"Mi sueño es el de la patria, el pan y la justicia para todos los españoles, pero especialmente para los que no pueden congraciarse con la patria, porque carecen de pan y de justicia.". JOSÉ ANTONIO
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14 de mayo de 2013

La sonrisa de Anuca


Hace unos días, un diario nacional de marcada tendencia pro-abortista llevaba a su portada un titular de alcance absolutamente estremecedor. Una mujer tras reconocer haber abortado recientemente a su hijo por habérsele diagnosticado síndrome de Down, justificaba su terrible acción alegando –y tal era el titular- que “mejor llorar un mes que toda una vida”.

Me acorde entonces de Ana, la séptima hija de mis padrinos de bautismo, personas ejemplares donde las haya.  Ana –Anuca como todos la llamaban- tenía  Síndrome de Down, además de otras muchas complicaciones que hicieron que Dios quisiera llevársela a la temprana edad de 21 años.  Puedo dar fe que aquél ángel –qué otro nombre poner a quien ha sido creado por Dios para ofrecer un amor incondicional-  fue inmensamente feliz en su corta vida pues amó y fue amada con la misma intensidad. Y en medio de su calvario -que lo tuvo- era capaz de dibujar la más preciosa y sobrecogedora sonrisa. En su bendita ingenuidad no había lugar alguno para la maldad o el retorcimiento. Decía, con marcado gracejo sevillano, lo primero que se le antojaba, no conocía la mentira y era incapaz de adivinar en el corazón de los demás la menor sombra de odio o de rencor, sentimientos que no encontraban cabida en su limpio e infantil universo. 

Recuerdo que siempre que iba a su casa me recibía con un estrépito de alegría, me regalaba piropos que me azoraban –era una grandísima coqueta- y me abrazaba y besaba con cariño.  Era la alegría de sus padres y la de sus seis hermanos que la cuidaron y quisieron con locura hasta el final y que la quieren todavía como si cada rincón de su casa guardase el eco de su felicidad. Los que no han conocido a una persona con síndrome de Down no pueden atisbar siquiera la enorme dimensión de la alegría y el amor que son capaces de regalar esos hijos predilectos de Dios, eternamente niños, y lo mucho que pueden llegar a llorar los demás ante el vacío que dejan cuando suben al cielo.

Por eso me dolió especialmente ese titular.  La mujer que el diario progresista utiliza inicuamente en defensa del infame aborto eugenésico, ignora que además de llorar durante un mes -lo que implica que es consciente de lo injusto de su acción- llorará probablemente el resto de su vida, cada vez que vea por la calle la sonrisa de un niño con síndrome de Down, pues en ellas verá retratado el rostro de una felicidad que ella misma ha hecho imposible.

Posturas como ésta son el fruto del egoísmo y la amoralidad que impera en una sociedad que exalta la comodidad y rechaza el sacrificio, que impone la ley del fuerte sobre el débil, que decide quien tiene no derecho a vivir en función de su utilidad, negando a los más frágiles el sagrado derecho a nacer y facilitando la eliminación de aquellos a los que la edad o la enfermedad los convierte en una carga. Paradójicamente, la progresía asume en este caso sin despeinarse los postulados nazis de la selección de la especie en base a una supuesta compasión mal entendida por el discapacitado a quien, por un lado se le priva del derecho a nacer o se le facilita el tránsito, al tiempo que se promueve el respeto y la eliminación de barreras para los que han tenido la suerte de nacer, que cada vez son menos.  Lamentablemente, tampoco la derecha tiene claro lo contrario. No hay más que contemplar las reticencias y largas cambiadas con la que algunos miembros destacados del Pp han recibido la importante propuesta del Ministerio de Justicia para la eliminación del aborto eugenésico, anteponiendo el cálculo electoral y la evitación del desgaste a los principios morales de la inmensa mayoría de sus votantes. No es más que la constatación de la falta de referencias y principios morales de que adolece el partido gobernante

Dios me libre de juzgar a esa mujer. Sólo puedo sentir angustia por la ruina moral que le ha llevado a tomar esa decisión, y rezo para que algún día pueda ver la luz y no acabe sumida en un llanto, no de un mes, ni de una vida, sino de toda una eternidad por haber hecho daño a la más frágil y bondadosa de las criaturas. Es sólo un fruto podrido más de esta sociedad relativista sin otro dios que la búsqueda del propio bienestar.  

