"Mi sueño es el de la patria, el pan y la justicia para todos los españoles, pero especialmente para los que no pueden congraciarse con la patria, porque carecen de pan y de justicia.". JOSÉ ANTONIO

27 de abril de 2010

Marcos Ana: Un asesino al frente de la manifestación



Desde que algunos medios como La Gaceta comenzaron a descubrir la verdadera identidad del llamado «Marcos Ana», rescatado por la Izquierda como símbolo de las víctimas del franquismo, no he parado de bucear en hemerotecas, encontrando joyas como la que aparece en la cabecera de esta entrada, editorial de ABC cuya lectura recomiendo.

Resulta cuando menos sintomático que la izquierda haya tenido que echar mano de un asesino de curas como icono de las víctimas del franquismo, aunque resulte terrible para los que fueron tratados injustamente en la posguerra que éste deleznable sujeto enarbole la bandera de los represaliados.

Recojo a continuación un artículo obtenido de El Librepensador sobre esta prenda que parece llamado a compartir con Garzón las nuevas camisetas de la rancia y casposa progresía.

LFU


«MARCOS ANA»

Hasta hace poco tiempo, este personaje era un perfecto desconocido para la inmensa mayoría de los españoles. Ni siquiera muchos de los de su cuerda habían oído hablar de él. Lo cual, no quiere decir que de vez en cuando alguien lo sacara a la luz, pero ésta parecía dañar a la débil epidermis del personaje y poco después desaparecía en las sombras (hace bastantes años lo hizo Jesús Quintero, ya se sabe, “el Loco de la Colina”, en uno de sus pringosos programas radiofónicos). Pero la progresía más rencorosa y miserable, apoyada por instituciones políticas, también rencorosas y miserables, han decidido acabar con este estado de cosas, y en la “gran tenida” se ha decidido elevar al llamado Sebastián Fernando Macarro del Castillo, alias “Marcos Ana”, a la cumbre de la gloria democrática.

Además de “víctima de las cárceles franquistas” y “comunista luchador por la libertad”, este individuo, como Dios no lo remedie, será “Premio Príncipe de Asturias”, como lo piden centenares de asociaciones, partidos políticos y ayuntamientos. No hay más que pasearse por Internet para darse cuenta del barullo que alguien ha decidido levantar. Es como si los sectarios, hasta ahora prudentes, hayan “roto aguas”, y ya ni les importa que la personalidad de Marcos Ana salga a la luz, ellos son los amos de los medios de comunicación y pueden manipularlos a su antojo. Si algunos les restregamos la biografía siniestra de su admirado vate, con considerarnos “fascistas irredentos”, se acaban las discusiones.

Y alguno, harto de preámbulos, dirá: ¿y quién diablos es este Marcos Ana? Vamos a transcribir lo que LA VANGUARDIA de Barcelona (¿qué dirá hoy?) publicaba el 12 de agosto de 1963 (hemerotecas…) sobre un homenaje que se le hacía en Montevideo a este personaje. Hay que leerlo despacio y sin dejar una línea.

UN PASADO SINIESTRO


Sebastián Fernando Macarro del Castillo, a quien la propaganda comunista ha pretendido convertir en poeta con el ambiguo nombre de «Marcos Ana», no es otra cosa que un vulgar asesino. Sus crímenes aún se recuerdan con horror -por el sadismo con que fueron cometidos- en Alcalá de Henares, principal escenario de sus fechorías.

La frialdad con que asesinaba el entonces imberbe militante del partido comunista produce aún en las personas que le conocieron un sentimiento de, viva repugnancia, que contrasta con el «rédito con que parece contar en determinados sectores del extranjero el individuo en cuestión «Marcos Ana» asesinó por su propia mano, de un disparo en la nuca, al sacerdote don Marcial Plaza Delgado, en la tarde del 23 de julio de 1936.

El sacrílego asesinato fue cometido en presencia de la madre y otros familiares del sacerdote. Pocos instantes después, mientras la víctima era atendida, aunque infructuosamente, por su madre y por uno de sus primos, “Marcos Ana» asesinaba, -también con el frío estilo soviético del tiro en la nuca- a don José Plaza Torres, padre del sacerdote a quien había asesinado minutos antes. Dos días antes, es decir el 21 de julio de 1936, el ahora agasajado “poeta” había asesinado a don Augusto Rosado Fernández, a quien había sacado de su domicilio con el pretexto de que debía prestar una declaración sin importancia. El crimen fue cometido también personalmente por «Marcos Ana» en el lugar conocido por «la tierra de los ahorcados», exactamente donde ahora se alza la fábrica «Boca» de Alcalá de Henares. También se le considera responsable de las muertes de don Francisco Mirón y de don Faustino Plaza.

Según el testimonio de las personas que tuvieron que soportar su criminal actividad en Alcalá de Henares, persona que detenía el ahora llamado «Marcos Ana» era asesinada en el acto, o poco después aparecía su cadáver ensangrentado en el cementerio de la localidad o en sus inmediaciones.

Con independencia de estos crímenes, «Marcos Ana» saqueó a mansalva edificios religiosos y domicilios particulares, lucrándose personalmente de los botines que obtenía.

Todos estos crímenes hubieran merecido en cualquier país la más rigurosa aplicación de la justicia. Pero «Marcos Ana» pudo beneficiarse de la suavidad del sistema que ahora ataca y fue puesto en libertad en 1961. Arropado por la fabulosa capacidad publicitaria del comunismo internacional, el criminal de Alcalá de Henares pretende ahora presentarse ante la opinión pública internacional como un manso poeta, que ha sufrido los rigores de las cárceles españolas.

EFE

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Después de ese repaso a las actuaciones del joven Macarro, recordamos lo que escribía Galdós en “El Gran Oriente”: Viendo a los hombres en ciertas ocasiones de delirio, no se puede menos de considerar a la hiena como un animal caritativo. Pues esta joya es propuesta para el “Premio Príncipe de Asturias”.

En el relato que hace EFE sobre Marcos Ana no dice que se libró de la pena de muerte debido a la circunstancia de que, cuando cometió estos crímenes, era menor de edad y sólo tenía 19 años. Sorprende un poco que en la torcidas biografías de este criminal se dice que fue al frente, pero se le retiró porque era menor de edad. Tanto en la zona roja como en la nacional, muchachos de 19 años, y aun con menos edad, combatían en el frente y, si mataban, también podían morir, no como el miserable Marcos Ana al que nos imaginamos en retaguardia, como un Alberti cualquiera, luciendo valerosamente su pistolón ante sus desarmadas víctimas.

No es el “Premio Príncipe de Asturias” un modelo de independencia y equidad, pero si cometiera esta felonía, la institución debería ir pensando en tomar pasaje para Marsella.

por Jesús Flores Thies

23 de abril de 2010

«Aquelarre de carcamales resentidos» Bien por Aguirre

(El cuerpo sin vida de José Calvo Sotelo en el Cementerio de la Almudena, tras haber sido asesinado por miembros socialistas de la guardia de asalto)

No soy precisamente un seguidor de Esperanza Aguirre, pero nobleza obliga y su intervención de ayer en la Asamblea de Madrid fue soberbia. Ya es triste que nadie dentro del Pp hasta ahora se haya atrevido a poner a estos miserables de la manipulación histórica frente a su propia basura.

Aguirre , ante la petición del coordinador de Izquierda Unida, entró de lleno en el fondo del asunto y aseguró que no iba a esquivar la cuestión. "Ustedes y muchos como ustedes aparentan tener una explicación muy simple sobre los problemas de nuestra historia. Para ustedes, en 1936 los españoles disfrutaban de una modélica república en la que se respetaban los derechos de todos los ciudadanos, y de repente, una coalición de militares fascistas y de clérigos carcas, dio un golpe, provocó una guerra civil de 3 años y se mantuvo 36 años en la dictadura. Y a partir de ahí, para ustedes solamente hay buenos y malos. Buenos, todos los de un bando, y malos, todos los del otro bando".

"Idílica la II República, nada de nada", recalcó Aguirre, jaleada y aplaudida profusamente por la bancada popular. A continuación, pidió a Gordo que condenara él "el golpe del 34 en el que participó su partido". "¿Usted condena el golpe del 34 o condena que la escolta de Prieto asesinase al jefe de la oposición?, en referencia a Calvo-Sotelo", le espetó. "La cosa no es tan sencilla, de buenos y malos. En todas las familias los había de un bando y de otro, desde luego en la mía, en los dos bandos hubo hechos heroicos y hechos vergonzosos", lamentó.

Para respaldar sus palabras, la jefa del Ejecutivo recordó que "los tres intelectuales españoles que más defendieron la llegada de la República, Ortega y Gasset, Pérez Ayala, Marañón, huyeron de esa idílica República de usted (de Gordo) y desde el extranjero mostraron su apoyo a Franco y en prueba de ello, enviaron a todos sus hijos al ejército que su señoría llama Ejército golpista".


Asimismo, Aguirre pidió a la oposición que no pretenda disfrazar de ataque a la autonomía universitaria lo que no fue más "que una crítica a lo que fue un aquelarre de carcamales resentidos", aludiendo al acto de apoyo al juez Baltasar Garzón. "Yo no puedo aprobar que se utilice la universidad pagada por los contribuyentes para llamar torturadores y fascistas a los jueces del Supremo", sentenció.

Ojalá cunda el ejemplo y estos cobardes sepan que no todo el mundo está dispuesto a callarse.

Lo dicho, bien por Aguirre.

LFU

21 de abril de 2010

Jiménez-Villarejo: Otro «valiente» lanzado a la fama



Con el permiso del resto de los familiares del mismo apellido, me refiero al que va camino de pasar a la posteridad con más pompa en los rincones de la Wikipedia, merced a su patético apoyo al presunto prevaricador Baltasar Garzón.

Lo cierto es que pocos teníamos alguna idea –más bien remota- de la biografía de Carlos Jiménez Villarejo, pues nunca destacó especialmente por su brillantez, eficacia y seriedad en su oficio de fiscal anticorrupción cargo creado ad hoc en las postrimerías del felipismo agonizante. Se trata, por tanto, de un hombre de biografía predominantemente gris, pero decidido en el ocaso de su vida a no resignarse con el anonimato de una apacible y modesta jubilación.

Y es que Villarejo, hablando en términos taurinos, ha roto en un valiente retrospectivo. Él, cuya carrera de fiscal se inició durante el régimen del 18 de julio, al que sirvió diligentemente formulando acusaciones sin descanso durante trece años sin que se le conociese una voz más alta que otra, sin haberse hecho acreedor a la medalla de “yo-también-corrí-delante-de-los-grises” y ascendiendo igual que el resto de los fiscales de su promoción, ya ofreció una primera muestra de su coraje y valor heróico cuando, con un Franco agonizante, corrió a hacerse el carnet del PSUC, que entonces daba mucho caché. Todo un valiente.

