"Mi sueño es el de la patria, el pan y la justicia para todos los españoles, pero especialmente para los que no pueden congraciarse con la patria, porque carecen de pan y de justicia.". JOSÉ ANTONIO
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14 de mayo de 2013

La sonrisa de Anuca


Hace unos días, un diario nacional de marcada tendencia pro-abortista llevaba a su portada un titular de alcance absolutamente estremecedor. Una mujer tras reconocer haber abortado recientemente a su hijo por habérsele diagnosticado síndrome de Down, justificaba su terrible acción alegando –y tal era el titular- que “mejor llorar un mes que toda una vida”.

Me acorde entonces de Ana, la séptima hija de mis padrinos de bautismo, personas ejemplares donde las haya.  Ana –Anuca como todos la llamaban- tenía  Síndrome de Down, además de otras muchas complicaciones que hicieron que Dios quisiera llevársela a la temprana edad de 21 años.  Puedo dar fe que aquél ángel –qué otro nombre poner a quien ha sido creado por Dios para ofrecer un amor incondicional-  fue inmensamente feliz en su corta vida pues amó y fue amada con la misma intensidad. Y en medio de su calvario -que lo tuvo- era capaz de dibujar la más preciosa y sobrecogedora sonrisa. En su bendita ingenuidad no había lugar alguno para la maldad o el retorcimiento. Decía, con marcado gracejo sevillano, lo primero que se le antojaba, no conocía la mentira y era incapaz de adivinar en el corazón de los demás la menor sombra de odio o de rencor, sentimientos que no encontraban cabida en su limpio e infantil universo. 

Recuerdo que siempre que iba a su casa me recibía con un estrépito de alegría, me regalaba piropos que me azoraban –era una grandísima coqueta- y me abrazaba y besaba con cariño.  Era la alegría de sus padres y la de sus seis hermanos que la cuidaron y quisieron con locura hasta el final y que la quieren todavía como si cada rincón de su casa guardase el eco de su felicidad. Los que no han conocido a una persona con síndrome de Down no pueden atisbar siquiera la enorme dimensión de la alegría y el amor que son capaces de regalar esos hijos predilectos de Dios, eternamente niños, y lo mucho que pueden llegar a llorar los demás ante el vacío que dejan cuando suben al cielo.

Por eso me dolió especialmente ese titular.  La mujer que el diario progresista utiliza inicuamente en defensa del infame aborto eugenésico, ignora que además de llorar durante un mes -lo que implica que es consciente de lo injusto de su acción- llorará probablemente el resto de su vida, cada vez que vea por la calle la sonrisa de un niño con síndrome de Down, pues en ellas verá retratado el rostro de una felicidad que ella misma ha hecho imposible.

Posturas como ésta son el fruto del egoísmo y la amoralidad que impera en una sociedad que exalta la comodidad y rechaza el sacrificio, que impone la ley del fuerte sobre el débil, que decide quien tiene no derecho a vivir en función de su utilidad, negando a los más frágiles el sagrado derecho a nacer y facilitando la eliminación de aquellos a los que la edad o la enfermedad los convierte en una carga. Paradójicamente, la progresía asume en este caso sin despeinarse los postulados nazis de la selección de la especie en base a una supuesta compasión mal entendida por el discapacitado a quien, por un lado se le priva del derecho a nacer o se le facilita el tránsito, al tiempo que se promueve el respeto y la eliminación de barreras para los que han tenido la suerte de nacer, que cada vez son menos.  Lamentablemente, tampoco la derecha tiene claro lo contrario. No hay más que contemplar las reticencias y largas cambiadas con la que algunos miembros destacados del Pp han recibido la importante propuesta del Ministerio de Justicia para la eliminación del aborto eugenésico, anteponiendo el cálculo electoral y la evitación del desgaste a los principios morales de la inmensa mayoría de sus votantes. No es más que la constatación de la falta de referencias y principios morales de que adolece el partido gobernante

Dios me libre de juzgar a esa mujer. Sólo puedo sentir angustia por la ruina moral que le ha llevado a tomar esa decisión, y rezo para que algún día pueda ver la luz y no acabe sumida en un llanto, no de un mes, ni de una vida, sino de toda una eternidad por haber hecho daño a la más frágil y bondadosa de las criaturas. Es sólo un fruto podrido más de esta sociedad relativista sin otro dios que la búsqueda del propio bienestar.  

Y al elevar mi plegaria, me acuerdo otra vez de Ana, que desde el cielo, en ese lugar cercano que Cristo reserva a los niños, seguirá dibujando sonrisas en el corazón de todos los que tanto y tan bien la quisieron y dan gracias a Dios por el inmenso regalo de su corta vida.

Luis Felipe Utrera-Molina Gómez

1 de mayo de 2013

Un Estado fallido



La realidad termina poniendo a cada uno en su sitio. Una de las cosas que sólo se adquieren con los años es una cierta perspectiva para juzgar las situaciones sin impaciencias ni improvisaciones.

Sólo los que no quieren ver, se empeñan en defender un Estado de las autonomías, el de la Constitución de 1978, absolutamente fallido. No sólo ha logrado multiplicar por tres el número de funcionarios que había en España en 1976, incrementando exponencialmente un gasto público que termina por ahogar a la clase media a base de subidas impositivas a las que ya se ha alistado hasta la derecha liberal. Lo peor, con mucho, es que ha dinamitado la unidad nacional, creando abismos de separación entre las diversas regiones de España, subvencionando a los partidos separatistas que en treinta y cinco años de manipulación y corrupción por partes iguales, han enseñado a dos generaciones de españoles a odiar a su patria.

Los que, como mi padre, advertían en 1978 sobre las catastróficas consecuencias del título VIII de la Constitución ven ahora con profunda tristeza lo acertado de sus sombríos pronósticos, que entonces les condenaron al ostracismo.

Aquí ya no valen los parches. Sólo vale una total refundación del Estado si no queremos asistir al desgarro de ver como desaparece la patria que nos vio nacer.

LFU

23 de abril de 2013

El “antifranquista” Miguel Ángel Rodriguez



Aunque me declaro alérgico a las tertulias televisivas, su insoportable omnipresencia en casi todos los canales dificulta la labor de evitarlas, por lo que el pasado domingo caí en la tentación de ver una durante un rato, animado por la siempre interesante presencia de Pío Moa y también de mi joven amigo Blas Piñar que, como decimos por el sur, no da puntada sin hilo.

Resulta regocijante contemplar como Pío, con su aplomo, seguridad, valentía y ausencia de complejos logra sacar de sus casillas no sólo a la caverna social-comunista –de la que procede- sino también a los papanatas de la derecha liberal a los que la sola mención del nombre de Franco les produce sarpullidos y entusiastas adhesiones a los más rancios postulados de la izquierda.

