27 de abril de 2012
Por caridad
24 de abril de 2012
José Antonio
Nació para morir el 24 de abril de 1903. Murió para vivir siempre el 20 de noviembre de 1936.
Su corta pero intensa vida, su inigualable estilo, su coraje, su dolorido patriotismo y su sentido de la justicia social está condensado en la que para mí es su obra cumbre: su testamento, redactado con increíble serenidad y pulcritud literaria, pocas horas antes de caer fulminado por las balas de un pelotón de fusilamiento.
Siempre Presente.
LFU
18 de abril de 2012
«A quien se humilla Dios ensalza»
16 de abril de 2012
Despropósito real
«Despropósito» es el término que define mejor el devenir de la familia real desde hace unos años y que está colocando a la Corona al borde del abismo, precisamente en el momento menos propicio para jugar con una institución vertebradora como ésta para la nación española.
Como defiende el
Juan Carlos quiso no obstante desde el principio de su reinado sacudirse la legitimidad de su reinado en el régimen del 18 de julio y ampliar la base social de la Corona nadando entre dos aguas y tratando de asentar la Corona también en sectores de la izquierda, objetivo que logró temporalmente con su actitud en el 23-F (no digo cual) y su buena sintonía con los gobiernos de Felipe González. Ello le valió además, ganarse el apoyo de los medios que hasta ahora habían condescendido siempre con cualquier desliz del titular de la Corona.
Desafortunadamente, en los últimos años la Corona parece haber perdido el oremus. Los discutibles matrimonios de las infantas son fuente inagotable de erosión para la institución. El enfrentamiento abierto entre el Rey y la Reina – ella parece haberse hartado del descaro de la preferida y él le culpa de su excesiva tolerancia en la elección conyugal de sus hijos- y el escaso tacto de Su Majestad a la hora de manejar sus negocios personales y planificar sus aventuras cinegéticas (menudo 14 de abril), amenazan con socavar los escasos apoyos que sostienen a la institución, colocando al Príncipe Felipe en una peligrosa e incómoda tesitura.
El problema es que con la que está cayendo y conociendo al paisanaje que puebla la piel de toro, sólo nos faltaba el salto a la república para hundirnos en el abismo. Y es que quienes hablan alegremente de ello no han parado a pensar lo que sería tener a un Peces Barba cualquiera de Jefe del Estado. Para eso, sinceramente prefiero al Rey y más después de escuchar a al pobre Tomás Gómez cuyo alegato republicano puede causarle a la causa tricolor aún más daño que el que causó a la pobre Chacón con su postrero apoyo en el último congreso de Sevilla.
Mis simpatías por la figura de Juan Carlos son perfectamente descriptibles. Pero pensando en España y sólo en España, espero que se toque a rebato en la Corona, dejen de una vez de dar tan lamentable espectáculo y se acerquen a la triste realidad de una sociedad a la que la ruina económica ha cogido baja de defensas como consecuencia de una terrible decadencia moral. Aún están a tiempo de enderezar el rumbo. Mientras Garzón, Bardem, Tomás Gómez y Willi Toledo enarbolen banderas republicanas estoy dispuesto a que me nombren gentilhombre de cámara. Pero no nos lo pongan tan difícil.
LFU
11 de abril de 2012
Necesidad de liderazgo
10 de abril de 2012
El obispo de Alcalá y la homosexualidad
O lo que la Iglesia sostiene
No voy a salir en defensa de Don Juan Antonio Reig, obispo de Alcalá de Henares, por haber expresado la doctrina de la Iglesia sobre la homosexualidad. Expuso lo que la Iglesia sostiene. Y eso los católicos no lo defendemos. Lo profesamos.
Y la Constitución no es apenas nada para la Iglesia. Ha habido muchísimas. Y ninguna varió su doctrina. La Constitución de la Iglesia es Jesucristo. Y a Él es a quien tiene que obedecer.
El cardenal de Barcelona no se ha desmarcado del obispo de Alcalá ni ha acudido a apagar ningún fuego. Piensa lo mismo y lo dice. Tal vez con menos claridad pero en la misma línea. Hay que respetar a la persona del homosexual. Y a toda persona. Un homosexual puede llegar a santo. Como un heterosexual. Pero no por practicar su tendencia. Como el heterosexual tampoco salvo que la practique en el matrimonio.
Pues esa es la doctrina de la Iglesia. La que propone. Monseñor Reig no ha dicho nada nuevo. ¿Ha hablado de infiernos terrestres? Pues los hay. Muchos. En una tendencia y en la otra. El mundo de los chaperos, como el de los puteros, es bien triste. En los que los utilizan y en el de los utilizados. No resiste la menor comparación con el de aquellos que llegan al final de sus días amándose y rodeados del amor de sus hijos y de sus nietos. Claro que el matrimonio no es ninguna panacea. Requiere vivirlo en el amor. Y para ello ayuda mucho la gracia de Dios.
La Iglesia viene enseñando lo mismo desde que Cristo la fundó. Y el obispo de Alcalá no ha hecho más que exponer esa doctrina. ¿Qué a algunos les molesta? Es problema suyo. Por ser homosexual no se deja de ser católico. Practiquen o no practiquen su tendencia. Ahora, si no les gusta lo que la Iglesia manda, y que si no se sigue tampoco excluye de la Iglesia y el problema se resuelve en el confesonario, donde te perdonarán hasta más de setenta veces siete, con comprensiva aceptación de las debilidades humanas, pues fuera tampoco pasa nada. Hasta que llegue el juicio de Dios. Y en él ninguno podemos entrar. Porque nos supera con muchísimo.
F.J.Fernández de la Cigoña