Muerto Franco en la cama del hospital, prefirió no dar muestras de su furia cainita en los años que siguieron, sin duda porque estaba reservando todo su coraje para cuando de verdad tuviera mérito salir del armario de su sectarismo.

Y es ahora, cuando España asiste anestesiada al baile de los zombies guerracivilistas que bailan al ritmo que le marca el gobierno del infame, cuando el poder mediático de la secta se ha hecho más omnipresente que nunca, cuando no hay un alma –o casi ninguna- que se atreva a toser al pensamiento único antifranquista, en una palabra, cuando más arriesgado resulta proclamar las maldades de la «oprobiosa», sale Don Carlos con su armadura, dispuesto a derribar cual Quijote lanza en ristre todos los molinos de viento que puedan quedar en pie de Francisco Franco, cuyo nombre se empeña en seguir presidiendo su licenciatura.

Me estremece su valentía y su coraje, que sin duda no podrán ser recompensados suficientemente –ni de lejos- con las Cruces de Sant Jordi y las conferencias que tan justamente le esperan, que confío en que le reporten –como a su menesteroso y desamparado amigo Garzón- pingues beneficios que hagan de su merecido retiro, un remanso de paz, de lujo y de gloria, que sólo se merecen los valientes como él.

LFU

19 de abril de 2010

Tribunal Constitucional y Estatuto de Cataluña


Ya he escrito en este blog el respeto que me merece el Tribunal Constitucional. No debiéramos olvidar que este Tribunal fue un invento de Napoleón Bonaparte para que un Tribunal supuestamente independiente revistiese sus decisiones de un manto de legalidad.

Los constituyentes de 1978, siguiendo el modelo napoleónico –aunque ahora el poder lo tiene la oligocracia de los partidos en lugar del emperador- diseñaron el Tribunal Constitucional para que respondiese a los criterios del poder. La forma de elección de los Magistrados por el Parlamento, replicando los resultados de las elecciones, asegura la falta de independencia del «alto» Tribunal en materia de garantías constitucionales.

Y es que produce verdadero sonrojo a cualquier jurista escuchar hablar de magistrados «progresistas» y «conservadores» donde sólo tendríamos que hablar de magistrados con dilatada experiencia y prestigio profesional, insobornables e impredecibles en cuanto a su comportamiento profesional.

La historia del TC al servicio de su amo, no puede ser más funesta. Sirvan como muestra la sentencia de Rumasa –que todo estudiante de primero de derecho estudia como una aberración jurídica y que le costó la vida a García Pelayo-, la sentencia del aborto y el abuso de las «sentencias interpretativas» para salvar escollos imposibles

Cualquier párvulo entiende que si el Tribunal Constitucional no ha podido pronunciarse después de cuatro años sobre el recurso de inconstitucionalidad del Estatuto de Cataluña es porque éste tiene difícil encaje en la Constitución. Lo que se discute, por tanto, no es si es o no constitucional –pues esto está fuera de duda-, sino cuantos artículos, en qué materias y con qué amplitud van a ser declarados inconstitucionales.

Zapatero, que ha hecho lo que ha podido para hundir España, es también el causante del desprestigio más absoluto del Tribunal Constitucional. Él fue quien se empeñó de forma absolutamente irresponsable y temeraria en aceptar lo que saliese del Parlamento de Cataluña y lleva cuatro años tratando de que los magistrados «progresistas» se hagan el harakiri jurídico comulgando con ruedas de molino demasiado grandes. Parece que por ahora no lo ha conseguido y esto tiene visos de que pasarán dos años más sin que lo consiga, lo que constituye un escándalo sin precedentes, máxime porque tan dañina disposición se está aplicando y desarrollando con la mayor dureza y celeridad en una parte del territorio español, en el que la Constitución es papel mojado desde hace cuatro años.

Por eso, cada vez veo más plausible la posibilidad de que nunca se llegue a dictar Sentencia en este caso. No es ninguna boutade. No descartemos que Zapatero juegue sus cartas en el Parlamento para que, a través de una modificación legislativa, devenga innecesaria la sentencia. Sería otro escándalo mayúsculo, pero hace tiempo que no me escandalizo de nada de lo que pasa en este bendito país cada vez más lleno de sinvergüenzas.

LFU

16 de abril de 2010

«Los banqueros de la ira»

Rotundo y acertado artículo de Carlos Herrera en ABC


Viernes , 16-04-10

«QUE unos querellantes argentinos pretendan investigar a falangistas del 36 y a Suárez y Fraga y el Rey es un disparate. Que unos supuestos generadores de cultura de consumo propongan encerrarse en protesta antifranquista treinta y cinco años después de la muerte del dictador es un disparate. Que un fiscal sectario y reaccionario, que ya ejercía sus labores en el año 62, acuse a los jueces del supremo de torturadores y corruptos es un disparate. Que un rector ideologizado y partidista ceda de forma poco reglamentaria locales de la Universidad para un acto prácticamente golpista es un disparate. Que unos sindicatos paralizados en la agitación contra el paro que acogota a cuatro millones y medio de españoles anuncien movilizaciones a cuenta de un juez amigo al que se le va a juzgar por prevaricación es un disparate. Que algunos sectores políticos y sociales parezca que hayan despertado repentinamente de un letargo invernal y pretendan dinamitar la Transición con la excusa de que se pusieron una venda en los ojos es un disparate. Que un ministro del Gobierno se lamente de que un partido como Falange acceda a la Justicia como cualquier otro partido legal y que no recuerde, por ejemplo, que partidos hoy ilegales como Herri Batasna pudieran sentar en el banquillo de las sospechas a guardias civiles bajo denuncia falsa de torturas es también un disparate. Que altos cargos del Gobierno acudieran con espíritu excursionista a un zarandeo de la estructura del Estado en el que la agitación se asemejaba a un mal movimiento asambleario es un disparate. Que no se les llame la atención es otro disparate. Que nadie reclame desde el Gobierno o desde la Organización Judicial un poco de cordura y que no lo haga firme y severamente es un disparate aún mayor.

Disparate tras disparate, la dinámica política en España ha derivado en un parque temático repleto de personajes predemocráticos soltando soflamas por doquier y mostrando una capacidad de resentimiento de dimensiones considerables. Merced a esta dinámica revisionista, no es de extrañar que se acabe cuestionando todo y se pretenda poner en práctica la ruptura que no se hizo entonces, en la segunda mitad de los setenta, y que no comparten ni siquiera muchos de los que entonces eran partidarios de ella. Ayer hablaba José María Fidalgo del nuevo libro de uno de los pensadores más interesantes y originales del momento, Peter Sloterdjik, «Ira y Tiempo», en el que maneja un argumento particularmente interesante llamado «la bancarización de la ira». Se pregunta Sloterdjik por los mecanismos que han servido a los movimientos revolucionarios para presentarse como administradores de una especie de banco mundial de la ira. La ira se acumula en burbuja y es secuenciada en momentos concretos de la historia contemporánea: en España, ahora, en estos cinco o seis últimos años, parece haberse abierto una línea de crédito y la ira es liberada a la circulación con una generosidad desconocida. La ira no es ajena a la historia de ningún pueblo; el español conoce bien alguno de esos pasajes recientes en los que su manejo ha sido profuso y particularmente diestro, en los que han incendiado todas las relaciones transversales de los ciudadanos y en los que las consecuencias han sido, evidentemente, sangrientas. Ahora, en el 2010, la ira está tintando las estrategias de los arqueólogos de fantasmas y espectros hasta el punto de movilizarse en pos de desestructurar el pacto de convivencia sin revanchismos ni rencores que los ciudadanos nos hemos venido dando.

Quienes están incendiando la mecha, quienes están echando gasolina a las brasas de un fuego condenado a apagarse, quienes hacen del odio un argumento político, quienes quieren reverdecer enfrentamientos fraticidas, quienes viven en la nostalgia del guerracivilismo, están prestando un pésimo servicio a su país y puede que también a ellos mismos. Los banqueros de la ira han abierto oficina y están dispuestos a poner en marcha una agresiva campaña comercial.»

CARLOS HERRERA

Más Memoria histórica

Hoy tengo que dar las gracias a Y yo me la llevé al Río, por rescatar del arcano de la memoria un magnífico texto del Teniente General Guttiérez Mellado, -del que confieso nunca imaginé que suscribiría con entusiasmo texto alguno- que merece la pena leerse con atención:

«La guerra acabó con una victoria por la que no se va a pedir ahora perdón, como pretenden algunos; lo que no supone que no merezcan comprensión y respeto los que lucharon limpiamente al otro lado. El régimen que surgió legitimado con la victoria no puede ser juzgado hasta que desaparezcan quienes vivieron aquella etapa en la vida de España; cuarenta años de historia no constituyen una etapa transitoria para volver a empezar e ignorar este periodo, y querer basar cualquier actividad política en lo que pasó en la guerra es no querer que la paz siga imperando en España. El respeto a la memoria de Franco ha de ser aceptado por todos y es piedra de toque para que la paz sea posible... El olvidar nuestra guerra y mirar hacia adelante no supone entreguismo, claudicación ni humillación para ninguno, sea cual fuere el bando en que luchó, sino, al contrario, paz donde antes hubo lucha; convivencia pacífica en vez de posiciones agresivas y permanente cooperación en vez de acciones contrapuestas; relaciones políticas normales contra la dialéctica de la violencia. Todo ello encuadrado en un mapa político nuevo que permita las discrepancias ideológicas pero exigiendo y respetando unas reglas de juego iguales para todos.»

Teniente General Manuel Gutiérrez Mellado, 1977.

13 de abril de 2010

Aquelarre por Garzón en la Complutense

(fotografía tomada de Libertad Digital)

Retomando el hilo de mi anterior entrada, muy difícil se lo están poniendo a los magistrados del Supremo para modificar su criterio tras la vergonzosa mascarada protagonizada hoy por los sindicatos apesebrados UGT y CCOO y lo más granado de la izquierda sectaria y guerracivilista, encabezada por el patético Carlos Jiménez-Villarejo quien, entre otras barbaridades difícilmente igualables, acusó al Tribunal Supremo de ser el órgano de expresión del nuevo fascismo español, de complicidad con la tortura y de favorecer la delincuencia organizada, llegando a afirmar en el éxtasis de su intervención que "es incompatible con la democracia que se puedan aceptar querellas de partidos de extrema derecha" (sic). ¡Y el señor fiscal se ha quedado tan ancho!