Recordaba Moa con la parsimonia que le caracteriza, que la ETA (si, la ETA) y los socialistas han tenido diversas cosas en común a lo largo de su historia, entre ellas su carácter socialista y su condición antifranquista. A pesar de lo incontestable de tal verdad -que no quita que existan diferencias entre unos y otros- saltaron de sus asientos los cavernícolas de la izquierda anatemizando al sosegado historiador por recordar una obviedad.  Fue entonces cuando el aguerrido Miguel Ángel Rodríguez (más conocido como MAR), abriéndose el pecho en generoso holocausto saltó de su asiento para pronunciar una frase que quedará esculpida en el aire para la historia: “Quiero que conste que yo también soy antifranquista”.

Olvidó el felón aclarar el carácter retrospectivo de su heroica condición, pues nacido en 1964, no parece factible reconocer el marchamo de luchador antifranquista a un retoño que tenía 11 añitos cuando Franco nos dejó. Pero para los restos queda su inefable valor y gallardía al declarar, 38 años después de la muerte de Franco y de su régimen, su condición antifranquista.

Conociendo al personaje, experto muñidor de alcantarillas y sutil propagador de rumores y maledicencias, tengo para mí que de haber tenido Rodriguez una edad lozana en vida de Franco, habría medrado en el movimiento y en su contrario para ver por donde salía el sol con más fuerza y muy probablemente habría servido al insigne estadista Suárez con camisa azul y también sin ella en el rápido desmontaje de su trampolín. Lástima no haber podido comprobarlo.

En cualquier caso, confieso que tras escuchar la ardiente proclama de Rodríguez apagué la televisión para no tener que escuchar más gilipolleces y entregarme sosegado en los brazos de Morfeo.

LFU

4 de abril de 2013

La imputación de la Infanta. Una mala noticia para España

La alegría por el mal ajeno es el mismo pecado que la envidia pero al revés, ya que ésta implica  tristeza por el bien del otro. Esta es la primera razón por la que no me alegro de la imputación de la Infanta Cristina.

La segunda, algo más egoísta, es porque tras leer el auto del Juez Castro de su contenido podría deducirse que el juez de alguna forma ha cedido a la presión mediática y social con el objeto de que no pueda sospecharse de la existencia de un trato de favor por consideración a la persona de la Infanta, lo que, de ser así, sería ciertamente preocupante.

Una cosa es el reproche social que puede merecer la Infanta por haber cerrado los ojos o mirado para otro lado ante el inusual aumento de su patrimonio merced a la actividad profesional de su marido y haber descuidado la obligada discreción de un miembro de la familia real mudándose a una vivienda tan señalada y otra muy diferente es el reproche penal que dicha conducta debe merecer conforme a la ley.

La tercera, porque a pesar de lo escaso de mis fervores dinásticos, creo en el valor que tiene la Corona en estos momentos de decadencia de España, como depositaria de una tradición secular de la historia de España y en su papel vertebrador, alejado de los caprichosos dictados del sufragio universal que tanto daño han causado en los últimos años.  Y no nos engañemos, los ataques a la Corona son alentados por los mismos que añoran la tenebrosa II República, celebraron la maldita Ley de memoria histórica y se mostrarían conformes con la desintegración de nuestra nación.

Y la cuarta, por la pésima imagen que todo esto proyecta de España hacia el exterior en un momento ciertamente delicado en el que necesitamos más que nunca ofrecer una imagen de fiabilidad para atraer la inversión exterior.

Que se me entienda bien. Todo esto tiene un origen que no es otro que el nada ejemplar comportamiento de SM el Rey durante muchos años en el terreno económico –en lo personal no entro- de lo que saben mucho algunos entrañables amigos suyos que pasaron por la cárcel. Que el Rey tuviera fieles escuderos no implica que toda su familia pudiera cubrirse con el mismo paraguas. Y todos sabemos que hasta en las mejores familias los niños acaban emulando a sus padres. Es evidente que en esa familia ha sobrado desahogo y ha faltado ejemplaridad.

Por estas cuatro razones, como cristiano y como español, no puedo alegrarme en absoluto de la imputación de la Infanta, que es una pésima noticia para España.

LFU 

3 de abril de 2013

"La hora de la Monarquía". La obra cumbre de Luis María Anson, el gran fabulador.


El célebre fabulador Luis María Anson alcanzó la cumbre de la mentira con su fábula histórica “Don Juan” en el que se inventó sin rubor una historia reciente de España absolutamente delirante que únicamente  encuentra acomodo en la retorcida mente del atrabiliario y rijoso académico.

Pero mucho antes de alcanzar la cima de su popularidad, dejó escrito un libro excepcional “La Hora de la Monarquía”. (Ediciones Prensa Española 1958), dedicado a su entonces maestro Eugenio Vegas Lataipe, en el que abomina de lo que ahora defiende con ardor, la monarquía liberal, defendiendo la monarquía católica representativa,  del que merece la pena extractar algunas afirmaciones que seguramente harán la delicia de muchos.

Entre todas ellas, resulta especialmente profética la siguiente: “En España la alianza de la Monarquía con el liberalismo o el izquierdismo significaría, en un plazo más o menos corto, indefectiblemente, la anulación y eliminación de la Monarquía. Por eso sobra la miopía política de algunos monárquicos que propugnan la colaboración con los grupos liberales o izquierdistas”.  

Visto lo visto, parece que lleva camino de no equivocarse….pero no se pierdan las que siguen:

Yo quiero afirmar que si se entiende por democracia el gobierno del pueblo por el propio pueblo, la lucha de partidos, el ateísmo en el Estado y el sufragio universal, soy radicalmente antidemócrata

“para algunos el totalitarismo es lo contrario al liberalismo. Y, sin embargo, tienen una misma e idéntica esencia”.

“dentro de ese concepto de liberalismo (negación del orden divino) tan liberal es el Dictador ruso como la Asamblea francesa. El error está en el poder humano sin límites, en no aceptar, en negar la ley cristiana, revelada como fundamento de la sociedad”.

el sufragio, los partidos sin límite, el parlamentarismo absoluto, eso ya no quedan hombres inteligentes que lo defiendan”, porque “los delirios liberales conducen primero a la mediocridad, luego a la corrupción, finalmente a la anarquía y al caos”.

De hecho, la doctrina liberal “no es nada que se pueda tomar en serio. Es, cuando mucho, el oportunismo político, la incapacidad y la incompetencia y, eso sí, indefectiblemente, la pedantería y la suficiencia”.

“el monárquico liberal es un completo absurdo, aunque eso sí, un absurdo bastante frecuente. A la larga tal vez sea más dañino para el país y para la propia Institución que el mismo republicano”.

“La democracia inorgánica, el sufragio universal, los partidos políticos y el parlamentarismo, este es el atractivo y nefasto ropaje exterior que emboba a los ingenuos, a los débiles mentales o a los que no han estudiado suficientemente”.

“Porque si el liberalismo católico, en sí mismo, no es tan condenable como el socialismo, resulta, sin embargo, mil veces más peligroso. Los enemigos son siempre preferibles a los traidores”.