Y al elevar mi plegaria, me acuerdo otra vez de Ana, que desde el cielo, en ese lugar cercano que Cristo reserva a los niños, seguirá dibujando sonrisas en el corazón de todos los que tanto y tan bien la quisieron y dan gracias a Dios por el inmenso regalo de su corta vida.

Luis Felipe Utrera-Molina Gómez

23 de abril de 2013

El “antifranquista” Miguel Ángel Rodriguez



Aunque me declaro alérgico a las tertulias televisivas, su insoportable omnipresencia en casi todos los canales dificulta la labor de evitarlas, por lo que el pasado domingo caí en la tentación de ver una durante un rato, animado por la siempre interesante presencia de Pío Moa y también de mi joven amigo Blas Piñar que, como decimos por el sur, no da puntada sin hilo.

Resulta regocijante contemplar como Pío, con su aplomo, seguridad, valentía y ausencia de complejos logra sacar de sus casillas no sólo a la caverna social-comunista –de la que procede- sino también a los papanatas de la derecha liberal a los que la sola mención del nombre de Franco les produce sarpullidos y entusiastas adhesiones a los más rancios postulados de la izquierda.

Recordaba Moa con la parsimonia que le caracteriza, que la ETA (si, la ETA) y los socialistas han tenido diversas cosas en común a lo largo de su historia, entre ellas su carácter socialista y su condición antifranquista. A pesar de lo incontestable de tal verdad -que no quita que existan diferencias entre unos y otros- saltaron de sus asientos los cavernícolas de la izquierda anatemizando al sosegado historiador por recordar una obviedad.  Fue entonces cuando el aguerrido Miguel Ángel Rodríguez (más conocido como MAR), abriéndose el pecho en generoso holocausto saltó de su asiento para pronunciar una frase que quedará esculpida en el aire para la historia: “Quiero que conste que yo también soy antifranquista”.

Olvidó el felón aclarar el carácter retrospectivo de su heroica condición, pues nacido en 1964, no parece factible reconocer el marchamo de luchador antifranquista a un retoño que tenía 11 añitos cuando Franco nos dejó. Pero para los restos queda su inefable valor y gallardía al declarar, 38 años después de la muerte de Franco y de su régimen, su condición antifranquista.

Conociendo al personaje, experto muñidor de alcantarillas y sutil propagador de rumores y maledicencias, tengo para mí que de haber tenido Rodriguez una edad lozana en vida de Franco, habría medrado en el movimiento y en su contrario para ver por donde salía el sol con más fuerza y muy probablemente habría servido al insigne estadista Suárez con camisa azul y también sin ella en el rápido desmontaje de su trampolín. Lástima no haber podido comprobarlo.

En cualquier caso, confieso que tras escuchar la ardiente proclama de Rodríguez apagué la televisión para no tener que escuchar más gilipolleces y entregarme sosegado en los brazos de Morfeo.

LFU

7 de septiembre de 2011

JMJ 2011. Ladran, luego cabalgamos


Les ha escocido, y mucho.

Primero Almudena Grandes y después Javier Marías, verdaderos epítomes de la progresía más trasnochada, vomitan su bilis en El País sobre la Jornada Mundial de la Juventud, atribulados por el éxito arrollador de un evento tan incómodo para mentes obtusas como las suyas. Saben que la fuerza vivificadora de la fe, de la alegría y la esperanza que inundó Madrid durante el mes de agosto amenaza su sueño sectario y totalitario, oscuro y sin salida, cuya estrella decadente nos anuncia una nueva amanecida.

Hace veinte años era difícil ver a miles de jóvenes por la calle exhibiendo con orgullo un crucifijo. Los seminarios y las Iglesias se vaciaban y la confusión se apoderaba de buena parte de la jerarquía eclesiástica. Juan Pablo el Magno rompió muchos complejos con aquél "No tengáis miedo". Benedicto XVI, el Papa profesor rompe moldes con un lenguaje directo y valiente que llega a la juventud.

