"Mi sueño es el de la patria, el pan y la justicia para todos los españoles, pero especialmente para los que no pueden congraciarse con la patria, porque carecen de pan y de justicia.". JOSÉ ANTONIO

10 de marzo de 2016

Utrera Molina y el honor de Sevilla. Por Reyes Utrera

EL HONOR DE SEVILLA

Hace 45 años la Diputación de Sevilla concedió a un hombre bueno la medalla de oro de la provincia. Sevilla saldó entonces una deuda de gratitud con quien durante más de siete años dirigió los ásperos caminos de la dirección política de la provincia. Desde la Roda a Sanlucar la Mayor, desde el Cuervo a Cazalla de la Sierra, toda la provincia sintió en las más diversas circunstancias la enorme carga humana, esperanzadora y emotiva de quien fue su Gobernador Civil entre 1962 y 1969. De la misma manera se pateo la ciudad de Sevilla desde el Cerro del Águila o Torreblanca al Tardón, desde San Jerónimo a Heliópolis, no quedando barriada, casa, escuela, asilo, hospital o guardería que no haya sentido en alguna ocasión la alegría de su presencia, escuchando primero y disponiendo después, dentro o fuera de sus limitadas posibilidades, lo necesario para solucionar los problemas humanos más urgentes.
Los hombres y  mujeres de Sevilla, estudiantes y obreros, pobres y ricos, comerciantes, agricultores y ganaderos, los  círculos y las cofradías encontraron siempre abierta la puerta de un gobernador que no cejó ni un solo día en la tarea de buscar soluciones a los que acudían a él con el corazón atribulado. Su labor como gobernante no tuvo más fallos que aquellos que la realidad imponía a sus desbordados deseos de buscar lo mejor para Sevilla y para los sevillanos.
Hace 45 años, Sevilla entendió que, con buena o mala fortuna, un hombre joven se entregó apasionadamente a un servicio en el que dejó lo mejor de su vida. Desde aquel 14 de agosto -fecha que cada año recuerda con lágrimas en sus ojos-, en que iniciara su andadura en tierras hispalenses, supo identificarse plenamente con el sentir y el espíritu sevillano. Vivió horas de esperanza y muchas de zozobra, sufriendo como suyos los problemas de los sevillanos. En Sevilla dio la medida de su hombría y de su humanidad sin ningún puritanismo frío, y sin otra sonrisa que la que sale de la pureza de intenciones. Y allí gobernó con la llama intelectual y la acción decidida, como decía Ortega. Para comprobar todo esto no tienen más que asomarse a la hemeroteca de aquellos años, como yo hago hoy, al conocer hoy la indignidad cometida por la diputación hispalense.
Emotivas visitas a viviendas en ruinas que se erradicaron y sustituyeron por nuevos y decorosos hogares. Brenes y la Rinconada salen en la prensa por las mejoras en urbanización y pavimento para sus términos municipales, También se reflejan los continuos desplazamientos por Constantina, Carmona, Gerena, La Luisiana y Olivares, necesitadas de urgentes mejoras. Durante su mandato, se inicio el polo de desarrollo y la magna obra del canal de Sevilla-Bonanza que repercutió notablemente en la estructura sociológica de la provincia y sobre todo en la mejora de su bienestar. Nunca estuvo ajeno a los difíciles problemas de Villanueva del Río y Minas, y con resueltas y decisivas decisiones solucionó muchos de los problemas que angustiaban a los hombres que trabajaban en las minas. Por ello fue reconocido como hijo adoptivo de Villanueva del Río y Minas, también de Morón de la Frontera y de Utrera. Se crearon nuevos ambulatorios y parques infantiles tan pioneros como el de tráfico.  Pasó noches a la interperie con los afectados por las inundaciones de 1962, y no faltó nunca su aliento y compañía cuando la desgracia hizo acto de presencia en accidentes mineros y de otra índole.
Mi padre no cejo jamás en su lucha por dejar una Sevilla mejor que la que había encontrado. No se conformó con lo preciso de su deber, con pasar desapercibido. Se comprometió en cuerpo y alma, fomentó el acceso del pueblo a la cultura con la creación de centros de estudios y universidades laborales que adecuaran la formación de los hombres a la exigencia de los nuevos tiempos; luchó con denuedo y fue su máxima preocupación la justicia social como base para la convivencia, y no desfalleció en su lucha para que la juventud tuviese un papel activo en la tarea integradora. En el ámbito puramente económico consiguió subvenciones y auxilios económicos del orden de 170 millones de las antiguas pesetas.
A Sevilla, ciudad milenaria, de cultura vieja, excelsa sensibilidad e ingenio fino, llegó un hombre bueno el 14 de agosto de 1962, estrenando una nueva dimensión de su alma sensible. Luchó por ella con desvelo, escapando de la gestión política para entrar en el terreno de la obra humanitaria.   Hoy, la Diputación de esta misma ciudad, cuyos nuevos integrantes distan mucho de participar en lo que ha sido tradicionalmente la esencia hispalense, ha decido retirar los honores que le había concedido a José Utrera Molina en el año 1970, cuando se le otorgó la Medalla de Oro,  “por sus excepcionales cualidades personales de inteligencia y de carácter que han marcado un estilo y acción difícilmente inigualables en el cumplimiento de sus funciones”.
Nadie le regaló nada. Sevilla no le concedió la medalla de su provincia por adulación o protocolo, sino como muestra de gratitud, por una exigencia de justicia. La prueba es que fue el único gobernador de toda la era de Franco que recibió tal distinción. Hoy, 45 años más tarde y a punto de cumplir 90 años, tiene que contemplar con tristeza cómo otros sevillanos, quizás los nietos de sus testigos, sin conocerle de nada, han decidido que todos sus desvelos y sus realizaciones sociales no merecen reconocimiento alguno. Ninguna justificación han alegado para aprobar la moción presentada por Izquierda Unida y Participa Sevilla, que salió adelante con los votos a favor de PSOE y Ciudadanos, y con la cobarde y miserable  abstención del Partido popular. 
Nadie puede dar lo que no tiene. Los diputados provinciales de hoy podrán borrar reconocimientos oficiales, pero jamás podrán administrar honores que les son ajenos. Desgraciados ellos que  no saben que el honor es patrimonio del alma, y el alma sólo es de Dios.