“En cuanto a la libertad de enseñanza, nada existe más peligroso para el Catolicismo que este principio, hijo bastardo de la Revolución laica”. Por ello, “donde no quede más remedio, es evidente que habrá que aceptar la libertad de enseñanza, pero éste no es el ideal de la Iglesia”. Porque lo ortodoxo es que “el error no tiene ningún derecho” y “sólo puede haber libertad para la Verdad”.
la libertad de prensa “ha de tener forzosamente unos límites”, de modo que “quienes han propugnado una libertad absoluta de Prensa, han fracasado”

“la Monarquía liberal es la táctica que emplean los republicanos para llegar más fácilmente a la República”.

El monárquico Anson propugna “la Monarquía pura, a la que hoy se llama representativa para diferenciarla de sus varias adulteraciones históricas: la Monarquía absoluta, la Monarquía liberal, la Monarquía electiva”.

 “el derecho de sucesión no se funda solamente en que el heredero se ha educado desde la niñez en su profesión, convirtiéndose así en un ‘profesional’. Ni se basa tampoco en la permanencia de la Jefatura suprema del Estado. La justificación más profunda de la función monárquica consiste en que, en virtud de la herencia, el Monarca no ha de agradecer su puesto a éste o al otro grupo, sino sólo a la voluntad del Todopoderoso”.

si el fin del Estado es el Bien Común, el sistema político más aceptable será aquel capaz de conseguir ese Bien Común de manera más perfecta. De aquí nace una adhesión espontánea a la Monarquía representativa y una repulsa completa de la República en cualquiera de sus formas, sobre todo en la más pura, la liberal y parlamentaria, del sufragio universal y del partidismo sin medida”, puesto que “pocos principios revolucionarios existen en la actualidad tan desprestigiados, teórica y prácticamente, como el del sufragio universal”. Nada peor: “el sufragio inorgánico es un pésimo, un lamentable sistema representativo”.

 “La Monarquía en España o es católica o no puede existir porque la llamada Monarquía liberal es el puente tendido hacia la República, es el pacto entre la Institución y la Revolución”.

“O restauramos íntegramente la Monarquía de Su Majestad Católica, o empujamos a la nación hacia la República, hacia la Revolución y hacia el abismo”.

“En los países gobernados por un Estado católico, no se puede consentir la existencia de ningún partido que propague principios religiosos, sociales o políticos distintos a los de la doctrina católica”.

“En una Monarquía católica es inadmisible la existencia de cualquier partido que, directa o indirectamente, ataque o menoscabe los siguientes principios fundamentales: La Religión Católica, la unidad nacional, la Monarquía representativa, la legitimidad dinástica, la representación orgánica, los derechos y deberes de la persona y el resto de los principios contenidos en las leyes fundamentales de la nación”.

Impresionante ¿no creen?. El caso es que anoche, en un descuido, me pareció escuchar al gran fabulador hablar de la «atroz» dictadura de Franco y del daño que éste hizo a la monarquía (supongo que se refería a la designación de Juan Carlos como sucesor). Y, de repente, me vino a la memoria aquél libro tan curioso que tan pocos conocen……

LFU

12 de marzo de 2013

El proyecto de Zapatero sigue vigente


Escribí hace tiempo que para mí, Zapatero era más malo que corto de luces y la prueba del nueve está en que, en lo esencial, su maléfico proyecto de ingeniería social sigue vigente.

A casi un año y medio de su adiós, sigue vigente la aberrante legislación abortista de la “Ley Aido” al amparo de la que se despedazan cada día embriones a capricho de sus progenitores en el plazo marcado por la ley.

Sigue vigente –y seguirá per secula seculorum- la nociva ley del divorcio express que ha convertido el matrimonio en el mayor contrato basura que contempla nuestro ordenamiento jurídico. El matrimonio es el único contrato que en nuestro ordenamiento jurídico puede ser resuelto unilateralmente por una de las partes sin alegar causa alguna y aunque la otra parte se oponga, a partir del tercer mes de su suscripción. ¿Qué pensaríamos si se aplicase este régimen de ruptura unilateral sin causa y en tres meses, a la compraventa, al contrato de trabajo o al arrendamiento de vivienda, por ejemplo?.  La ley protege el derecho a romperlo pero no protege el derecho a defender su vigencia. Esto no sucede con ningún otro contrato. Solo hay "acción" (en el sentido procesal del término) para divorciarse; no existe "acción" legítima para defender el matrimonio a partir del tercer mes desde la boda. Este es un fenómeno jurídico absolutamente singular y sin precedentes en nuestro ordenamiento jurídico que tiene una trascendencia social indudable por cuanto afecta a terceras personas (los hijos) necesitados de protección.

Y sigue campante, airosa y desafiante, la famosa Ley de Memoria Histórica, como una herida abierta que no deja de supurar y al amparo de la cual los guardianes del rencor y del odio y los talibanes iconoclastas dan rienda suelta a sus bajas pasiones tratando de manipular nuestra historia reciente conforme a su visión sectaria de la misma.

¿En qué hemos cambiado? Resulta indudable que no se cometen los disparates de antaño en política económica ni en política exterior (exceptuando el papelón del príncipe de Asturias en el “funeral” del sátrapa venezolano), aunque la presión fiscal se está haciendo insoportable, unida a la congelación de inversiones y la ausencia de crédito. No estamos ya en manos de iletrados e iluminados como Aído, Blanco, etc., pero, desgraciadamente, en lo esencial, sigue vigente el proyecto de ingeniería social sectario y maléfico del infame que, aunque apartado de todos, sigue regocijándose al contemplar la incapacidad de la derecha para proponer un modelo social alternativo que neutralice el daño que a España causa su obra.

LFU

19 de febrero de 2013

«STOP DESAHUCIOS- DACIÓN EN PAGO YA» Contradictio in terminis est.


Me asombra que los sesudos expertos en agit prop no cayesen en cuenta de lo absurdo del lema escogido para levantar la bandera social de los menesterosos contra los Bancos. Prescindiendo del efecto nocivo que para la seguridad jurídica y la concesión de crédito tendría la institucionalización de la dación en pago como forma de saldar la deuda derivada de un préstamo, lo cierto es que, de establecerse por decreto la dación en pago, el resultado inmediato sería que los desahucios, lejos de paralizarse, se acelerarían, ya que el deudor habría de entregar la posesión de su casa para liberarse de la deuda contraída por el banco. No es imaginable que el Banco haya de renunciar al cobro de lo prestado y no pagado y de los intereses devengados a cambio de quedarse con la casa y que, además, deba tolerar que la posesión de la casa la siga ostentando el prestatario gratis et amore.

Una cosa es exigir de los poderes públicos una solución paliativa de la situación de aquellos que se han visto desahuciados mediante un sistema de alquileres sociales de viviendas de titularidad estatal y otra muy distinta dinamitar la seguridad jurídica y la ya de por sí exigua concesión de créditos con lemas pancarteros disparatados.

LFU

7 de febrero de 2013

El caso Bárcenas


Me he resistido a escribir sobre el asunto, pues desde un principio no lo vi nada claro. España es un país poco serio, en el que un periódico publica unas fotocopias y el sistema se tambalea. Evidentemente, el nerviosismo del Pp ante la “exclusiva” de El País le deja a uno pensativo, pues si a mí me hacen eso no hubiera tardado ni 24 horas en denunciar los hechos ante la fiscalía, ante la dificultad de determinar de momento al destinatario de una posible querella. Así que digo yo que alguna vergüenza debía haber para tanto balbuceo y nerviosismo de primera hora.