Por eso, al leer los desvaríos de estos pobres heraldos de la progresía, no puedo sino alegrarme. El éxito ha sido rotundo. Ni en sus peores pesadillas pudo Zapatero imaginar que su sueño laicista y disgregador iba a terminar pisoteado por la alegría de millones de jóvenes firmes y arraigados en la fe.

Laus Deo.

LFU

15 de marzo de 2011

Expulsados y en la cárcel





Son las 10 y 20 de la mañana y aún no tenemos noticia de que la repugnante carroña que profanó el pasado viernes la capilla del Campus de Somosaguas haya sido detenida por la Policía. Ni se conoce que la Fiscalía General del Estado haya dado instrucciones contundentes para actuar contra ellos, pese a que las fotografías están a disposición de todos. Tampoco se tiene noticia de que el infame Berzosa, el que ha convertido la Universidad Complutense en sede de aquelarres vergonzantes para cachorros «antifascistas», es decir, para imbéciles descerebrados, haya abierto expedientes de expulsión para los guarros y guarras que delinquieron públicamente ofendiendo a lo sagrado y pisoteando cobardemente la libertad y la fe de los católicos.

Otro gallo les cantaría si hubieran hecho lo propio en una Mezquita o en una Sinagoga…

No hay duda que la acción llevada a cabo por los malolientes busca provocar la ira de los católicos e invitarnos a su dialéctica. Pero no lo conseguirán. Si se fijan en la fotografía, aparece en la escena una estudiante rezando en medio de la profanación. Pues bien, el viernes 18 de marzo a las 13.30 horas los católicos estamos convocados a celebrar una eucaristía en la misma Capilla para desagraviar al Santísimo ante la ofensa de la que ha sido víctima. Vamos a ir a rezar, pero también a demostrar que estamos dispuestos a defender nuestra fe, como lo haríamos con nuestra hacienda y nuestra familia.

Y esta vez, como seremos muchos, los guarros se esconderán en sus pocilgas haciendo gala de su cobardía. Pero ya han mostrado sus caras y las denuncias particulares están en marcha. Haré una cosa, pediré para que se conviertan, pero también para que se haga justicia y escarmiento con semejante basura trasnochada. Y Berzosa, fuera de la Universidad.

LFU

16 de junio de 2010

Me llamo Almudena Grandes y soy una miserable


Confieso que, al escuchar ayer a un periodista dar la referencia del artículo publicado en El País por Almudena Grandes a finales del año 2008, en el que hacía mofa y escarnio de las religiosas salvajemente violadas por milicianos en toda España durante el terror frente-populista, pensé que estaría exagerando.

No pensé, en mi infinita ingenuidad, que alguien medianamente formado fuera capaz, ni en broma, de trivializar y mucho menos de burlarse de hechos tan repugnantes y macabros. Por eso decidí verificar la información en Internet y aún no salgo de mi estupefacción:

«(…)"Déjate mandar. Déjate sujetar y despreciar. Y serás perfecta". Parece un contrato sadomasoquista, pero es un consejo de la madre Maravillas. ¿Imaginan el goce que sentiría al caer en manos de una patrulla de milicianos jóvenes, armados y -¡mmm!- sudorosos? En 1974, al morir en su cama, recordaría con placer inefable aquel intenso desprecio, fuente de la suprema perfección. Que la desbeatifiquen, por favor. A cambio, pueden beatificar a Bono, porque la pequeña vanidad de su implante capilar es pecado venial frente a tamaña perversión.»


No encuentro palabras para describir tamaña mezquindad. Quizás algún lector pueda ayudarme.

No me consta que Almudena Grandes haya pedido perdón por haber escrito esto, pero sé, en cambio, que sigue contumaz y ciega empeñada en reabrir heridas con recientes videos igualmente miserables.

No me consta que el Ministerio de Igualdad haya abierto una investigación por tan repugnante artículo, ni que el Fiscal General del Estado haya abierto diligencias por tal motivo. Tampoco me consta que El País haya pedido perdón públicamente por haber publicado semejante procacidad pese a que Muñoz Molina le dio oportuna réplica desde las mismas páginas del diario socialista.