Desconocía que el tío de la Trini padeciera trastornos psicológicos tan pronunciados, pero sus familiares deberían procurar reservarle para mejor ocasión, evitando sus desvaríos totalitarios con tanta publicidad.

De los sindicatos, ¡qué vamos a decir a estas alturas! Cuatro millones y medio de parados y se convierten en paladines del nefasto juez, como si su inocencia estuviera entre las principales preocupaciones de los que están pasando hambre y necesidad. Hace falta ser golfos.

La escenografía no podía ser más patética. Gritos de ¡No pasarán!, banderas de la Segunda República y añoranzas de la Escuadrilla del Amanecer, García Atadell, Carrillo y la Checa de Fomento. Sólo faltó que salieran de allí desfilando a tomar la Acorazada Brunete. Y atención al retrato de Garzón a lápiz de diez por cinco metros, con estilo de cartel de guerra de la CNT de los años 30, que pronto nos hartaremos de ver serigrafiados en camisetas, que lo del Ché está ya un poco demodé.

Y es que la cabra siempre tira al monte. El acto de esta mañana es la demostración más palpable del carácter totalitario, antidemocrático y sectario de la izquierda de España. Jamás en los últimos 35 años se ha producido un ataque más frontal, una presión más revolucionaria contra el Poder Judicial. La izquierda, esta izquierda jacobina y cainita, sólo quiere la democracia para lo que le interesa, pero no puede evitar que se le note su ramalazo estalinista que hoy, de nuevo, ha vuelto a reverdecer entre los muros de una Ciudad Universitaria que hoy se ha llenado de cieno, de ridículo y de vergüenza.

LFU

12 de abril de 2010

La Izquierda busca la condena de Garzón


Cualquiera que –como el que escribe- haya vestido la toga unas cuantas veces, sabe muy bien que una de las reglas de oro del derecho procesal –o, mejor dicho, del ejercicio del derecho de defensa- es no encabronar gratuitamente al juzgador, porque al fin y a la postre y más para bien que para mal, estamos tratando con personas y es conveniente no predisponerlas en nuestra contra.

Dicho esto, no dejo de preguntarme qué hay detrás de la insólita estrategia que está siguiendo la izquierda en su defensa del nefasto Juez Garzón, y es que, con amigos como éstos, Garzón no está muy necesitado de enemigos.

Quizás tiendo a sobrevalorar la maestría de la izquierda en el campo de la agitación y propaganda, pero sinceramente me escama tanta torpeza y me huelo que alguien de la propia izquierda está maniobrando de forma maquiavélica para acabar de una vez por todas con Garzón, un tipo ciertamente desaconsejable en el que nadie con mediano juicio puede confiar.

Y es que a nadie con un mínimo sentido común se le ocurre defender la inocencia de una persona tratando de desprestigiar a la acusación –véase en este caso Falange Española de las JONS y Manos limpias-, poniendo a parir al Tribunal Supremo, órgano encargado de su enjuiciamiento y querellándose contra el magistrado instructor. Y como le faltaba la guinda al pastel, los sindicatos no encuentran mejor cosa –con cuatro millones de parados- que llamar a manifestarse a sus vagos y maleantes en defensa del juez mártir, que para algo les pagamos todos su sueldo. Lo han hecho todo, todo, menos defender con argumentos la inexistencia de delito o la ausencia de responsabilidad criminal. Y esto empieza a oler a podrido.

Yo si fuera el abogado de Garzón me echaría a temblar. Si a la argumentación impecable, precisa e incontestable del juez Varela –para más inri, hombre de izquierdas- sólo son capaces de increpar a los querellantes por su ideología y proclamar que el fascismo se ha adueñado del Tribunal Supremo por querer sentar en el banquillo a un juez que ha dado muestras más que demasiadas de su sectarismo, falta de vergüenza y sobrada ineptitud, el destino del reo es más negro que la túnica de los nazarenos del Gran Poder.

Creo que la Falange y Manos Limpias han hecho un verdadero favor al Estado de derecho dando el primer paso para acabar con la increíble impunidad de tan nefasto funcionario. Pero alguien desde la izquierda o, al menos desde el sector más taimado de la misma, se ha aprestado de inmediato, con el insólito circo que ha montado, a mover los hilos necesarios para que acaben de darle la puntilla.

LFU

7 de abril de 2010

Crimen en Seseña. La hipocresía de una sociedad decadente.

Estremecedores resultan los detalles que se van conociendo del terrible crimen de Seseña. Y muy preocupantes las reacciones de políticos y contertulios, discutiendo si se debe o no legislar en caliente y si conviene endurecer las penas o rebajar la edad penal.

Y es que lo verdaderamente preocupante no es la mayor o menor dureza de las penas, sino el modelo de sociedad que, desde el poder político y mediático están creando desde hace décadas en toda Europa. La educación en valores como el cumplimiento del deber, el sacrificio, el orden o la disciplina desaparecieron para dejar paso a una cultura proteccionista y hedonista en la que el valor de la tolerancia se ha prostituido con la ausencia de referentes de un comportamiento moral de acuerdo con el derecho natural, que ha sido totalmente proscrito y desterrado de la enseñanza. La crisis de la familia, célula natural en la que el individuo encuentra su seguridad, está dejando una sociedad desestructurada y sin referentes morales válidos que han sido los que han cimentado la civilización cristiana, la más avanzada de las que existen en la tierra.

Los niños y los jóvenes necesitan ejemplos edificantes que poder imitar, pero los niveles de audiencia televisiva nos abren los ojos a la espeluznante realidad de una sociedad de adultos más preocupados por la vida sentimental de Belén Esteban o la paternidad de mengano y de zutano y por los resultados de la liga que por saber dónde y con quien están sus hijos, qué mensajes están recibiendo a través de la televisión y qué hacen en su tiempo libre.

Si nuestro sistema penal era válido para los menores hace veinte años, y ahora no, tenemos que preguntarnos si de verdad tenemos que cambiarlo o tenemos que tratar de transformar la sociedad. Yo me inclino por esto último.

Hay motivos de sobra para alarmarse y estar alerta ante la sociedad en la que están creciendo nuestros hijos. Y procurar cada día con nuestro ejemplo, darles a nuestros hijos, al menos, una mínima parte de lo que nosotros recibimos de nuestros mayores, esa generación «reprimida y puritana» que nos dejó una España mucho mejor que nosotros no hemos sabido defender.

LFU

5 de abril de 2010

Feliz Pascua de Resurrección

(Valle de los Caídos. Resucitado de Juan de Ávalos en el Cementerio de los monjes benedictinos)

26 de marzo de 2010

Semana Santa



A la belleza de estas imágenes del traslado del Cristo de la Buena Muerte a hombros de sus legionarios -que Dios quiera no tengamos que añorar dentro de poco tiempo- quiero acompañar las palabras que allá por el año 1957 pronunciase el autor de mis días en un vibrante pregón de la Semana Santa malagueña (que quien quiera puede escuchar en esta página de la Cofradía de Mena):

Pregón de José Utrera Molina (1957)

«El dolor de la liturgia se aminora porque consuela la alegría de saber que, a pesar de su muerte cercana, Cristo se quedará para siempre entre nosotros. Avanza y se aproxima el Jueves Santo, día solemne lleno de la majestad del dolor, reencuentro de la humanidad entera con Jesucristo.

Málaga se enfrenta sublimada, encendida, con el misterio de la Redención desbordando para ello el genio de su arte y su belleza. Málaga se pone en pie y contempla con el alma estremecida el drama del calvario, sintiendo como suyo el dolor religioso de estas tristes jornadas evocadoras.

No hay lírica mentirosa y barroca en la exaltación del fervor de nuestro pueblo. Hay una viva emoción teológica ante la presencia en las calles de las imágenes, ante el realismo dramático de los Cristos, ante el dolor y la amargura de las Vírgenes sollozantes.

Anochecido, sale de su templo el Cristo de los legionarios y sentimos al verlo el sudor de sus sienes, viendo en sus ojos, en su boca, en sus pómulos febriles el ansia y el esfuerzo por fijarse en todos los infortunios. Entre las sombras de la noche todos miran a Cristo, rezan ante la dramática expresión de su agonía. Agonía de hombre que padece la angustia de todas las muertes, todos al mirarle sufren con él, adivinando la fiebre que le hunde en el cuerpo las uñas de la fe, el vibrante escozor de la garra ardiente de las manos, el dolor de las arterias que ayer llevaban las dulzuras de la vida y hoy se convierten en dogales aprisionantes, ante trance supremo se pasar la soledad humana de la muerte. Al contemplarlo parece que nos habla queriéndonos decir que sólo saber vivir quien bien se muere. Entre una larga fila de enlutados penitentes, altos capirotes, hachones encendidos en la noche, el Cristo de la Buena Muerte camina, doblada la cabeza, lleno el rostro de paz, la desazón partida, vencedor por amor de la muerte, dulce muerte que ya no tiene el signo trágico de una guadaña ensangrentada por emblema, sino expresión de paz y reposo infinito.

Todas las miradas se concentran en el negro clavel de sus heridas, marchan atrás los soldados del Tercio legionario, lento y firme andar tras de su himno que es, sin duda, la marcha nupcial del legionario cuando quiere desposarse con la muerte. Avanzan con los rostros erguidos, alta la frente, dura la mirada, embriagados de banderas y de gloria. Ya entra la procesión por la calle de Larios y un escalofrío de emoción traspasa el alma, dulcemente mecido camina el Cristo ente banderas, guiones y estandartes, entre hombres rudos amigos del amor y de la muerte, entre un estruendo de tambores se escucha la romántica canción del legionario y entre músicas, plegarias y silencios, parece como si la muerte, por el borde de Dios fuera cantando.» JOSÉ UTRERA MOLINA

Que paséis todos una feliz Semana Santa y feliz Pascua de Resurrección.

LFU

25 de marzo de 2010

El Papa en la diana


Desde hace meses estamos asistiendo a una ofensiva mediática sin precedentes contra la Iglesia Católica y contra su cabeza visible, el Papa Benedicto XVI que está revistiendo caracteres de especial crudeza y colosal manipulación. Sin duda la Providencia ha querido que coincida dicho ataque con el insólito y brutal asedio que por parte del gobierno español está sufriendo la Basílica de la Santa Cruz del Valle de los Caídos. De ahí que haya querido traer a la portada una fotografía en la que aparece el Santo Padre, siendo aún Cardenal Ratzinger con la monumental Cruz a sus espaldas, una Cruz que simboliza el sufrimiento, pero también la victoria frente al mal.