Si los documentos son verdaderos y se demuestra que había una contabilidad B, deben rodar cabezas de arriba a abajo. Pero si finalmente se demuestra que los documentos son falsos, será el mayor gol que le hayan metido a Rubalcaba y a Prisa desde tiempo inmemorial y el que lo haya ideado ha dejado corto a Fouché.  Desde luego, si la Fiscalía descubre que los papeles son falsos, el Director de El País debe responder civil y penalmente ante la justicia. Y Rubalcaba debe dimitir de forma inmediata por pedir la dimisión del Presidente del Gobierno en base a una falsedad.

Ya lo están viendo venir y empiezan a mover ficha para alegar que lo grave son los millones de Bárcenas y no los papeles….Si, si, los millones de Bárcenas son como para sospechar que algo no se ha controlado bien y para exigir la culpa in vigilando de quien debía vigilar. Pero poner patas arriba todo una nación en base a una documentación falsa y acusar de defraudadores a tantas personas, sin prueba alguna, no debería salir gratis. Es evidente que los políticos están bajo sospecha, pero la prensa también debe hacérselo mirar, porque ya está bien que en España siempre se invierta la carga de la prueba cuando quien acusa es un medio de comunicación.   

Y por cierto. Qué diferencia la del Fiscal General con respecto al felpudo de Conde Pumpido. En eso, por lo menos, estamos mejor.

Esperemos a ver qué pasa, pero el provenir próximo se presenta turbulento.

LFU

23 de enero de 2013

Situación límite.



El Parlamento de Cataluña ha dado hoy un paso más en el desafío al Estado, vulnerando manifiestamente la legalidad vigente al declarar como sujeto de soberanía al pueblo catalán. Sería un error quitarle importancia al gesto, en cuanto símbolo y precedente de una futura declaración de independencia. Trinchera que abandonas, trinchera que es ocupada por el enemigo y en esto no es admisible ceder ni un palmo de terreno.

España espera que su gobierno no guarde silencio en esta situación.  Urge una declaración pública por parte del gobierno que demuestre firmeza en el cumplimiento de la legalidad y en la defensa de la unidad de España.

Urge recordar a todos alto y claro que Cataluña no es soberana, ni lo ha sido nunca. Que la soberanía reside en el pueblo español y solo en el y que no se tolerara ningún atentado contra la unidad de la patria.

Estamos ante una situación limite y callar ahora seria una gravisima irresponsabilidad. España se merece un gobierno que la defienda y no haga mutis por el foro consintiendo declaraciones o actitudes desafiantes y manifiestamente ilegales.


LFU

17 de enero de 2013

Cambiar todo para que todo cambie.


Leo en la prensa que el foro Sociedad Civil presidido por Ignacio Camuñas (el otrora conocido como “Nacho de Noche”) presentó ayer una propuesta de reforma constitucional que supondría un cambio radical del actual sistema político. La primera es suprimir las comunidades autónomas para establecer «un estado unitario con un solo gobierno, un único parlamento y un tribunal supremo para todo el territorio». «España no puede seguir así», remachó, «porque no nos podemos permitir 17 gobiernos, 17 parlamentos, 17 tribunales superiores de justicia y 17 tribunales de competencia».

La segunda, cambiar la Ley Electoral e instaurar un sistema mayoritario con 300 circunscripciones pequeñas que elegirían a un solo diputado. Los otros 50 se votarían en circunscripción nacional. Además, plantean la supresión del Senado, porque en un estado unitario no tendría sentido mantener una pretendida cámara territorial.

El ex ministro expuso que el Estado de las Autonomías se ha demostrado «un intento fallido» porque «tuvo como función esencial dar acomodo a los nacionalistas catalanes y vascos». Más de 35 años después, esos nacionalistas han demostrado su «gran deslealtad» y que quieren «romper España» al aspirar a la independencia de Cataluña y del País Vasco.

«Queremos purificar nuestra democracia», añadió el ex ministro, «que se retiren las subvenciones a los partidos y a los sindicatos y que estas enormes organizaciones que hoy son los partidos cobren una dimensión menor, dejando paso a la sociedad civil».

En efecto,  los nacionalistas han demostrado una gran deslealtad....pero los que diseñaron el modelo constitucional, acreditaron, en el mejor de los casos, una colosal ingenuidad. Espero que nadie nos venga nunca más con lo de la “modélica transición”, porque la verdadera transición no la hicieron Suárez, Torcuato, ni el Rey. La dejó hecha el régimen anterior que tomó una España pobre y desgarrada y dejó una nación reconciliada, en paz y desarrollo, para que otros sentaran después las bases para la decadencia de nuestra Nación.

Nunca es tarde si la dicha es buena, reza el adagio castellano.  Ojalá nos hubieran ahorrado tanto sufrimiento y evitado que España se convirtiese en un lodazal infectado de corrupción y desvergüenza.  Pero bienvenida sea esta iniciativa y bienvenidos Camuñas y los demás que vengan con humildad al camino del sentido común, porque para que todo cambie, antes es preciso cambiarlo todo.

LFU

13 de diciembre de 2012

Sensación de impunidad

El abierto y descarado desafío secesionista por parte de la corrompida y desvergonzada clase política nacionalista no desaprovecha ocasión para manifestarse mediáticamente, copar portadas y telediarios, en definitiva, hacer todo el ruido posible sabedor de que España es una nación en decadencia, quebrada en su interior por un sistema constitucional que alentó posibles virus desintegradores sin prever vacunas o remedios efectivos contra ellos.

El bochornoso espectáculo de ayer en el Congreso, la intolerable chulería de unos sujetos insultando a nuestra nación, y amenazando abiertamente a su gobierno con la insumisión manifiesta a cualquier ley que pudiera obligar a las instituciones autonómicas a respetar el derecho de cualquier padre a que su hijo pueda escolarizarse en la lengua oficial del Reino de España, no merecía una contestación tan medrosa, cabizbaja y acobardada por parte del Ministro de Educación, balbuceando que no pretendía en modo algún atacar a la escuela en catalán. ¡Pero qué es esto!, me revolvía en mi interior al escuchar la intervención del ministro, arrinconado y a la defensiva ante un desafío abierto y descarado por parte de unos cuantos forajidos envalentonados con acta de diputado.   

Asistimos a una clamorosa quiebra del Estado de derecho, del principio de legalidad, donde la autoridad del Estado parece haber quedado limitada a su poder coactivo en materia tributaria para los millones de españoles –cada vez menos- que se levantan cada día para ganar honradamente su pan de cada día.  Para esos que se desayunan cada día con noticias alusivas a la corrupción de unos y otros, de las cuentas en Suiza, de las sociedades pantalla, del 3%, de las comisiones millonarias que todos parecen conocer menos el fiscal,  mientras escarban en sus bolsillos para juntar un euro con el que pagar su café.  Esos que no entienden por qué carajo no existe una voz en el gobierno que se alce de una vez, con la legitimidad que le dan millones de votos prestados por la desesperación, para decir alto y claro un ¡Basta ya! que lo entiendan hasta los que lamentan que aún se hable el castellano en  los colegios de Barcelona.