Sólo espero contribuir, modestamente, a que alguien más conozca lo que yo acabo de descubrir y que algún día, esta mujer miserable –de la que prometo no leer nunca nada más- sienta en su corazón el dolor de la vergüenza y del escarnio público por haber ofendido la dignidad y la limpia memoria de tantas religiosas violadas y asesinadas durante la persecución religiosa de los años 1936 a 1939 por el mero hecho de vestir un hábito y dedicar su vida a los demás.

LFU

8 de junio de 2010

Santiago Carrillo, ayer y hoy


«Cada día me siento más orgulloso de ser un soldado en las filas de la Gran Internacional Comunista, que tú y tus cómplices odiáis tanto y que ha sabido mantener en todo el mundo la bandera de la solidaridad con el pueblo español, mientras que tus amigos del extranjero, los dirigentes de la II Internacional, hacían cuanto podían para acogotarnos, trabajaban y siguen trabajando contra la unidad, contra la URSS, utilizando el mismo lema que Hitler y Mussolini: «la lucha contra el comunismo».

Cada día es mayor mi amor a la Unión Soviética y al gran Stalin, a los que vosotros odiáis y calumniáis precisamente porque han ayudado a España de una manera constante a través de toda nuestra lucha.

El odio de vuestra cuadrilla caballerista-trotskista al Partido Comunista de España, a la Unión Soviética y al gran Stalin, es una prueba más del formidable papel jugado por éstos en la lucha del pueblo español por su libertad.

Cuando pides ponerte en comunicación conmigo olvidas que yo soy un comunista y tú un hombre que ha traicionado a su clase, que ha vendido a su pueblo. Entre un comunista y un traidor no puede haber relaciones de ningún género. Tú has quedado ya del otro lado de las trincheras.

No, Wenceslao Carrillo, entre tú y yo no puede haber ya relaciones, porque ya no tenemos nada de común, y yo me esforzaré toda mi vida, con la fidelidad a mi partido, a mi clase, a la causa del socialismo, en demostrar que entre tú y yo, a pesar de llevar el mismo apellido, no hay nada de común.

Por vuestra traición, la República Española ha sido batida, pero la lucha no ha terminado. Por el esfuerzo del pueblo, Franco caerá, los obreros y campesinos, unidos a todos los demócratas con el Partido Comunista a la cabeza, restaurarán de nuevo la República popular, pero jamás, ni bajo la dominación fascista ni después de nuestra victoria, olvidarán vuestra infame traición.»


Carta abierta de Santiago Carrillo a su padre, Wenceslao Carrillo. Fechada el 15 de mayo de 1939, fue publicada los días 3 y 6 de junio de 1939 en La Correspondence Internationale (órgano de la Komintern) y en Jaunesses du Monde. “El libro negro de Carrillo”. José Javier Esparza. 2010. Libros Libres


«Siento un orgullo inmenso por haber defendido y militado en el Partido Comunista. Me sigo sintiendo comunista y moriré siendo comunista»

16 de marzo de 2005. Madrid (Declaraciones en el homenaje tributado en Madrid con ocasión de su 90 cumpleaños, con asistencia del Jefe de la Casa del Rey y de Rodolfo Martín Villa, entre otros) “El libro negro de Carrillo”. José Javier Esparza. 2010. Libros Libres


Parece que algunos personajes no necesitan excesiva glosa porque sus escritos, declaraciones y actos los retratan suficientemente. En el caso de Carrillo, la lectura del Libro Negro de Esparza es, empero, obligada, pues junto a episodios siniestros ya conocidos como su responsabilidad en las matanzas de Paracuellos y Torrejón de Ardoz, aparecen otros menos conocidos como el Informe Abad y la purga del Maquis, verdaderamemente espeluznantes por la frialdad y obediencia que demuestra este personaje a quien el Rey Juan Carlos llama D. Santiago.


LFU

26 de mayo de 2010

Merdellona (II)

Ya me ocupé de esta castiza palabra malagueña en mi entrada del 15 de enero de 2009, aunque en aquella ocasión tenía otra destinataria.