Por su indudable interés y acierto, reproduzco a continuación un artículo de José Luis Restán que aborda de manera diáfana y valiente el durísimo ataque que está sufriendo nuestro Santo Padre y que a mí, como a tantos católicos, nos llena de indignación.


LFU

«Su luz brilla en medio del lodo»



«Quizás esté siendo la Cuaresma más dura de Benedicto XVI. A la amarga verificación de cuanto dijo en aquel histórico Vía Crucis de 2005 ("¡cuánta suciedad en la Iglesia!") se une una repugnante operación de caza en la que participan desde distintos ángulos la prensa laicista, la disidencia tipo Küng y los lobbys de los nuevos derechos. Días de plomo y furia en los medios, Pedro de nuevo en medio de la tempestad.


Con una precisión de relojero saltan los casos perfectamente medidos, como bombas que persiguen su objetivo. Y mientras se espera la carta dirigida a los católicos de Irlanda tras las terribles denuncias del Informe Ryan, la prensa destapa historias ya viejas en Holanda, en Alemania y en Austria, muchas de ellas juzgadas y archivadas veinte o treinta años atrás. Material inflamable para construir una historia tan sucia como mentirosa. Se trata de instalar en el imaginario colectivo la figura de una Iglesia que ya no es sólo un cuerpo extraño en la sociedad postmoderna, sino una especie de monstruo cuya propuesta moral y cuya disciplina interna abocan a sus miembros a la anormalidad y al abuso. Sí, ésta es la Iglesia que educó a Europa en el reconocimiento de la dignidad humana, en el amor al trabajo, a las letras y al canto, es la que inventó los hospitales y las universidades, la que forjó el derecho y limitó el absolutismo... pero eso ahora no importa. Y con la misma delectación con que algunos se aplican a eliminar su rastro de los espacios públicos, otros se aprestan a demoler su imagen.


Ya escucho la pregunta: ¿pero es verdad o no lo que se nos cuenta? Veamos los datos. En Alemania, por ejemplo, de los 210.000 casos de abusos a menores denunciados desde 1995, 94 corresponden a eclesiásticos. Cierto que 94 casos en parroquias y colegios son una enormidad, constituyen una llaga en el cuerpo de la Iglesia y plantean gravísimas preguntas. Cierto también que de los miembros de la Iglesia, especialmente de quienes tienen el encargo de educar, se espera siempre más que de la media, pues a quien mucho se le ha dado mucho se le ha de exigir.



Pero digamos también muy claro que la Iglesia no vive en el espacio, fuera de la historia. Está formada por hombres débiles y pecadores, su cuerpo se ve asaltado por las corrientes culturales de la época y no faltan momentos en que la conciencia de muchos de sus miembros está más determinada por el mundo que por la tradición viva que han recibido.


El horror de estos casos no puede minimizarse, y por eso Benedicto XVI (ya desde que era Prefecto de la Doctrina de la Fe) ha puesto en marcha una formidable tarea de saneamiento cuyos frutos ya son incluso cuantificables. Pero cuando la gran prensa fabrica primeras páginas a costa de 94 casos y calla miserablemente sobre los otros 200.000, estamos ante una operación asquerosa que debe ser denunciada. Las cifras de esta catástrofe nos hablan de una enfermedad moral de nuestra época y reclaman dirigir la mirada, no al celibato de los sacerdotes católicos, sino a la revolución sexual del 68, al relativismo y a la pérdida del significado de la vida que aflige a las sociedades occidentales.

El sociólogo Massimo Introvigne ha publicado al respecto un magnífico artículo en el que explica que el huracán mediático de estas semanas responde a lo que se conoce como un fenómeno de "pánico moral", perfectamente teledirigido desde determinados centros de influencia. Según su explicación se trata de una "hiperconstrucción social" tendente a crear una figura predeterminada (el monstruo del que hablamos al principio) con materiales fragmentarios y desperdigados en el tiempo. Existe ciertamente un problema real: sacerdotes (siempre demasiados) que han realizado el nefando crimen del abuso a menores. Pero las dimensiones, los tiempos y el contexto histórico son sistemáticamente alterados o silenciados. Nadie pone esos números de la vergüenza eclesial en relación a la totalidad brutal del problema; nadie dice, por ejemplo, que en los Estados Unidos eran cinco veces más los casos imputados a pastores de comunidades protestantes, o que en el mismo periodo en que en ese país fueron condenados cien sacerdotes católicos, fueron cinco mil los profesores de gimnasia y entrenadores deportivos que sufrieron idéntica condena. ¡Y nadie ha pedido cuentas a la Federación de baloncesto! Por último, el dato más escalofriante: el ámbito más habitual de los abusos sexuales a menores es precisamente el de la familia (allí suceden dos tercios del total de los casos contabilizados). Por tanto, ¿qué tiene que ver el celibato en todo esto? Dejemos aparte las viejas obsesiones de Küng, su arcaica cruzada para vaciar a la Iglesia de su nervio y sustancia. Pero de los diarios laicos, tan puntillosos y cientifistas, cabría esperar un poco más de objetividad.


La semana pasada el "pánico moral" teledirigido ha centrado bien alto su objetivo. La caza ha buscado una pieza mayor, el propio Benedicto XVI, el Papa que ha abierto ventanas y ha establecido una batería de disposiciones de máxima transparencia, colaboración con las autoridades y, sobre todo, sanación de las víctimas. Ha sido el Papa que en Estados Unidos y Australia se encontró cara a cara con quienes habían padecido esa terrible experiencia, para pedirles perdón en nombre de una Iglesia de la que ellos son miembros heridos, y merecen por tanto una preferencia total. Las insinuaciones sobre el Papa Ratzinger en esta materia merecerían simple desprecio si no fuese porque indican algo importante de este momento histórico. Hay un poder cultural, político y mediático que ha puesto a Pedro en su punto de mira, ya sin rubor y sin embozo. Cierto que no es la primera vez, y conviene recordarlo. Pero el furor y las armas de esta hora son, si cabe, más insidiosas que los de otros momentos de la historia.


Es posible imaginar la conciencia lúcida con que Benedicto XVI contempla este oleaje, y el consiguiente dolor que le acompaña en este momento dramático en que él mismo se ha convertido, dentro de la Iglesia, en el punto físico que atrae un odio irracional pero no desconocido, porque Jesús ya nos habló de él en el Evangelio. No sé si con algo de ironía, en la Audiencia del pasado miércoles nos dejaba ver cómo quiere ejercer su propio ministerio en este momento de miedos, reacciones viscerales y zozobras varias. Lo hizo mirándose en el espejo de uno de sus maestros más queridos, San Buenaventura: "para san Buenaventura, gobernar no era sencillamente un hacer, sino que era sobre todo pensar y rezar... su contacto íntimo con Cristo acompañó siempre su trabajo de Ministro General y por ello compuso una serie de escritos teológico-místicos, que expresan el ánimo de su gobierno y manifiestan la intención de... gobernar no sólo mediante mandatos y estructuras, sino guiando e iluminando las almas, orientando a Cristo". En medio de la tormenta, ésa es la humilde y firme decisión de Benedicto VI.»


José Luis Restán

22 de marzo de 2010

Yo confieso



El diario «Ya» digital trae a su portada un hecho insólito. La Delegación del Gobierno ha incoado procedimiento sancionador, proponiendo la imposición de una multa de 300 € a un particular por tener el atrevimiento de «cantar el Cara al Sol con el brazo derecho alzado a modo de saludo falangista» en la puerta de acceso a la Basílica de la Santa Cruz del Valle de los Caídos una vez concluida la misa celebrada en sufragio de Francisco Franco y de todos los caídos que descansan en la basílica.

Para fundar su resolución, no tiene sonrojo en citar –en ausencia de norma alguna que tipifique tal actuación como merecedora de sanción- el artículo 26 de la Ley Orgánica 4/1997 sobre Protección de la Seguridad Ciudadana, en virtud del cual constituye infracción leve “Alterar la seguridad colectiva u originar desórdenes en las vías, espacios o establecimientos públicos”. Como lo han leído.

Es verdad que la «Ley de Memoria Histórica» prohíbe la realización de actos de naturaleza política dentro del recinto del Valle de los Caídos, aunque no establece sanción alguna para su contravención. Por otro lado, la ley no ha tenido desarrollo reglamentario por lo que existe una atipicidad de la conducta que, por lo tanto no puede ser objeto de sanción de ninguna clase.

Pues bien, tras este breve exordio, confieso solemnemente que yo también estaba en ese lugar, a la misma hora, y además, canté el Cara al Sol como lo hacían otros muchos y lo han hecho millones de españoles desde el año 1934, cuando se entonó por primera vez tan precioso himno en el Cine Europa de Madrid. En esta ocasión, además, ese cántico tuvo el sabor intenso de lo clandestino. Y ya estamos viendo las consecuencias. Las rosas convertidas en cadenas.

Esto es España. Una nación en la que, tras el paso del gobierno talibán de ZP, éste puede cantar alegremente la Internacional con sus ministras puño en alto, mientras se sanciona a un joven por cantar el Cara al Sol, y se clausuran y prohíben homenajes a Foxá por haber compuesto una de sus estrofas.

Debería cuidar la Delegada del Gobierno dónde pone su firma ya que tal resolución pudiera constituir un delito de prevaricación. Mientras tanto, es un ejemplo más del drama sectario y vergonzoso que padecemos

LFU

21 de marzo de 2010

Sin acentos

Un gusano -sin duda progresista- ha entrado en mi ordenadora (me gusta el empleo del femenino en los países hermanos de America) y me impide escribir acentos graficos o tildes, lo que me obliga, por motivos obvios, a mantener el blog en cuarentena.

LFU

16 de marzo de 2010

¿Educación para la Ciudada...qué?

Creo que sobran las palabras. Esta es una viñeta del libro "Educación y persona" que se repartirá entre los alumnos españoles para el adoctrinamiento repugnante por parte del gobierno talibán. Es la mofa cobarde de la Iglesia Católica que nunca se atreverían hacer con el Islam.....y es que a veces uno echa de menos la aplicación de la Sharía para casos como éstos, en los que no cabe otro remedio. En tiempo de fallas, se me ocurre el mejor de los destinos para esta bazofia, que desde luego, nunca entrará en mi casa.

LFU

11 de marzo de 2010

11 de marzo







Por fortuna, para mí la fecha del 11 de marzo, será siempre, ante todo, la del cumpleaños de un muy querido amigo. Y es una verdadera suerte, porque las tristes connotaciones de aquella fecha, o mejor dicho de aquellas fechas, del 11 al 14 de marzo, siguen estremeciéndome.