No podemos asistir inermes a un clima generalizado de impunidad que se ha instalado en la sociedad española. No podemos permanecer impasibles ante el desafío de quien presume ufano de pasarse por el arco del triunfo el principio de legalidad contestado con un silencio cobarde y acomplejado por parte de quienes representan las más altas magistraturas del Estado.  

La misma sensación de apisonadora que provocan las providencias de apremio del Ayuntamiento ante una leve infracción de tráfico debe recaer de manera urgente sobre los genios de la disgregación que se esconden bajo los hongos de cada aldea.  Los españoles necesitamos, ahora más que nunca, cuando se nos exigen sacrificios sobrehumanos, que el Gobierno no haga dejación de su poder y utilice todos los resortes que están a su disposición para demostrar que  con el Estado de derecho no se juega. Hasta las últimas consecuencias. Porque es muy posible que el ardor nacionalista acabe arrugándose cuando el pueblo que no llega a fin de mes vea desfilar caminito de Jerez a los patriarcas mesiánicos que se lo han estado llevando calentito con bolsas del corteinglés  mientras se enfundaban en la bandera para cubrir su propia iniquidad y su colosal desvergüenza.

LFU

14 de noviembre de 2012

Breves sobre la actualidad


Como últimamente no tengo un respiro en el trabajo, dejo algunas pinceladas sobre la más rabiosa actualidad:
  1. La unión entre dos personas del mismo sexo con vínculo de afectividad análogo al matrimonio no es un matrimonio, lo diga el Tribunal Constitucional o su porquero. Ya sabemos lo que da de sí la Constitución en los treinta y tantos años que ha venido siendo estrujada por un Tribunal político desprestigiado, carísimo y absolutamente prescindible. Así que me declaro insumiso ante el término y lo que es más importante, ante la discriminación que implica respecto del matrimonio natural, el de un hombre y una mujer, que es el que ha posibilitado que no se extinguiese nuestra especie.
  2. El supuesto derecho a adoptar debe decaer siempre ante el derecho de un niño a tener un padre y una madre y no dos madres, dos padres o tres padres y dos madres. Esto es de cajón y no es que dos padres, dos madres o lo que sean no puedan darle el mismo o más amor: lo que no pueden darle es la posibilidad de tener un padre y una madre, esto es, de poder interactuar con ambos a la vez. 
  3. Es absolutamente despreciable e intolerable que el Sr. Anson utilice la Real Academia para imponer su ideología/fantasía en el Diccionario. la definición del "franquismo" como régimen totalitario es mendaz, sectaria y no resiste un análisis mínimamente serio desde el punto de vista de la doctrina del derecho político.
  4. Me parece ridículo que crucifiquen al futbolista Susaeta con sus declaraciones sobre la "cosa". A un futbolista de 23 años educado en Vascongadas bajo el imperio de la LOGSE no se le puede exigir que se exprese con propiedad cuando le ponen delante una alcachofa. Bastante es que con la que está cayendo, el muchacho no haya mandado a la porra a España y haya expresado su deseo de formar parte de la selección de eso que llaman Euz....
  5. Por cierto, el futbolista Piqué ha hecho mucho más con sus declaraciones que el PPC (partido políticamente correcto) para combatir el secesionismo. Menuda ocurrencia la del autonomismo diferencial de la recauchutada y acomplejada candidata
  6. ¿Alguien puede decirle al Ministro de Estado Margallo que no se dice "latinoamérica" sino "Iberoamérica", sobre todo cuando tiene que hablar de la Cumbre Iberoamericana? ¡Qué cruz!
 Volveré

LFU

22 de octubre de 2012

"El poder de la fantasía". (Certero retrato de Boadella sobre la Cataluña de hoy)


(Publicado en El Mundo el 26 de septiembre de 2012)

No nos engañemos. No son únicamente los políticos. Con apenas un siglo de minuciosa tenacidad se ha ido moldeando en la mente de cientos de miles de catalanes una fábula elemental pero de una eficacia incuestionable. Todo ciudadano de este territorio tiene hoy la oportunidad de formar parte de una biografía impoluta en la que nuestros antepasados, recientes o remotos, no tuvieron responsabilidad alguna en los desmanes de la Historia. Los desequilibrios, angustias o perjuicios sufridos por dicha comunidad tienen siempre el mismo culpable real, convicto y al acecho. No es necesario ni averiguarlo, pues en la actualidad, este mecanismo ya brota instintivamente en cualquier hijo del territorio mítico. La cruda realidad resulta ahora algo inconcebible para todo catalán que se precie y la sola duda sobre los pormenores de la utopía es considerada una intoxicación promovida por el enemigo tradicional.
Visto desde fuera, el escenario provoca distintas consideraciones. Son muchos los españoles que no comprenden nada de lo que sucede, porque intentan juzgarlo bajo la óptica de la realidad y el sentido común, pero también son muchos los que entran en el juego y aceptan su papel de pérfidos en la leyenda. Y es precisamente esta actitud la que ha promovido una situación como la actual cuyos indicios nos hacen prever un desenlace irreversible.
Deberíamos reconocerles a los dirigentes catalanes en el ámbito de la política, la cultura y los medios de comunicación, una astucia magistral para alcanzar sus objetivos frente al Estado. En las últimas décadas han conseguido acomplejar a un buen número de españoles como responsables de coacciones a su libertad y sus derechos étnicos. No es nada nuevo, desde los tiempos de Cambó subsiste un perseverante entrenamiento en esta disciplina. No obstante, era imprevisible que todos los gobiernos de la democracia sucumbieran a la retorcida estratagema con un insólito olvido del pasado. El resultado de tal ignorancia está a la vista; el complejo de culpabilidad ha fluctuado siempre en el momento de tomar decisiones de Estado, incluso ante manifiestos chantajes, no fuera caso que lesionáramos los sentimientos del territorio oprimido. Obviamente, a medida que pasaban los años las responsabilidades de los gobiernos eran mayores pues mayor era el descaro de los dirigentes regionales. Desde el taimado Pujol, nombrado entonces «español del año» hasta el actual presidente regional que se permite órdagos retadores, han transcurrido cerca de 30 años. Durante este tiempo, mientras España miraba a otra parte o incluso alentaba los derechos históricos de la fábula, dos generaciones de catalanes han sido aleccionadas en el odio a lo español.
Quizás ahora ya es muy tarde para contrarrestar el poder de la ficción. Está demasiado extendida y todos sabemos que se trata de una fuerza avasalladora con la cual muchas religiones han dominado el planeta. ¿Cómo recomponer la trama de afectos mínima e imprescindible para vivir lealmente bajo el nombre de una nación? ¿Cómo desvanecer los ensueños de territorio mítico cuyo perpetuo enemigo pretende su desaparición? La muchedumbre de sonámbulos avanza hacia el abismo clamando consignas y enarbolando estandartes de pretendida libertad. Es lógico, pues nadie desea despertar a la realidad cuando ésta significa angustia, congoja, dudas o sacrificios.
Los agentes propagadores del quimérico somnífero son muchos y diversos. Los más ostentosos son los chicos de Esquerra que a pesar de su torpeza, por lo menos han funcionado a cara descubierta. Sin embargo, la distribución más eficaz ha corrido a cargo de los agentes dobles de CiU, PSC, ICV, con la aquiescencia del PP en los últimos tiempos. Me refiero siempre a la distribución pero no a la elaboración. Proporcionarle forma al engendro ha sido una labor eficazmente realizada por la totalidad de los medios catalanes a los que se ha subvencionado a cambio de elaborar una realidad inexistente favorable al empeño separador. Un ensueño de chicha y nabo apoyado en la inducción al sentimiento paranoico contra Madrid que de forma tan fácil, rentable y eficaz, penetra en el ciudadano predispuesto.
En este caso, los medios han sido algo más que simples mercenarios publicistas de un régimen porque sin esta falsificada realidad nada hubiera sobrepasado los delirios de unos grupúsculos. Bien es cierto que el éxito se ha producido por una conjunción de acontecimientos pues parece imposible conseguir, en un contexto democrático, la unión de todos los medios, ya sean públicos o privados, con un solo objetivo. En este sentido, no debemos olvidar algún hecho revelador como la famosa editorial conjunta, la cual vino a demostrar su predisposición al totalitarismo en cuestiones identitarias. Este poderío absoluto de los medios no sólo ha promovido una ficción cursi y xenofóbica sino que ha provocado el silencio de una mayoría, cuyo pensamiento se halla al margen de las fantasías étnicas, pero que permanece atemorizada al encontrarse desatendida ante la actitud de los gobiernos de la nación.
En el futuro, quizás dentro de pocos o muchos años, mi condición de dramaturgo me hace prever un macroproceso cuyo título podría ser El juicio de Núremberg-Ripoll. Allí los propios catalanes juzgarán las responsabilidades por haber transformado en territorio anodino, pedestre y resentido, lo que un día fue un lugar bello y agradable, repleto de gente sensata y educada, con un notable sentido cívico. Un lugar donde el sarcasmo y un grado soportable de chifladura llegó a producir genios como Josep Pla y Salvador Dalí, relegados hoy por la inteligencia cultural como desafectos al régimen. Es posible que el juicio tenga que ser simbólico y sólo en efigie de los acusados debido al tiempo transcurrido, pero como la vida es pendular no duden que esta catarsis llegará. Después, lo de siempre, demoler monumentos, cambiar nombres de calles, plazas, estadios…
En cualquier caso, buscando el lado positivo de la adversidad, me veo por fin como español en la tierra que nací gracias al pasaporte que me expedirá la futura embajada española de Barcelona. Una vejez como minoría protegida.
Albert Boadella es dramaturgo y director de los Teatros del Canal.