Reyes Utrera 



7 de marzo de 2016

"Utrera Molina" por Francisco Correal

Utrera Molina

FRANCISCO CORREAL |  Publicado hoy en el DIARIO DE SEVILLA
PEPITA Barbero tenía tres años y nunca más volvió a ver a su padre. Emilio Barbero Muñoz, interventor de ferrocarriles, fue fusilado el 10 de agosto de 1936 en el cortijo de Hernán Cebolla ante el mismo pelotón que acabó con la vida de Blas Infante. Sigue viviendo en la misma casa de la calle Jamaica de Heliópolis de la que se llevaron a su padre, militante de Unión Republicana, uno de los catorce concejales del Ayuntamiento de Sevilla fusilados. Su madre, la viuda de Emilio Barbero, sacó adelante a su familia convirtiendo la casa en pensión de huéspedes y con sus trabajos de costurera. 

Conocí a Pepita Barbero en 2011, cuando se cumplían 75 años del asesinato de su padre. El historiador Juan Ortiz Villalba me puso en la pista y el encuentro fortuito con uno de los nueve hijos de Pepita me llevó hasta su casa de Heliópolis, uno de los antiguos hotelitos construidos para la Exposición de 1929. Gracias a ella pude conocer a José Utrera Molina, a quien la Diputación Provincial de Sevilla le acaba de retirar la medalla de la provincia que le entregó en 1979. Fue el propio ministro de Franco, gobernador civil en los años sesenta de Ciudad Real, Burgos y Sevilla, quien se puso en contacto conmigo para devolverle la gratitud que Pepita Barbero mostró en aquella entrevista. 

La hija del interventor de ferrocarriles me contó las duras vicisitudes de una infancia sin padre, de una madre trabajando en plan estajanovista, del estigma de criar a su propia familia como hija de republicano fusilado. Pepita tuvo nueve hijos, nunca consiguió el certificado de defunción de su padre, ni las bonificaciones de familia numerosa. Pudo conservar la casa de la que se llevaron a su padre gracias a la gestión que realizó en Madrid ante el ministro de Vivienda. "No quiero morirme", me decía el día que la conocí, "sin darle las gracias a Utrera Molina". Fue esa frase la que me permitió conocer por teléfono al político malagueño que en abril cumplirá 90 años y visitarlo en su casa de Nerja. 