En contraste con las muestras de heroísmo y solidaridad que emergieron tras el terrible ataque terrorista, la sociedad española demostró una terrible vulnerabilidad al miedo y a la manipulación. Nunca podré borrar de mi memoria cómo muchos españoles, hábilmente manipulados por quienes no dudaron en utilizar políticamente el desgarro para sus intereses electorales, desviaron su odio hacia otros compatriotas culpándoles de lo sucedido. Los gritos de ¡asesino! que muchos dirigentes políticos de la derecha tuvieron que aguantar en esas jornadas, deben avergonzarnos como nación.

Y si torpe, ingenua y balbuceante fue la actuación del gobierno es ese momento de conmoción, no merece el mismo reproche que la actitud absolutamente indigna de una parte de la izquierda que llegó al cénit de la mezquindad, en un anticipo de lo que sería poco más tarde el gobierno más sectario, cainita y radical de la reciente historia de España.

España deberá reflexionar sobre aquella negra tragedia que sacó lo peor de muchos y tanto devaluó nuestra imagen en el mundo. Pero también merece saber quién estuvo detrás de aquel ataque perfectamente planeado y que, como reconoció la Sentencia de la Audiencia Nacional, buscaba y logró cambiar el rumbo de nuestra historia. A alguien no le gustaba demasiado el fortalecimiento de España en la escena internacional y no dudó en atacar a su línea de flotación, debilitando su cohesión y sus instituciones. Los beneficiados de aquél horror todos sabemos quiénes fueron, pero es imprescindible que algún día le pongamos cara al responsable del día más negro de nuestra reciente historia.

LFU

10 de marzo de 2010

Irena Sendler, «La mujer del saco»


La blogosfera nos proporciona a menudo perlas como la que reproduzco a continuación obtenida del blog Metáforas de José Ramón Ayllón, sobre la ejemplar biografía de Irena Sendler conocida como «El Ángel del Gueto de Varsovia». Gracias, DAL, por tan valioso material, aunque, como te dije, lo mejor, sin duda, es el título.


LFU



«La mujer del Saco»


«Durante la Segunda Guerra Mundial, una mujer polaca consiguió permiso para trabajar en el Ghetto de Varsovia como enfermera, y también como especialista de alcantarillado y tuberías. Los nazis tenían miedo a una epidemia de tifus y toleraban que los polacos controlaran el recinto.

Pero aquella mujer sacaba bebés escondidos en su maletín de enfermera y en el fondo de su caja de herramientas. También llevaba un saco de arpillera en la parte de atrás de su camioneta, para niños mayores. Iba acompañada por un perro entrenado para ladrar a los soldados nazis cuando entraba y salía del Ghetto. Los ladridos ocultaban el llanto de los bebés. Así salvó a 2.500 en año y medio.

La Gestapo la descubrió, la torturó y le rompieron ambas piernas y los brazos, pero no reveló nada. Se llamaba Irena Sendler. Murió en 2008, después de haber vivido casi un siglo. Su historia se puede leer en Wikipedia. Los judíos la propusieron para el Premio Nobel de la Paz en 2007, pero se lo llevó un tal Al Gore por unas diapositivas sobre el Calentamiento Global. »

8 de marzo de 2010

La doctrina «Garzón»



Maldita la gracia que me hace volver a escribir sobre este tipo, pero el culebrón del presunto prevaricador está llegando a unos extremos de esquizofrenia que no me permiten callarme por más tiempo.

Lo de menos es que Bono, Zapatero (ergo poder judicial y legislativo) el fiscal general y los rancios dinosaurios de la izquierda tramoyista salgan en defensa del imputado, algo que no por menos lamentable, dábamos por descontado. Lo más grave, con mucho de todo este asunto es la estrategia de defensa del presunto delincuente, que consiste en presentarse como víctima de sus enjuiciadores y tratar de desacreditar a la acusación. Esto es lo que la doctrina y jurisprudencia calificarán en lo sucesivo como “doctrina Garzón”.

Dos son los puntales que sustentan esta doctrina:

(1) Si quien se querella contra uno tiene alguna relación con la ultraderecha, es falangista o franquista (cualidades que, pese a la existencia del artículo 14 de la Constitución deben determinar por sí solas la exclusión social del sujeto de marras), o simplemente, es imbécil, entonces resulta indiferente la existencia de delito, su grado de consumación, la participación del querellado y la gravedad del mismo, puesto que el delincuente debe ser absuelto por el sólo hecho de que la denuncia provenga de desarrapados o ciudadanos de segunda fila sin legitimidad alguna para formular una acusación particular. Es lo que podría llamarse “la indignidad de la acusación”.

(2) Si, además de lo dicho, los jueces que le van a juzgar a uno han tenido la mala suerte de nacer durante la «oprobiosa» y no haber hecho suficientes méritos para obtener una medalla al mérito militar como la que le ha dado Carmen Chacón a los «valientes” de la UMD; o simplemente resultan sospechosos de no contemporizar con los postulados del mundo progre más rancio, debe descartarse toda culpabilidad por cualquier delito cometido habida cuenta de la inferioridad moral de los juzgadores.

Y si además de lo dicho, el presunto delincuente ha tratado con su delito de emponzoñar y llevarse por delante, con mentiras y artimañas pseudo-jurídicas la memoria, la imagen y la dignidad de cualquier persona que hubiese colaborado con el Régimen del 18 de julio, colaborando con la estrategia falsaria e iconoclasta del gobierno talibán, la única consecuencia posible es la absolución del reo con reparación incluida.

Sospecho que el pobre Garzón ¡qué lástima de hombre! no va a tener muchas oportunidades en el futuro para que un reo le suelte a la cara su doctrina como precedente para cargarse cualquier acusación, porque o mucho me equivoco o su carrera estelar como Juez ha tocado a su fin. Pero el daño que está haciendo al prestigio de la Justicia, a sus compañeros y al Estado de derecho, no se olvidará fácilmente.

Sólo espero que más pronto que tarde, lo pague, y con creces.

LFU

3 de marzo de 2010

Valle de los Caídos. El gobierno oculta las razones de un cierre ilegal.



El título de esta entrada no debería llamar la atención de nadie, pues no constituye ninguna novedad tras seis años de ignominia, en los que el Gobierno ha negado más veces que San Pedro hasta la crisis que padecemos.

El Gobierno español ha incumplido el compromiso contraído con el Abad del Valle de los Caídos de reabrir el recinto a la visita pública el 1 de marzo, desde que fuera ordenado su cierre en el mes de noviembre de 2009. Para ello, siempre de forma verbal, se refugia ahora en la mendaz justificación de peligro que supone la escultura de la Piedad situada sobre la puerta de acceso a la Basílica y exige su retirada fulminante para ser restaurada en los talleres de Patrimonio Nacional. Lo hace contra los reiterados estudios técnicos de la Fundación Juan de Ávalos –propietaria de los derechos de autor de las esculturas- y de otros arquitectos e ingenieros de reconocido prestigio, que advierten, primero, de la inexistencia de riesgo alguno y, después, de que la retirada de la escultura supondría su total destrucción puesto que fueron concebidas para ser reparadas in situ.

No menor gravedad reviste el permanente y vergonzoso hostigamiento, por parte de diversos altos funcionarios adscritos al Ministerio de la Presidencia, –cuya titularidad ostenta la Vicepresidenta del gobierno, Doña María Teresa Fernández de la Vega-, fundamentalmente por parte del Subsecretario Sr. D. Juan José Puerta, quien, al parecer, ha llegado en algunos momentos a ofender la dignidad episcopal de que está investido el Padre Abad, así como su dignidad como persona.

¿Qué quiere el Gobierno? Por un lado, alargar el cierre del Valle de los Caídos de forma indefinida para tratar así de que la Comunidad Benedictina acabe por tirar la toalla y abandonar el monasterio y la Basílica Pontificia (algo que no pueden hacer sin una orden expresa del Vaticano y que, desde luego, no están dispuestos a hacer voluntariamente), para obtener su propósito de desacralizar el recinto e instalar el “Museo de los Horrores” del régimen franquista, en consonancia con la estrategia falaz y manipuladora de su Presidente. Por otro, buscan la mediática foto de una grúa retirando la escultura como excusa para su cierre definitivo. El Gobierno, desde hace más de cinco años ha incumplido sistemáticamente su obligación de mantener el Valle de los Caídos para poder cerrarlo y ahora pretende justificar el cierre por el supuesto estado de deterioro y abandono que presenta y del que él mismo sería el único responsable.

Todo es mentira. Los informes que sobre la estructura del Valle de los Caídos acaban de realizar un equipo de los más insignes ingenieros y arquitectos españoles, que han trabajado desinteresadamente para defender el lugar sagrado de la ofensiva talibán del Gobierno, demuestran que la estructura del Valle de los Caídos goza de una salud envidiable y que no existe el menor peligro sobre la misma. Lo mismo cabe decir de las esculturas que abrazan la base de la Cruz, sobre las que la Fundación Juan de Ávalos ha realizado un informe exhaustivo.

El gobierno, por su parte, no se ha atrevido a dictar orden alguna por escrito, temeroso de la flagrante ilegalidad en la que podría incurrir, a la vista de los estudios técnicos existentes, que no han sido contradichos por ningún otro, ya que el Gobierno no ha encargado estudio o informe pericial alguno en el que sustentar sus delirantes intenciones. Su estrategia es la de los hechos consumados, es decir, la vía de hecho, que tan buenos réditos le ha dado hasta la fecha.

La batalla, por tanto, se presenta ardua y seria y desgraciadamente tendrá que ser librada en sede diplomática y en los tribunales, pues la actuación del gobierno atenta contra numerosas disposiciones legales tales como: Código Penal (Arts. 522, 523, 524, 525), de la Ley Orgánica de Libertad Religiosa (Arts. 1,2 y 3), de la Constitución Española (Arts. 14 y 16), de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (Art. 18), del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (Art. 18, 20), de la mismísima Ley de la memoria histórica (Art. 16) que define al Valle de los Caídos como lugar de culto, y el artículo 1 del Concordato entre el Estado Español y la Santa Sede, que declara expresamente la inviolabilidad de los lugares de culto.

Los españoles cristianos tenemos la obligación de defender el lugar sagrado del ataque injusto del que está siendo objeto. Desde aquí pido a todos, vuestra oración y que, los que podáis, os acerquéis con vuestras familias a la misa de 11 de la mañana, único acto litúrgico para el que se permite el acceso a la basílica, y que no cejéis en reivindicar el derecho a rendir culto al Santísimo, ahora injustamente cercenado, ante cualquier instancia.