19 de septiembre de 2012

¿Comunista hasta el final?

En dos ocasiones he escrito en esta tribuna sobre Santiago Carrillo, un hombre al que la longevidad  le ha jugado una mala pasada. Carrilllo debió haber desaparecido en la década de los 80, lo que le hubiera consagrado para muchos como gran artícife de la entonces idealizada transición, enorme icono del "antifranquismo" y hubiera difuminado para siempre su directa responsabilidad en las matanzas de noviembre de 1936.

Se hubiera evitado contemplar, primero el declive del PCE, después su expulsión del partido y finalmente, contemplar como en un par de días se derrumbaba para siempre el muro de la infamia con el que el comunismo sometió y masacró a cientos de millones de personas de todo el mundo. Pero, sobre todo, hubiera evitado convertirse en un pelele del revanchismo garzo-zapaterista, que logró rescatar lo más siniestro de su personalidad, para terminar abjurando de su supuesto afan reconciliador en la transición, y levantar la putrefacta bandera de la más mezquina revancha disfrazada de memoria histórica.


Hubiera llegado tarde para ver cómo la apertura de los archivos del KGB y la antigua NKVD sacaban a la luz nuevas pruebas incriminatorias de su eficacia desmedida en la eliminación física de miles de adversarios en las sacas de noviembre de 1936, en las purgas y limpiezas del POUM y, posteriormente, en la creación y eliminación de maquis, una criatura que le encargaron crear y posteriormente le ordenaron descabezar y dejar a merced de la Guardia Civil.


La primera vez que hablé de él, lo hice en relación con una profesión de fe comunista proclamada en el homenaje que se le tributó al cumplir 90 años, con estatua de Franco como regalo de cumpleaños  «Siento un orgullo inmenso por haber defendido y militado en el Partido Comunista. Me sigo sintiendo comunista y moriré siendo comunista», recordando con estremecimiento las siniestras palabras que le dirigió a su padre 70 años atrás ante su traición al comunismo: "Cada día es mayor mi amor a la Unión Soviética y al gran Stalin."


La segunda, titulada "Carrillo y el Infierno" a raíz de que el viejo espectro estalinista mandara al infierno a Luis del Olmo tras preguntarle el locutor por su responsabilidad en los crímenes de Paracuellos del Jarama. 


Me pregunto si los Reyes de España habrían tenido la deferencia de acudir al domicilio de un político de la transición que hubiera hecho públicamente una profesión de fe nacionalsocialista; si los medios de comunicación le habrían dedicado sus portadas y especiales a alguien que hubiera dicho algo como "Me siento nazi y moriré siendo nazi." o "Cada día es mayor mi amor a Hitler y al III Reich". 


Dos conclusiones quiero extraer: Que a Carrillo le ha venido muy mal vivir tantos años y que sigue habiendo un distinto rasero para medir a las dos ideologías más infernales de la historia. Presumimos que ha muerto siendo comunista y nunca sabremos si ante la presencia de Dios se habrá acogido benigno a su presencia compareciendo ante su inapelable juicio con toda la humildad del arrepentimiento, o habrá preferido buscar orgulloso y comunista hasta el fin ese infierno al que quería enviar a todo el que osaba recordarle lo más siniestro de su pasado. 


Dios se apiade de su alma.


LFU


11 de septiembre de 2012

Cataluña, esclava de la mentira.


Cataluña conmemora hoy la derrota de los partidarios del archiduque Carlos de Habsburgo contra los de Felipe V en la Guerra de Sucesión a la Corona de España. Los nacionalistas, sin embargo, han convertido tal efemérides en una suerte de holocausto del sentimiento catalán por parte de España como potencia opresora.  Bien pensado, podían haber elegido algún otro acontecimiento histórico, como la toma de Granada por los Reyes Católicos, la Batalla de las Termópilas o el diluvio universal como justificación histórica de su aldeano afán.

Josep Pla se preguntaba con clamorosa ingenuidad: “¿Tendremos algún día en Cataluña una auténtica y objetiva historia? ¿Cuándo tendremos una Historia que no contenga las memeces de las historias puramente románticas que van saliendo?”.