Tiene razón Manuel Alcántara, decano de los columnistas, amigo de Garci, Aldecoa y Neruda, letrista de Mayte Martín, cuando en el prólogo del libro del ex ministro Sin cambiar de banderaescribe: "¡Cómo tendrían que revisar sus opiniones sobre ese hombre si algunos de los que hablan de Utrera Molina conocieran a Pepe Utrera!".




29 de febrero de 2016

Nunca podrán quitarte la honra

Querido papá:

Me dicen esta mañana que la Diputación de Sevilla ha decidido con el voto a favor de los partidos de izquierda y la abstención cobarde del Partido popular, retirarte los honores que esa misma institución te concedió allá por el año 1979, por los servicios prestados a esa tierra que está en lo más profundo de tu corazón.

Dicen que te retiran los honores como si pudieran hacerlo, como si en esa institución quedase una brizna de honra que poder administrar. No hay honra alguna en el odio de quienes pretenden insultarte sin conocerte. Y menos aún en la cobarde y vergonzosa abstención del Partido popular. Porque esa abstención no es sino un lavado de manos propio de aquél gobernador de Judea, cuyas iniciales coinciden con las del partido que fundó Manuel Fraga.

Se contaron por miles las viviendas nuevas que entregaste a los más humildes. Creaste barriadas nuevas, pasaste noches a la intemperie junto a familias sin techo tras las inundaciones del Tamarguillo hasta conseguirles un alojamiento digno, peleaste para recuperar empresas hundidas y conservar los puestos de trabajo. Te entregaste en cuerpo y alma a los sevillanos, sobre todo a los más humildes, le robaste horas a la noche, a tu salud y a tu familia para estar disponible siempre a una Sevilla que, como sigues diciendo, es el paisaje que mejor te sonríe. 

No estés triste. Allí en Sevilla hay mucha gente que te quiere. Ya te lo escribió De Prada hace unos pocos años cuando otra diputación, la de tu Málaga natal decidió otro tanto de lo mismo: “Las mezquindades de los miserables no logran sino aquilatar el honor de los hombres buenos».

Jamás el odio podrá borrar la huella de tu generosa entrega. Los que carecen de honor jamás podrán quitarte la honra. Porque tu honor y tu amor siempre han sido y será mucho más fuerte que el odio mezquino de unos y la vergonzosa cobardía de otros.

Un beso fuerte, papá, de tu hijo sevillano, que te quiere, admira y siempre llevará con orgullo tu apellido.

Luis Felipe Utrera-Molina Gómez

24 de febrero de 2016

Hora expiatoria

Para los que afirman que la Historia no se repite, aquí una muestra de cómo la derecha acaba rindiéndose al compromiso utilitario dejando que la izquierda se dedique a hacer política. 

80 años después, asistimos a los mismos errores de ayer.

«Nos llamaban ingenuos, locos o ignorantes, y ellos eran los listos. Ahora se ve quién ha acertado.
El eje de nuestra previsión y de nuestra crítica procedía del razonamiento siguiente: "Cuando las cosas fracasan por dentro acaban fracasando por fuera". La derecha se apoyaba con aparente éxito en cosas exteriores: dinero, propaganda, masa numérica, grandes diarios, etc., etc. En ella todo acusa un mundo interior, un mundo moral íntimamente fracasado. Se ha ido desprendiendo de todas sus raíces patrióticas y religiosas para ponerse al servicio de intereses materiales y subalternos. En ninguna zona de derechas aparece un clamor auténtico por la patria, el pan y la justicia. Los supremos valores espirituales se convierten en verbalismos, en banderines de enganche electoral, en pabellones para cubrir las mercancías. Sólo les une el miedo y el egoísmo. Están ya derrotados en el fondo de sus almas. Perderán. Las derechas se habían convertido en una enorme falsificación, mientras las izquierdas, con todos sus yerros y pecados, eran auténticas, creían en lo que decían, ponían pasión en aquello que decían defender.
La Falange fue la tremenda piedra de toque, la terrible piedra de parangón para desenmascarar la verdadera conciencia de las derechas españolas.»