Repito título aunque, ésta vez, por méritos propios, la finísima Celia Villalobos se lleva el protagonismo y el epíteto.

Merdellón (del francés merd de gens): imposible de definir, hay que verlo. (Nota: la version femenina es imposible de no ver u oir).



LFU

17 de mayo de 2010

Bono el «azote del Caudillo», insulta al Tribunal Supremo

No sé por qué sigo sorprendiéndome de que haya tanta gente a la que no se le cae la cara de vergüenza. La semana pasada, ya hizo bastante el ridículo al decir que "si Franco no pudo doblegarme, estos tampoco van a hacerlo". Vamos, que Franco se fue a la tumba con el resquemor de no haber podido con Bono....¿con quién?, sí, con Bono, de ahora en adelante «el azote del Caudillo».

Su melifluo, empalagoso y delirante artículo de ayer en El País -no pongo el link porque no me da la gana- es de antología de lo que nunca debe escribirse. Si no fuese Bono quien es, quizás el Fiscal General del Estado sentiría excitado su sectario celo para abrir diligencias contra él porque el insulto y el ataque al Tribunal Supremo que se desprendel del artículo son inaceptables. El Presidente del Congreso, 2ª Magistratura de la Nación, acusando de prevaricadores a los miembros del Tribunal Supremo:

"Ahora te quieren condenar. Sabes lo mucho que lo siento por ti, por tus hijos, por tu madre, por Torres... y por España.(...). Estoy seguro de que los que te quieren mal tendrán abogados y cómplices para pedir tu condena, pero yo no tengo ninguna razón para callar ni para evitarme una pregunta: ¿Tu suerte hubiera sido la misma si tu empeño hubiera caminado ideológicamente en sentido contrario? ¿Te habrían denunciado si hubieras abierto diligencias contra Azaña, o contra Besteiro?" ."

Hubo un tiempo en el que reconozco que Bono me engañó. Creí en su honestidad y en su falta de sectarismo y le creí representante de una izquierda "besteriana". Ahora ya no engaña a casi nadie, aunque vaya por la vida de víctima propiciatoria y cristiano acorralado mientras vota a favor de una ley injusta y asesina como la del aborto y defiende a personajes como Garzón, que merecen el más absoluto rechazo de cualquier sociedad bien estructurada.

LFU

12 de mayo de 2010

Mi pluma para Garzón


Garzón.
(Del fr. garçon).
1. m. Joven mancebo, mozo.
2. m. Niño, hijo varón.
3. m. En el cuerpo de Guardias de Corps, ayudante por quien el capitán comunicaba las órdenes.
4. m. desus. Entre los antiguos musulmanes, sodomita (hombre que comete sodomía).
5. m. ant. Joven que solicita, enamora o corteja.
6. m. ant. Joven que lleva vida disoluta con las mujeres.
(Hasta aquí el Diccionario de la RAE)

...y hoy, yo, añado la 7ª: Garzón=Cobarde

LFU

21 de abril de 2010

Jiménez-Villarejo: Otro «valiente» lanzado a la fama



Con el permiso del resto de los familiares del mismo apellido, me refiero al que va camino de pasar a la posteridad con más pompa en los rincones de la Wikipedia, merced a su patético apoyo al presunto prevaricador Baltasar Garzón.

Lo cierto es que pocos teníamos alguna idea –más bien remota- de la biografía de Carlos Jiménez Villarejo, pues nunca destacó especialmente por su brillantez, eficacia y seriedad en su oficio de fiscal anticorrupción cargo creado ad hoc en las postrimerías del felipismo agonizante. Se trata, por tanto, de un hombre de biografía predominantemente gris, pero decidido en el ocaso de su vida a no resignarse con el anonimato de una apacible y modesta jubilación.