Pero en lugar de seguir a Pla, el nacionalismo catalán, desde el inicio de la transición, decidió emular a Joseph Goebbels, ministro encargado de la propaganda de Hitler, quien solía decir que “una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad”.  Desde hace más de 30 años, todo el aparato del Estado en Cataluña, servido en bandeja a los nacionalistas por los padres de la Constitución y los sucesivos gobernantes, ha venido adoctrinando a la juventud en la colosal mentira de que Cataluña es una nación secularmente oprimida por España. La obsesión  de Stalin –denunciada por Orwell en 1984- por manipular la historia a su antojo, siendo el precursor del borrado de personajes de las fotografías, ha servido de hoja de ruta para los genios de la disgregación, que han contado en su empeño con el entusiasmo catalanista de la izquierda y con la displicencia, cuando no complicidad interesada, de la derecha.

La última y más reciente mentira goebbelsiana utilizada por el independentismo catalán es que la grave crisis económica que padecen es consecuencia de que Cataluña está siendo exprimida por el resto de España que está de fiesta perpetua a su costa. No, por supuesto, del coste de sus embajaditas, de sus innumerables canales de televisión, y de sus innumerables fuegos de artificio identitarios. Y es que fue Zapatero quien tras ganar las elecciones en 2004 levantó el techo de gasto público a todas las Comunidades Autonómicas, y el triparto empezó a derrochar sin medida abriendo embajadas por doquier para colocar a hermanos y familiares y un largo etc., dejando al término de la legislatura la deuda más grande de toda la historia de la Generalidad.

No me gustó que el nuevo embite independentista se despachase ayer por el Presidente del Gobierno con un “no toca” y “estamos para otras cosas”. Frente a la mentira, que esclaviza, la verdad nos hace libres y Cataluña necesita de forma urgente un baño de verdades que la rescate de la roña nacionalista que amenaza con dejar en la postración más absoluta a una de las partes esenciales de España.

LFU

23 de julio de 2012

El atroz aborto eugenésico

«No entiendo que se desproteja al concebido, permitiendo el aborto, por el hecho de que tenga algún tipo de minusvalía o de malformación. Me parece éticamente inconcebible que hayamos estado conviviendo tanto tiempo con esa legislación. Y creo que el mismo nivel de protección que se da a un concebido sin ningún tipo de minusvalía o malformación debe darse a aquel del que se constate que carece de algunas de las capacidades que tienen el resto de los concebidos.»


Alberto Ruiz-Gallardón, Ministro de Justicia en la entrevista concedida ayer a La Razón

Las declaraciones del Ministro constituyen un salto cualitativo en la defensa de la vida. Son un fuerte aldabonazo a las posiciones de la izquierda proabortista que, cautiva de sus dogmas, asume desde hace tiempo  aberraciones éticas como la eugenesia, que formó parte del corpus doctrinal del nazismo. 


Pero suponen un terremoto que promete avivar un amplísimo expectro de conciencias adormiladas que justifican hoy el crimen abyecto del aborto con tal de deshacerse de una carga "insoportable" como  el nacimiento de un niño con minusvalías, con el mismo razonamiento que llevaría a justificar la eutanasia para librarse de la "pesada" carga de unos padres ancianos y disminuidos. Es un atroz subproducto de una sociedad materialista  como la nuestra que abomina verbalmente del nazismo al tiempo que justifica ignorante sus prácticas en función de una concepción hedonista de la vida.


Dios quiera que no nos quedemos sólo en el titular y que se haga, por fin más pronto que tarde, una ley justa que proteja a los más débiles de entre los débiles. 


No creo que haya ninguna otra lucha que merezca más la pena.


LFU



17 de julio de 2012

18 de julio y Estado del Bienestar



La gratificación extraordinaria del 18 de julio comenzó a pagarse principios de los años 40 de forma espontánea por algunas empresas que de esta forma se aseguraban una oportuna mención en el recuadro que los diferentes diarios dedicaban a aquellos empresarios que mostraban esa liberalidad para con sus empleados con ocasión de la Fiesta de Exaltación del Trabajo que oficialmente se celebraba cada 18 de julio.

No fue hasta el 18 de julio de 1947 cuando el gobierno de Franco estableció con carácter obligatorio para las actividades no reglamentadas, la paga extraordinaria del 18 de julio, como lo haría también con la paga extraordinaria de Navidad, recientemente suprimida por el gobierno para los funcionarios, que vivirán junto con la mayoría de los españoles, las Navidades mas austeras de los últimos tiempos.

El pasado sábado, uno de los mejores ministros de Trabajo que ha tenido España, Licinio de la Fuente, recordaba oportunamente como el llamado Estado del bienestar no es una creacion socialdemócrata, sino que fue creado por Francisco Franco y su régimen durante los 40 años de mayores avances sociales de la historia de España.


Y es que todavía en plena guerra, el 9 de marzo de 1938, Franco dicta la Ley del Fuero del Trabajo, en beneficio de los trabajadores. En desarrollo de dicha ley fundamental, se aprueban, entre otras, las siguientes disposiciones:



1 de septiembre de 1939 Ley del Subsidio familiar.
 23 de septiembre de 1939 Ley del Subsidio de Vejez.
 13 de julio de 1940 Ley de Descanso dominical y días festivos.
 25 de noviembre de 1942 Ley de Patrimonios familiares.
 14 de diciembre de 1942 Seguro Obligatorio de enfermedad. Para dar cobertura a la Ley del Seguro Obligatorio de enfermedad, se construyo una red hospitalaria, dependiente de la Seguridad Social: Residencias hospitalarias 292 Ambulatorios 500 Consultorios 425 Residencias concertadas 96
26 de enero de 1944 Contrato de Trabajo, vacaciones retribuidas, maternidad para las mujeres trabajadoras y garantías sindicales.
19 de noviembre de 1944 Paga extraordinaria de Navidad.
18 de julio de 1947 Paga extraordinaria del 18 de julio.
14 de junio de 1950 Reforma del I.N.P. para una mejor cobertura en la acción protectora.
22 de junio de 1956 Accidentes de Trabajo
24 de abril de 1958 Convenios colectivos
23 de abril de 1959 Mutualidad agraria. En esta ley se encuadraron 2.300.000 trabajadores del campo, por cuenta ajena y propia.
 2 de abril de 1961 Seguro de Desempleo.
14 de junio de 1962 Ayuda a la Ancianidad.
28 de diciembre de 1963 Ley de Bases de la Seguridad Social.
31 de mayo de 1966 Régimen Especial Agrario.
2 de octubre de 1969 Ordenanza General del Campo, donde se establece la jornada laboral de 8 horas.
20 de agosto de 1970 Mutualidad de Autónomos Agrícolas.
23 de diciembre de 1970 Ley de Empleo Comunitario.