No podemos dejar que se salgan con la suya. Hay que defender el Valle de los Caídos.

LFU

2 de marzo de 2010

«Inquietudes». Importante tercera de ABC por el Teniente General Muñoz Grandes.


Por su indudable interés y meridiana claridad, reproduzco seguidamente (resaltando algunos de sus párrafos) la tercera de ABC de ayer, que se agradece, y mucho, tras el lamentable reportaje en El País del fin de semana a los "Generales del Gobierno" cuyas tragaderas son inversamente proporcionales a la medida de su valor y dignidad. Ojalá cunda el ejemplo. LFU

«Creo que gran parte de la familia militar a la que pertenezco, junto con otros muchos españoles, se siente inquieta al sucederse hechos que, apoyados en disposiciones legales que parecen ignorar valores, sentimientos y arraigadas tradiciones, permiten interpretaciones sesgadas de la historia que reavivan pasiones ya enterradas. El silencio al que nos empujan las virtudes de la lealtad, disciplina y obediencia, que siempre hemos cultivado los militares, no debe interpretarse como un signo de aceptación o sumisión. Hoy, ante los últimos hechos, rompo mi silencio buscando en el recuerdo histórico contrastes significativos.

1.- Baler y el Alcázar de Toledo: Comparemos dos decretos. El primero (30 junio 1899) lo firma el presidente de Filipinas, Emilio Aguinaldo, quien tras resaltar el heroico comportamiento de las fuerzas españolas que guarnecían el destacamento de Baler («Epopeya tan gloriosa y tan propia del legendario valor de los hijos del Cid y de Pelayo...»), dispone que no sean considerados como prisioneros, sino como amigos, y que se les faciliten los pases para poder regresar a España. El segundo, una decisión del Pleno del Ayuntamiento de Toledo (21 enero 2010) aprobando el cambio de nomenclatura de algunas calles de la ciudad, entre ellas la del General Moscardó y la de Antonio Ribera, denominado el «Ángel del Alcázar» por la ejemplar labor humanitaria que realizó, especialmente con las 500 mujeres y 50 niños refugiados en los sótanos de la Academia. Vano intento de borrar una página de la Historia. El asedio acaparó la atención internacional y se inscribió en el libro universal de las gestas heroicas. ¡Qué diferencia con Baler! ¿Estamos perdiendo el noble estilo que el pueblo español siempre supo mantener, tanto en la victoria como en la derrota? ¿Por qué en vez de quitar nombres no se añaden los de algunos de los sin duda bravos soldados republicanos que dejaron allí sus vidas luchando por sus ideales? Ese es el espíritu que se nos inculcó en la nueva Academia de Infantería, espectadora privilegiada de la reconstrucción del Alcázar desde la otra orilla del Tajo. No dejemos que muera.

2.- Estatua de Millán Astray: Decreto de 8 enero 1920: «Con la denominación de Tercio de Extranjeros se creará una Unidad Militar Armada... Firmado, Alfonso XIII». Millán Astray es nombrado Jefe Fundador de La Legión y se dirige así a los primeros legionarios: «La Legión os abre las puertas, os ofrece olvido, honores, gloria... A cambio tenéis que dar todo, sin pedir nada... Los puestos más duros y de mayor peligro serán para vosotros... Combatiréis siempre y moriréis muchos, quizás todos». Y fue verdad. Desde el primer día, La Legión combate sin descanso. El ahorro de sangre de los soldados de remplazo, incalculable. Millán Astray es nombrado Hijo Predilecto de su ciudad natal: La Coruña.

Recordemos algunas fechas: 1921: La Legión libera Melilla, asediada por los rifeños tras el «Desastre de Annual»... 1925: Desembarco de Alhucemas con La Legión en vanguardia. Abd-el-Krim se rinde. La pacificación del Protectorado se hace posible... 1936/39: Millán Astray, tuerto y manco de sus heridas de guerra, es una figura simbólica, sin mando real de unidades... 1992: La Legión encabeza la participación española en Operaciones de Paz en Bosnia-Herzegovina y está presente en todos los escenarios: Kosovo, Albania, Irak, Afganistán, Líbano. Su conducta, siempre ejemplar. 2010: La Bandera «Millán Astray», del 4º Tercio, constituye el núcleo del anunciado refuerzo a Afganistán.

3.- Enero 2010: En el 90 aniversario de la fundación de La Legión, el Ayuntamiento de La Coruña retira la estatua de su Hijo Predilecto. ¡Buena medida para estimular a los que parten para Afganistán! Está presente su hija, con el solo acompañamiento de algunos antiguos legionarios. Cuándo nos pregunte «¿por qué?», sólo le podremos decir que compartimos su pena y que los legionarios que van a una dura misión llevan con orgullo el espíritu y el nombre de su padre.

4.- Condecoraciones militares: Sorprendió y fue difícil de entender que el Gobierno (4 diciembre 2009) aprobase una declaración institucional de reconocimiento especial por sus méritos en la transición a la democracia a los miembros de la Unión Militar Democrática (UMD) y más difícil todavía aceptar que fueran premiados con condecoraciones militares, cuyo reglamento de concesión difícilmente encaja con su actuación. Se reabre así un tema sensible, serio y quizás poco conocido por las últimas generaciones. En 1974, cuando el deterioro físico de Franco era evidente, un pequeño grupo de oficiales rompió sus promesas de lealtad y disciplina, despreció a sus superiores, a los que tenía el deber de elevar sus lícitas inquietudes y, aislándose del resto de los cuadros de mando, desde la clandestinidad trató de atraer, con muy poco éxito, a sus propios compañeros a su particular proyecto político, pudiendo crear fisuras graves en las filas de las Fuerzas Armadas.

Y lo hicieron en el momento más inoportuno, cuando empeoraba la situación en el Sahara y cuando los Ejércitos eran muy conscientes de que, más que nunca, tenían la obligación ante la nación de estrechar sus ya fuertes lazos de unión para formar un bloque que, superando nostalgias y sentimientos particulares, estuviera preparado para trasladar su lealtad y disciplina a quien sería su nuevo Jefe Supremo, el Rey de España, desde el mismo momento de su Coronación. Y así se hizo, y el camino de la transición hacia la democracia quedó abierto. Debe quedar muy claro que por constituir una célula clandestina, que no puede aceptar ningún Ejército, y nunca por sus ideales democráticos, fueron juzgados y condenados los miembros de la UMD, amnistiados y rehabilitados en 1987. Premiarles militarmente ahora constituye, a mi juicio, un error serio.

Termino. La ley de la Memoria Histórica está lejos de alcanzar los objetivos que señala su artículo 1º. Dudo que esté consiguiendo la reparación moral de los descendientes de los que militaron en el bando republicano y, desde luego, no está fomentando la cohesión y solidaridad entre las diversas generaciones de españoles. La obsesión por criminalizar una etapa de nuestra Historia, que no se borra por mucho que se supriman nombres, signos y escudos, se derriben estatuas o se dificulte la entrada en alguna basílica o museo, está reabriendo heridas ya cicatrizadas. Sería noble que la Ley diera paso a historiadores honestos que investiguen, todavía más a fondo, y divulguen a los cuatro vientos, las causas que motivaron el enfrentamiento entre hermanos, sin renunciar a denunciar hechos delictivos, dondequiera que se hayan producido. Y sería tranquilizador conocer que los temas claves para el buen hacer de nuestras Fuerzas Armadas (léase Ley de la Carrera Militar que tantos recursos está motivando, Reales Ordenanzas que suprimen los términos «enemigo», «guerra» o que difumina que la misión principal de las unidades es prepararse para el combate, o la próxima Ley de Derechos y Deberes del Militar, con el espinoso tema del asociacionismo) se someten siempre, aunque sus informes no sean vinculantes, al estudio profundo de los Consejos Superiores de los Ejércitos, de cuya valía y lealtad no se puede dudar. Se calmarían muchas inquietudes.»


AGUSTÍN MUÑOZ-GRANDES GALILEA, Teniente General del Ejército de Tierra (2ª Reserva)

28 de febrero de 2010

"El verso roto. Réquiem por un poeta español". (Homenaje a Rafael de Penagos) Por José Utrera Molina


Reproduzco a continuación el artículo publicado hoy en ABC. Es el sentido y dolorido homenaje de un amigo a quien, desde que le fuera presentado hace veinte años por Manuel Alcántara, ha profesado una verdadera y entrañable amistad.


«La muerte, esa eterna y helada compañera del hombre, ha quebrado la voz poética y sonora de Rafael de Penagos. Jamás había escuchado un tono de voz tan sugerente, tan preciso y armónico como el que se desprendía de sus palabras siempre hilvanadas por la autenticidad y por el rigor. A edad avanzada, su memoria conservaba una sorprendente frescura y lo atestiguaba jugando a recitar ante sus amigos sus viejos e inigualables sonetos. Rafael era una bondad que sonreía, una sonrisa elegante que disculpaba, una ironía incompatible con el sarcasmo, una sensibilidad que aturdía, en suma, una sabiduría que ocultaba el delirio de su amor por la verdad. Espero que en mi memoria no se desvanezca jamás el acento con que pronunciaba sus versos inigualables. Yo era su amigo, y él era uno de los últimos amigos que me quedaban de pie sobre la tierra. Hablábamos mucho y en nuestras largas conversaciones siempre había temas trascendentes. Rafael había vivido con intensidad su propia vida. Conocía pueblos distantes, continentes lejanos, gentes variopintas. Había mirado cielos diferentes, algunos azules y sin celajes, otros grises y con aspecto plomizo y triste, pero él llevaba la alegría en el alma y recogía de Dios palabras y acentos que él convertía en estrofas inigualables. Yo le rogaba «Rafael recítame el poema que hiciste a tu padre» y él se concentraba y me lo recitaba con un pálpito de emoción no exento de entereza. En otras ocasiones, me hablaba de sus distintos amores y él se detenía en uno que abría en un verso original el talante de su fino sentimiento: «Ya no me sabe a pan el pan que como, si no lo comes tú y estas conmigo...» ¿Cuántas veces me recitó este último soneto?. Me sonaba a gloria. Yo admiré siempre su fuerza vital, su lucha esforzada frente a la enfermedad que le iba poco a poco venciendo. Jamás le vi entristecido o pesimista, la vida que palpitaba en sus palabras, tenía un poder de contagio inconmensurable. No era demasiado creyente pero yo luchaba para convencerle de que Dios entraba en él y en mí y que nos escuchaba mientras hablábamos. El último día que le vi al despedirme de él le dije: «Rafael voy a pedir por ti al Dios en que parece que tú no crees». El me miró con una profundidad conmovedora. No me dijo nada, pero sabía que en aquél momento su mente estaba descubriendo nuevos caminos. Cuando pensamos en la tremenda mediocridad con que la vida actualmente nos envuelve y escuchamos las palabras de un hombre como Rafael, tenemos que bendecir al sol, a la luna, a las estrellas y sobre todo a la tierra que nos da por encima de todo amor y cobijo. Ya no se como voy a llenar su vacío. La vida reparte a través de los recuerdos esquinas y lugares que de pronto se quedan sin lugar y sin sitio con el doloroso desapego de pensar que nadie los ocupará en el futuro.