Y es que Villarejo, hablando en términos taurinos, ha roto en un valiente retrospectivo. Él, cuya carrera de fiscal se inició durante el régimen del 18 de julio, al que sirvió diligentemente formulando acusaciones sin descanso durante trece años sin que se le conociese una voz más alta que otra, sin haberse hecho acreedor a la medalla de “yo-también-corrí-delante-de-los-grises” y ascendiendo igual que el resto de los fiscales de su promoción, ya ofreció una primera muestra de su coraje y valor heróico cuando, con un Franco agonizante, corrió a hacerse el carnet del PSUC, que entonces daba mucho caché. Todo un valiente.

Muerto Franco en la cama del hospital, prefirió no dar muestras de su furia cainita en los años que siguieron, sin duda porque estaba reservando todo su coraje para cuando de verdad tuviera mérito salir del armario de su sectarismo.

Y es ahora, cuando España asiste anestesiada al baile de los zombies guerracivilistas que bailan al ritmo que le marca el gobierno del infame, cuando el poder mediático de la secta se ha hecho más omnipresente que nunca, cuando no hay un alma –o casi ninguna- que se atreva a toser al pensamiento único antifranquista, en una palabra, cuando más arriesgado resulta proclamar las maldades de la «oprobiosa», sale Don Carlos con su armadura, dispuesto a derribar cual Quijote lanza en ristre todos los molinos de viento que puedan quedar en pie de Francisco Franco, cuyo nombre se empeña en seguir presidiendo su licenciatura.

Me estremece su valentía y su coraje, que sin duda no podrán ser recompensados suficientemente –ni de lejos- con las Cruces de Sant Jordi y las conferencias que tan justamente le esperan, que confío en que le reporten –como a su menesteroso y desamparado amigo Garzón- pingues beneficios que hagan de su merecido retiro, un remanso de paz, de lujo y de gloria, que sólo se merecen los valientes como él.

LFU

13 de abril de 2010

Aquelarre por Garzón en la Complutense

(fotografía tomada de Libertad Digital)

Retomando el hilo de mi anterior entrada, muy difícil se lo están poniendo a los magistrados del Supremo para modificar su criterio tras la vergonzosa mascarada protagonizada hoy por los sindicatos apesebrados UGT y CCOO y lo más granado de la izquierda sectaria y guerracivilista, encabezada por el patético Carlos Jiménez-Villarejo quien, entre otras barbaridades difícilmente igualables, acusó al Tribunal Supremo de ser el órgano de expresión del nuevo fascismo español, de complicidad con la tortura y de favorecer la delincuencia organizada, llegando a afirmar en el éxtasis de su intervención que "es incompatible con la democracia que se puedan aceptar querellas de partidos de extrema derecha" (sic). ¡Y el señor fiscal se ha quedado tan ancho!

Desconocía que el tío de la Trini padeciera trastornos psicológicos tan pronunciados, pero sus familiares deberían procurar reservarle para mejor ocasión, evitando sus desvaríos totalitarios con tanta publicidad.

De los sindicatos, ¡qué vamos a decir a estas alturas! Cuatro millones y medio de parados y se convierten en paladines del nefasto juez, como si su inocencia estuviera entre las principales preocupaciones de los que están pasando hambre y necesidad. Hace falta ser golfos.

La escenografía no podía ser más patética. Gritos de ¡No pasarán!, banderas de la Segunda República y añoranzas de la Escuadrilla del Amanecer, García Atadell, Carrillo y la Checa de Fomento. Sólo faltó que salieran de allí desfilando a tomar la Acorazada Brunete. Y atención al retrato de Garzón a lápiz de diez por cinco metros, con estilo de cartel de guerra de la CNT de los años 30, que pronto nos hartaremos de ver serigrafiados en camisetas, que lo del Ché está ya un poco demodé.

Y es que la cabra siempre tira al monte. El acto de esta mañana es la demostración más palpable del carácter totalitario, antidemocrático y sectario de la izquierda de España. Jamás en los últimos 35 años se ha producido un ataque más frontal, una presión más revolucionaria contra el Poder Judicial. La izquierda, esta izquierda jacobina y cainita, sólo quiere la democracia para lo que le interesa, pero no puede evitar que se le note su ramalazo estalinista que hoy, de nuevo, ha vuelto a reverdecer entre los muros de una Ciudad Universitaria que hoy se ha llenado de cieno, de ridículo y de vergüenza.

LFU