Rafael Sánchez Mazas
"Arriba" nº 33, 23 de febrero de 1936

18 de febrero de 2016

Líbranos del mal

La última blasfemia institucionalizada de hace unos días en Barcelona ha puesto de manifiesto, una vez más, la confusión de los cristianos ante el mal.  Junto a loables reacciones de firmeza en forma de querella criminal, fluyen por las redes sociales mensajes melifluos en los que, ante los ataques y manifestaciones del odium fidei se “pide” respeto para nuestra religión y nuestras creencias. Lo más insólito es que el destinatario de ese mensaje es precisamente el mal, que sonríe complaciente.

Y al mal no se le pide, se le combate. Con firmeza. Con la misma que se usa contra aquellos miembros de la Iglesia cuyas conductas, guiadas por el mal, nos hieren y escandalizan. Jesucristo no rogaba a Satanás, le ordenaba y María aplasta a la serpiente. Los cristianos pedimos a Dios en el padrenuestro que nos libre del mal porque somos conscientes de que necesitamos de Su fuerza y de su espíritu para combatirlo.

Como decía el papa Francisco en su homilía de Santa Marta, el mal crece, se contagia y finalmente se justifica. El mal no dialoga, ni transige. Al mal se le combate con firmeza y con la ayuda de Dios. Como cristianos estamos obligados a dar testimonio, a salir de nuestros complejos y a perder el miedo a proclamar públicamente nuestra fe. El buenismo -que no es sino otra impregnación del mal en nuestra sociedad- confunde firmeza con violencia, para tachar de intolerante a quien defiende con convicción sus principios.

A Dios rogando y con el mazo dando. A Dios no le pedimos que el mal nos respete, sino que nos libre de él.  Con la misma firmeza con la que combatimos el mal cuando está dentro de la Iglesia debemos combatir el mal que nos ataca con el propósito de que poco a poco nos retiremos a los cuarteles de invierno, para eliminar la presencia de Dios en nuestra sociedad.  Actitudes como la del obispo Osoro respecto al asalto a la capilla de la Complutense no ayudan en absoluto, Yo también tuve 19 años y no me dedicaba a asaltar capillas. Orgullo y compromiso, firmeza y alegría. Ahora más que nunca estamos llamados los cristianos a dar testimonio de nuestra fe. Si nos callamos, si nos acobardamos, si negociamos con el mal, habremos perdido la batalla y no seremos dignos de la coda del padrenuestro: y líbranos del mal.

LFU
    


16 de febrero de 2016

¡Qué sabe nadie!

Hasta los más conspicuos informadores andan a tientas lanzándose a la piscina del pronóstico político sin saber si hay agua debajo. En realidad, el único que sabe lo que quiere es Pablo Iglesias y no estoy seguro de que lo sepa del todo. Él tiene la llave del gobierno o de las próximas elecciones, pero no creo que confíe demasiado en la cohesión interna de sus 69 diputados, ni en la de sus grupúsculos de cara a unas nuevas elecciones.

Tampoco Pedro Sánchez. Ni sabe lo que quiere, ni sabe si puede. No sabe si los suyos le van a dejar y tampoco que, si le dejan, quiera ser un Presidente monigote en manos de un tahúr bolivariano.

Lo de Mariano es otra cosa. Alguien mece la cuna de su despedida y cada vez que saca el gaznate le explotan varias portadas con casos de corrupción o dimisiones envenenadas. Su dilema no es gobernar, sino cuando irse con un mínimo decoro. Tan sólo un postrero gesto de altruismo puede salvarle la cara y a su partido de unas elecciones que se presentan demoledoras, ahuyentando el fantasma bolivariano y posibilitando el entendimiento del centro izquierda. Tan sólo aquí podría poner alguna condición, pero su futuro político es, quizás, lo único que se ve con nitidez.

Rivera está jugando bien sus cartas, con un estudiado silencio-radio a la espera de aparecer como salvador de la patria.

Pero el único que sabe lo que va a pasar es Dios nuestro Señor, al cual encomiendo mi Patria cada mañana. Lo que suceda es un misterio que intentaremos descifrar con ayuda de la gracia.