Rafael era un poeta excepcional. Su libro dedicado a Consuelo, la mujer que perdió muy joven, es una maravilla que no nos cansamos de leer una y otra vez porque el dolor aflora con intensidad y con fuerza y la sensibilidad se convierte en una razón de vida y de conciencia. Mi amigo creía en España. La amaba profundamente y tal vez por eso asoció hacia mí – que no cesaba de admirarlo- su respeto y cariño. No existía la trivialidad y la ligereza en el tono de nuestras conversaciones. Siempre había un más allá, un noble intento de desvelar misterios, de desentrañar incógnitas dolorosas. Nunca dejaré de olvidar su mirada tierna, noble y acariciante, su compañía alentadora e inigualable y sobre todo la música de su voz que resonará para siempre en mi ya lastimada memoria. Yo le decía a Rafael «¿Pero cómo es posible que no pienses en Dios con la cantidad de poeta que hay en tu alma? Si lo que dices en la rima de tus sonetos está dictada por Él; El te las confía, te las entrega, te envuelve con ellas el amor a todos los que vivimos el castigo y la esperanza de la vida.» No, no puedo conformarme, me indigno, me sublevo, me rompo por dentro. ¿Es posible que aquella voz armoniosa, llena de ventura ya no resuene en mis oídos?. Quiero pensar que la larga memoria tendrá siempre un sitio para cobijarle y tenerle presente y vivo. Hace tan solo unos días, desde la Unidad de Cuidados Intensivos donde estaba hospitalizado quiso llamarme. Su voz había enronquecido, pero conservaba el hábito emocionante de su profunda amistad. Yo no pude contestarle; mis palabras se ahogaban en mi garganta y al final le dije: «Rafael vuelvo a rezar por ti». Estoy seguro de que Dios le va a ayudar y vamos a continuar hablando de todas las cosas que la vida nos ha ofrecido durante todo este tiempo. Ahora que escribo con dolor estas líneas, destaco que fue un príncipe de las letras españolas, Premio Nacional de Literatura, pero sobre todo, un insigne poeta. Vibraba en él todo lo limpio y hermoso que había en la naturaleza. Si veía llover decía que el cielo estaba llorando, si contemplaba el sol, que la vida se enriquecía con la emoción que proporcionaba sus rayos.

No se como terminar este artículo, pero quisiera rendir mi homenaje a quien consideré desde el primer día como un amigo verdadero e increíble, como una voz que acompañaba mis silencios, como una mirada que rompía mi desazón y devolvía mi corazón a la esperanza.

Nunca conocí un testimonio de vitalidad humana como la que Rafael me proporcionó a menudo. Cuando parecía que el declinar de su existencia estaba próximo, se erguía y de pié parecía desafiarlo todo. Rafael, que era mi amigo, nunca padeció el peso de una sofocante ortodoxia religiosa, pero en el fondo de su corazón latía un ansia de inmortalidad. Su vida interior era rica y estaba llena de experiencias. Jamás hirió a nadie con el dardo de su rencor imposible, jamás le conocí una crispación que denotara su ira o su impaciencia. Era sosegado y tranquilo, paciente y amable. Tenía dentro de sí un mundo tan rico en imaginación que a veces sus palabras me confundían. Repito que pasé con él horas y horas inolvidables. Es difícil encontrar a alguien con el que puedas dialogar sin cansancio. Semana tras semana, aguardaba la hora de nuestro encuentro. Siempre le vi igual, con una amabilidad sonriente, como si quisiera prolongar siempre un abrazo que en el pecho le latía de forma continua y constante. Rafael tenía un nervio místico que traducía el poder de su alma que en muchas ocasiones había caminado sola. Nunca hubo en sus expresiones el menor atisbo de causticidad, desconoció el odio, amó sin límites, creyó sin la imposición de ninguna barrera. Insisto no me resisto a padecer el dolor de su ausencia. No soy yo, es España la que pierde con su muerte no sólo una voz jamás maltrecha aunque siempre dolorida y afanosa, sino un mensaje tan lleno de generosidad que hoy cubre tantos espacios vacíos. He puesto sobre su cuerpo rígido y frío la frescura de unas rosas rojas y con ellas le ofrezco el homenaje de mi devoción, tan unido a la amargura de su pérdida.

Hablar de presente cuando todo es pasado, es una torpe y estéril utopía. Pienso en mañana y en que mis hijos podrán leer sus estrofas y recordar que su padre tuvo en Rafael nada más y nada menos que un amigo fiel y verdadero que acaso aceptara la exigencia del Libro de los Proverbios «dame hijo mío tu corazón y pon tus ojos en mis caminos». Ojalá en esa senda, ancha y abierta, luminosa y clara, me encuentre contigo algún día.»

JOSÉ UTRERA MOLINA

26 de febrero de 2010

«Lo que vos queráis, Señor», en la voz de Rafael de Penagos


Tras mis palabras de ayer, y después de leer el artículo de Manuel Alcántara de hoy, he querido hoy traeros su incomparable y moelodiosa voz recitando el poema de un amigo, que seguramente habrá murmurado Rafael mientras partía para su último viaje hacia la Gloria.

Podéis escucharlo haciendo click en : Poema en audio: Lo que Vos queráis, Señor de Juan Ramón Jiménez por Rafael de Penagos


Lo que Vos queráis, Señor


Lo que Vos queráis, Señor;
sea lo que Vos queráis.

Si queréis que, entre las rosas,
ría hacia los matinales
resplandores de la vida,
sea lo que Vos queráis.

Si queréis que, entre los cardos,
sangre hacia las insondables
sombras de la noche eterna,
sea lo que Vos queráis.

Gracias si queréis que mire,
gracias si queréis cegarme;
gracias por todo y por nada;
sea lo que Vos queráis.

Lo que Vos queráis, Señor;
sea lo que Vos queráis.


De: Canción





JUAN RAMÓN JIMÉNEZ

25 de febrero de 2010

Rafael de Penagos. Requiem por un poeta universal




Hace tan sólo unas horas, exactamente a las ocho y media de la mañana, se nos ha muerto el gran Rafael de Penagos, uno de los mejores poetas del siglo XX español, premio nacional de literatura. Su obra queda para la posteridad en sus numerosos libros y su vibrante y melodiosa voz quedará para siempre en nuestra memoria cada vez que oigamos la de Miguel de Cervantes en la serie El Quijote, la del Cardenal Richelieu en «Dartacán y los Tres Mosqueperros», la del Sr. Roper, la de Stan Laurel en «el Gordo y el flaco» o la del Capitán Renault en «Casablanca».

Ayer por la tarde fui a visitarle a la habitación del hospital donde parecía recuperarse de haber estado al borde del abismo, para llevarle el aliento y el abrazo de su gran amigo, mi padre, y el de todos mis hermanos que le querían como si fuera alguien de la familia. Se alegró mucho al verme y no quiso que me fuese sin sentir su gratitud. Pude ver en sus ojos el brillo del optimismo y la esperanza y salí reconfortado por haberle arrancado varias sonrisas y la promesa de que, tan pronto estuviese repuesto, le escribiría un soneto a mi hija Paloma de la que siempre –y ayer también, por última vez- me decía que su belleza renacentista parecía sacada de un cuadro de Boticelli.

Confieso que he llorado al conocer su muerte y saber que debo decirle a mis hijas que ya nunca volverán a tomar el aperitivo con el Cardenal Richelieu y que tendrán que esperar a mejor ocasión para tener su soneto.

Para siempre nos quedará el limpio y precioso soneto que dedicó a la casa de mis padres, que da la bienvenida a todos desde su entrada:



Sólo me queda el consuelo de haberle podido llevar, pocas horas antes de partir, una muestra del gran cariño que todos le profesábamos. Estoy seguro de que nuestras oraciones de estas noches últimas, le habrán servido para ver con mayor claridad el rostro divino del buen Pastor que a buen seguro le habrá recibido con el mejor de sus abrazos.

Descansa en paz, querido Rafael y que Dios te premie tu bondad.

LFU


Una sonrisa miserable



Se me ha adelantado, como muchas veces, Jesús Cotta en su blog. Estas caras sonrientes celebran que la abominación se haya convertido en un derecho. Ayer mismo celebraba con un amigo del alma la recuperación de su pequeño sobrino de sólo ocho días tras una operación a corazón abierto y hoy tengo que poner la bandera de mi corazón a media asta por los cientos de miles de vidas que acabarán en una trituradora amparados por una ley injusta y criminal; por la ceguera de una gran parte de mis compatriotas que, como muchos alemanes en los años 40, contemporizaron con el holocausto de millones de seres humanos; porque las niñas de dieciséis años podrán abrir una brecha más en sus familias, quedando expuestas a una sociedad marcada por el egoismo y la búsqueda del placer; porque muchos padres y abuelos no podrán hacer nada por impedir que maten impunemente a sus hijos y a sus nietos; por la aberración que supone que el aborto se haya convertido en un método anticonceptivo.

¿De qué coño se ríen? ¿No dicen -hipócritamente- que el aborto es un drama para la mujer?¿También para las que, según las estadísticas han abortado más de cinco veces?. Resulta dificil entender el sentido de esas caras sonrientes en un día en el que parece que hasta los cielos de toda España se han puesto de luto para llorar por cada una de las limpias sonrisas que nunca verá la luz.

LFU

24 de febrero de 2010

«Up in the air»


Título: Up in the air.
Director: Jason Reitman.
Actores: George Clooney, Anna Kendrick y otros.
Año:2009


El hiperprofesionalismo, la libertad reducida a la ausencia de vínculos y una cierta mitomanía moderna centrada en los viajes en avión, de la mano de un muy convincente George Clooney ayudan a construir un relato de la realidad laboral en los Estados Unidos tras la última crisis financiera e inmobiliaria. Nos hallamos ante una película convincente, verosímil pese a su tendencia a la hipérbole y entretenida en el que el humor y el drama están al servicio de una narración recurrente y nunca agotada en el cine americano, una historia de conversión.