Así que en 1976, todos los trabajadores españoles tenían cubiertas todas las contingencias por el Estado que había nacido el 18 de julio de 1936:
-Seguro de Desempleo.
-Subsidio de Vejez.
-Invalidez permanente total.
-Invalidez absoluta.
-Gran invalidez.
-Discapacitados y Disminuidos.
-Subsidio de Ancianidad.
-Enfermedad Común no laboral.
-Accidente Común no laboral.
-Subsidio familiar.
-Protección familias numerosas.
-Asistencia farmacéutica.
-Asistencia médica.
-Asistencia hospitalaria.
-Vacaciones retribuidas.
-Descanso Dominical y días festivos.
-Paga extraordinaria de Navidad.
-Paga extraordinaria del 18 de julio.
-Pagas sobre beneficios.
-Convenios Colectivos.
-Representantes sindicales (liberados).
-Jurados de empresa.
-Representación Consejos de la administración de las empresas.

Hoy, gracias a la prodigalidad derivada de la Constitución de 1978, los españoles ven cómo mientras se mantiene incólume la estúpida e ineficiente estructura territorial, se mantiene inalterable la financiación a partidos y sindicatos, se tapan continuamente agujeros millonarios de más 17 canales de televisión autonómicos y  subsiste una cámara inútil como el Senado con 350 senadores, España comienza a pasos de gigante a deconstruir el Estado del Bienestar nacido el 18 de julio.

Es lícito exigir sacrificios a los ciudadanos cuando al mismo tiempo se predica con el ejemplo. El gobierno no lo está haciendo, y presta oídos sordos a lo que es un verdadero clamor en la calle para una reforma en profundidad del Estado que nos permita resurgir de nuestras cenizas con un coste social razonable.

Este es el verdadero espíritu del 18 de julio que debemos defender en esta hora difícil de España.


LFU

18 de abril de 2012

«A quien se humilla Dios ensalza»

Tal escribió Miguel de Cervantes en El Quijote y viene al caso su cita tras la declaración del rey Juan Carlos. Humildad y agradecimiento son virtudes humanas tan fundamentales como harto infrecuentes y son muestra de sabiduría.

En este caso y aunque no le quedara otra, creo que el gesto es de agradecer. No está España para dar pábulo a acometidas republicanas y mucho menos si vienen promovidas por la izquierda sectaria y jacobina de siempre. El Jefe del Estado debe dar ejemplo y si no lo ha dado de austeridad y de oportunidad, al menos si lo ha dado de humildad, que falta hace.

Ojalá cundiese el ejemplo y, empezando por el mismo rey -que no solo debería pedir perdón por lo del elefante- fructificasen los actos de contricción.

LFU

16 de abril de 2012

Despropósito real


«Despropósito» es el término que define mejor el devenir de la familia real desde hace unos años y que está colocando a la Corona al borde del abismo, precisamente en el momento menos propicio para jugar con una institución vertebradora como ésta para la nación española.

Como defiende el maestro Enrique de Aguinaga en su libro "Aquí hubo una guerra" la verdadera transición de nuestra era contemporánea fue el franquismo. Una transición de la República a la Monarquía cuya extensión -provocada inicialmente por los despropósitos de D. Juan, dispuesto a aliarse primero con Hitler y luego con el liberalismo más rancio con tal de acceder al Trono- fue positiva tanto para España, que alcanzó cotas de paz, bienestar y desarrollo desconocidas hasta entonces, como para la propia Corona, que llegó sin prisas ni sobresaltos, de acuerdo con los mecanismos constitucionales de un Estado constituido como Reino desde 1947 y con la lealtad del ejército y las instituciones y el apoyo popular heredado de su predecesor en la jefatura del Estado, Francisco Franco.

Juan Carlos quiso no obstante desde el principio de su reinado sacudirse la legitimidad de su reinado en el régimen del 18 de julio y ampliar la base social de la Corona nadando entre dos aguas y tratando de asentar la Corona también en sectores de la izquierda, objetivo que logró temporalmente con su actitud en el 23-F (no digo cual) y su buena sintonía con los gobiernos de Felipe González. Ello le valió además, ganarse el apoyo de los medios que hasta ahora habían condescendido siempre con cualquier desliz del titular de la Corona.

Desafortunadamente, en los últimos años la Corona parece haber perdido el oremus. Los discutibles matrimonios de las infantas son fuente inagotable de erosión para la institución. El enfrentamiento abierto entre el Rey y la Reina – ella parece haberse hartado del descaro de la preferida y él le culpa de su excesiva tolerancia en la elección conyugal de sus hijos- y el escaso tacto de Su Majestad a la hora de manejar sus negocios personales y planificar sus aventuras cinegéticas (menudo 14 de abril), amenazan con socavar los escasos apoyos que sostienen a la institución, colocando al Príncipe Felipe en una peligrosa e incómoda tesitura.

El problema es que con la que está cayendo y conociendo al paisanaje que puebla la piel de toro, sólo nos faltaba el salto a la república para hundirnos en el abismo. Y es que quienes hablan alegremente de ello no han parado a pensar lo que sería tener a un Peces Barba cualquiera de Jefe del Estado. Para eso, sinceramente prefiero al Rey y más después de escuchar a al pobre Tomás Gómez cuyo alegato republicano puede causarle a la causa tricolor aún más daño que el que causó a la pobre Chacón con su postrero apoyo en el último congreso de Sevilla.

Mis simpatías por la figura de Juan Carlos son perfectamente descriptibles. Pero pensando en España y sólo en España, espero que se toque a rebato en la Corona, dejen de una vez de dar tan lamentable espectáculo y se acerquen a la triste realidad de una sociedad a la que la ruina económica ha cogido baja de defensas como consecuencia de una terrible decadencia moral. Aún están a tiempo de enderezar el rumbo. Mientras Garzón, Bardem, Tomás Gómez y Willi Toledo enarbolen banderas republicanas estoy dispuesto a que me nombren gentilhombre de cámara. Pero no nos lo pongan tan difícil.

LFU

11 de abril de 2012

Necesidad de liderazgo

Cuando todo se tambalea, cuando la nave zozobra es necesario más que nunca que una mano firme agarre el timón y que la tripulación sienta la fuerza, seguridad y el empuje de su capitán. En la guerra, como en los mercados, las naves sin timonel acaban a la deriva y son blanco idóneo del enemigo y la especulación.

España asiste atribulada a una serie de turbulencias de difícil comprensión para la mayoría. No llegará al 1% de la población el porcentaje de españoles que tengan una somera idea de lo que significa la prima de riesgo o el diferencial con el bono alemán. Lo único que perciben es que las cosas no van bien y quieren poder confiar en quien tiene las riendas de la nave.

Para que los mercados recuperen la confianza en España, es preciso que antes España confíe en quien la gobierna. Y eso no se consigue adoptando perfiles bajos, lanzando globos sonda, dejando que cada uno hable por su cuenta y el gobierno y el partido que lo soporta parezca un gallinero. Hoy más que nunca hace falta un liderazgo en España que demuestre firmeza y aporte seguridad y eso se echa en falta en Mariano Rajoy, que está como desaparecido.

Resulta conveniente jubilar de una vez al sociólogo de cabecera y agarrar el toro por los cuernos, diciendo claramente lo que se quiere y se va a hacer, porqué y para qué. Sin globos ni contradicciones. Y que los españoles que no saben lo que es el Ibex o la prima de riesgo sepan de una vez que mientras ellos duermen, hay alguien que maneja la nave con firmeza y sin titubeos.

LFU