Una buscada sencillez narrativa, bien trabada de elementos clásicos nos presenta un modo de vida y unos avatares que sólo puede encarnar con éxito y credibilidad un actor con los galones de Clooney. No se trata de una interpretación contenida, más bien hace de él mismo, y resulta creíble. Se utilizan recursos clásicos para preparar la evolución del protagonista. Un acierto indiscutible, la contrafigura de la joven que le acompaña en sus viajes. Él la tutela y a su vez no puede dejar de verse secretamente influido por un corazón joven que no se resigna al cinismo del que él ha hecho un estilo de vida. El director ha sabido producir esa extraña y eficaz interrelación de personajes que ya probó Cervantes con maestría.

En cierto modo, esta película es un buen termómetro de una cierta cultura moral estadounidense. Franca y sincera al describir una realidad. No evita afrontar lo criticable de su modo de vida y por ello mismo, uno percibe que su músculo moral no ha muerto, que tras los oropeles de la sociedad opulentísima que han construido persiste una conciencia viva, que no se resigna con aquello que le incomoda pese a su poder de seducción y que mira más allá de lo inmediato, de la última novedad impuesta por la sociedad de consumo que ellos mismos inventaron.

En conclusión, no creo exagerar si digo que es una película cristiana, de claras raíces bíblicas que partiendo del drama de la soledad moderna y de la tentación de la autonomía solipsista no tiene miedo en revisitar al universal del hijo pródigo, reivindicando en última instancia, los anhelos auténticos del corazón humano. Supongo que muchos críticos la tildarán de convencional, de historia moralizante y bien intencionada. Lo cierto, es que justo al empezar la Cuaresma en España, se estrena una historia de conversión y de gracia. Gracias Hollywood. God bless America.

César Utrera-Molina

22 de febrero de 2010

"John Adams"



Doy la bienvenida a mi hermana Reyes, con una interesantísima aportación sobre esta miniserie de la HBO que fue la gran triunfadora en los premios Emmy 2008, con 13 galardones –se llevó los primeros de las categorías más importantes, incluidas la de Mejor Miniserie, Mejor Guión, Mejor Dirección, Mejor Actor Protagonista (Paul Giamatti) y Mejor Actriz Protagonista (Laura Linney)- y también lo ha sido en los Globos de Oro 2009,donde, tras ser la serie más nominada, ganó todos los premios a los que concurrió; entre ellos el que obtuvo el veterano actor británico Tom Wilkinson como Mejor Actor Secundario.


«Mi buena amiga Leticia Ruiz, conservadora de pintura española del Museo del Prado, me recomendó que no dejará de ver la serie histórica que la productora de Tom Hanks y Gary Goetzman han dedicado a la figura de John Adams, adaptando el libro de David McCullough, John Adams, ganador del permio Pulitzer. Como suele acertar en sus recomendaciones, la semana pasada la compré en fnac, recién salida a la venta, y aprovechando unos maravillosos días de vacaciones en Nerja, he podido ver completos los siete capítulos que forman la serie. He disfrutado tanto con ella, que mi intención no es otra que dar a conocer una producción modélica en el género de la cinematografía histórica. De la mano de los magníficos actores Paul Giamatti y Laura Linney que dan vida al que fuera segundo Presidente de los Estados Unidos, y a su mujer Abigail, el director Tom Hooper, recrea a la perfección a la América de finales del siglo XVIII, en que se estrena su independencia, en un escenario que respira autenticidad tanto en la ambientación como en cada uno de los personajes (Washington, Jefferson, Franklin etc...). Resulta especialmente apasionante la llevada a escena de las relaciones diplomáticas de la joven nación americana con la Francia prerevolucionaria y con su antigua metrópoli, llegando la película a uno de los momentos álgidos, con el nombramiento del primer presidente de los EEUU y el papel de John Adams como ministro plenipotenciario ante la corte de Jorge III.

Paralelamente al relato histórico, nos adentramos en la historia familiar del que fue primer vicepresidente y segundo Presidente de los Estados Unidos, en la que valores como la lealtad, el amor, y la obediencia conforman a la mayoría de sus integrantes, en un destino no exento de tragedia, en parte propiciado por el desarrolló de la vocación política de Adams, entendida sin reserva alguna al servicio de su Nación, y sacrificando en ella, la atención a algunos de sus hijos en momentos cruciales de su crecimiento; y marcado también por la enfermedad, pero alcanzando ésta caracteres heroicos, al afrontarla con valentía, entereza e impresionante resignación cristiana.

Es una película fiel a la verdad histórica, magníficamente recreada y en la que conceptos como el patriotismo, la entrega y el amor están encarnados en sus protagonistas principales logrando momentos de enorme emotividad. También se recoge la presencia de intrigas políticas a las que tampoco fue ajena aquella época, así como consideraciones nada desdeñables sobre la política, hoy de plena actualidad.

Es una serie emocionante que estimula a adentrarse en aquella época mítica de los forjadores de la Nación americana, con el enorme atractivo de la actuación magistral de Paul Giamatti y Laura Linney, protagonistas también de una reconfortante y ejemplar historia de renuncia y amor. Desde esta tribuna os invito a no dejar pasar esta oportunidad para disfrutar de una producción que con seguridad os encariñara con un personaje hecho así mismo, desde humildes orígenes y al que su amor a la ley, le llevaría a los más altos designios de su Nación.

Reyes Utrera»

18 de febrero de 2010

Negrín y su nieta


Por su indudable interés, reproduzco a continuación el artículo publicado anteayer por Alfonso Ussia en La Razón, en la que pone lo puntos sobre las íes al hablar de Negrín, uno de los grandes truhanes "rehabilitados" por ZP, expoliador de las reservas de oro del Banco de España y principal responsable de la entrega de la República al comunismo. Y es que a Negrin le ha salido una nieta un tanto espesa y atrabiliaria, cuyo entusiasta e inquebrantable apoyo puede ayudar mucho a que Garzon acabe mas pronto que tarde, de patitas en la calle y con una rotunda condena por prevaricacion en su haber. LFU


La nieta

16 Febrero 10

«En España sentimos una gran fascinación por los parentescos. Y se concede autoridad a quien simplemente es hijo, sobrino, nieto o cuñado de cualquier personaje más o menos relevante. Hablaba un joven Antonio Maura en el Congreso. –¿Quién es este tío?–, preguntó un diputado. Su vecino de escaño le informó: –Es Maura, el cuñado de Gamazo–; –Pues muy pronto será Gamazo el cuñado de Maura–. Esos cuñados. Desde Rivas Sheriff a Serrano Súñer, los cuñados han tenido mucho poder y responsabilidad. Ahora le toca el turno a una nieta. «La nieta de Negrín». Esta señora, cuyo único título es ser nieta de un abuelo, es, o al menos lo parece, íntima amiga de Garzón. El juez estrella–estrellado cuenta con incondicionales de primera magnitud. Juan Diego, Juan Diego Botto y la nieta de Negrín. La señora nieta ha arremetido contra el Presidente del Consejo del Poder Judicial, Carlos Dívar, por no impedir que empapelen a Garzón y le ha llamado «juez franquista». La nieta es muy nieta. Desautoriza a Dívar por un pecado cronológico. Nació durante el franquismo, estudió durante el franquismo, ganó las oposiciones durante el franquismo y fue juez durante el franquismo. Como Jiménez–Villarejo, por poner un ejemplo, aunque éste eligiera la senda de la fiscalía. Sólo por eso, Dívar no puede permitirse el lujo de poner en duda las actuaciones de Baltasar Garzón. Lo ha dicho la nieta, y además, la de Negrín. La nieta, para hablar con esa contundencia y severidad, no ha debido conocer bien a su abuelito. No pongo en duda la capacidad de cariño de Negrín hacia su nieta. Mientras asesinaba a decenas de miles de rusos, el ídolo de su abuelito, Stalin, abrazaba con un amor inabarcable a su hija Svetlana. Mientras asesinaba a decenas de miles de judíos, Adolf Hitler hacía carantoñas a la sobrina preferida de Eva Braun. El abuelo de la nieta de Negrín, es responsable de miles de asesinatos, tropelías, torturas y robos durante su Presidencia del Gobierno del Frente Popular. El abuelo de la nieta de Negrín ha sido el mayor ladrón de la Historia de España. Vació de oro las arcas del Banco de España para entregárselo a Stalin en Odessa. No le dio todo a Stalin. El abuelo de la encantadora nieta de Negrín se quedó con un pellizco, que le permitió vivir con desahogo en el exilio. Un hombre sin problemas económicos puede llegar a ser un abuelo encantador, y parece ser que el abuelo de la nieta de Negrín lo fue. Pero si la autoridad moral para descalificar a una persona decente le viene exclusivamente del parentesco, y el pariente no es otro que Negrín, la nieta del abuelo haría muy bien en permanecer callada y disfrutar con discreta resignación los años que le queden de vida. No se pretende que la nieta de Negrín pida perdón por serlo, que de ello no tiene culpa alguna. Pero sí que se documente, que lea, que valore las opiniones que de su abuelo nos dejaron muchos de sus estrechos compañeros de fechorías. Si la nieta de Negrín guarda un buen recuerdo de su abuelo, lo mejor que puede hacer para mantenerlo, es dejar al abuelo en paz. No fue un abuelo para presumir. Lea, lea, que lea la nietecita. Y Garzón que se busque mejores apoyos incondicionales. A este paso, se suman a su defensa «El Dioni», Maradona y Farruquito.»

17 de febrero de 2010

Fortea y el sushi

Recomiendo no perderse la Genial y aguda entrada del demoniólogo Padre Fortea en su blog, a raíz del artículo del Jesuíta Mesía -de la rama más retroprogre de la Compañía de Jesús- negando la existencia del demonio, de la que me permito extraer dos párrafos antológicos:

(...) Si, tu y los tuyos nos disteis religión y catequesis a base de Juan Salvador Gaviota y El Principito, y en esa época era lo mas IN. Pero los jóvenes de hoy que van a misa, escuchan gregoriano, leen el Dentzinger en Internet y son mas papistas que Roberto Belarmino. Por eso el tema que has sacado suena encantadoramente pre-Matrix. Nos retrotrae a la ingenuidad de la época ante-BladeRunner. Y eso es entragnable."

(...) Oye, si voy a Japon me invitaras a un poco sushi? Me gusta mucho el sushi. Y ya sabes que el sushi de aquí se parece al de Japon, como tu teología a la de Roma. Y es que eso si que no te lo voy a discutir, la ortodoxia del sushi esta en el país de sol naciente."

El blog es de los que merece la pena seguir.

LFU