LFU   

5 de febrero de 2016

Alférez Provisional. Por Agustín de Foxá

AL ALFÉREZ PROVISIONAL

Aún con tu infancia prendida
En la sangre; aún colegial
De encerado y novia, y ya eres
Alférez Provisional…

En el parque del Oeste
El banco con la inicial
De ella grabada a navaja.
Vacación de pino y mar
Exámenes de septiembre,
Aulas de universidad,
Y tu alegría de mayo
Por la calle de Alcalá.

Aún conservan los juguetes
De tu infancia en el desván.
La bicicleta que usaste
A tu hermano servirá

Que ya va a calzar espuelas
El pie que empujó el pedal.
Unos pantalones largos
Sólo has podido estrenar.

Sólo una vez has besado
Y aún no sabes qué es amar;
Aún no has probado la vida
Y ya la vas a entregar

Te está embriagando tu sangre
Y la vas a derramar,
Como un vino que no aprecias
Por el prado y el trigal.

En cada casa habrá un sitio
Y una sombra en cada hogar.
La caja de los recuerdos
Con tu estrella de metal.

Vuestra juventud inmóvil
Y nunca envejecerá.
(En los ojos de tu madre

Serás niño hasta el final.)

Por Agustín de FOXÁ


Gracias a La Gaceta recuperamos hoy estos espléndidos versos de Foxá, como desgravio y homenaje a los miles de jóvenes españoles que ofrecieron su vida por una España mejor luciendo en su pecho una estrella dorada sobre fondo negro. Podrán retirar monumentos y borrar las calles, pero jamás borrarán su recuerdo y ejemplo de hombres tempranos de una pieza.

LFU 

3 de febrero de 2016

¿Qué es más fuerte, su amor o tu odio?

NOTA: A veces la realidad te estropea un artículo. O no. Al final han rectificado, pero ha sido por el clamor que ha provocado su villanía.  


Todo un símbolo.  El primer zarpazo del odio sectario de la comunista Manuela ha derribado con nocturnidad y alevosía y sin el menor asomo de legalidad, una lápida que recordaba en los muros del Cementerio de Carabanchel Bajo el martirio de ocho jovencísimos carmelitas calzados fusilados en aquél lugar el 18 de agosto de 1936 y beatificados en Tarragona el 13 de octubre de 2013: José Sánchez Rodríguez, de 18 años (fray Ángel María); Nicomedes Andrés Vecilla (fray Bartolomé Fanti María), Ángel Reguillón Lobato (fray Ángel María, los tres naturales de Pajares de la Lampreana, Zamora), fray Francisco María Pérez y Pérez (de Ros, Burgos), de 19 años; fray Adalberto María Vicente Muñoz (de Cuéllar, Segovia), fray Silvano María Villanueva González (de Huérmeces, Burgos) y fray Aurelio María García Antón, de 20 años; más fray Daniel María García Antón, de 22 (estos dos hermanos y de de Navacepeda de Tormes, Ávila).

Todos ellos se despidieron cantando una Salve y abrazaron la palma del martirio perdonando y bendiciendo a sus verdugos en un postrero gesto de amor, que no era sino el signo supremo del triunfo final de unas vidas jóvenes consagradas a Dios y a los más necesitados.  Ocho décadas después, el odio se toma la revancha amparándose  en una legalidad tan inicua y vergonzante como aquella con la que disfrazaban aquellos verdugos, sus checas y sus comités de orden público sus crueles vejaciones y horrendos crímenes. Una ley alentada por el odio de unos y mantenida por la cobardía de otros, sigue amparando desmanes como éste ante la complacencia de muchos, el silencio cobarde de otros y la impotencia de unos pocos.

¿Qué es más fuerte, Manuela, su amor o tu odio? Tu odio tan sólo busca borrar las huellas terrenales del crimen abyecto de un régimen de terror que jamás podrá olvidarse, es un odio estéril que tan sólo busca esconder la verdad bajo un manto de silencio. Un odio que persigue falsear nuestra historia común reescribiéndola bajo el dictado sectario de quienes carecen de la suficiente humildad para reconocer los errores de sus mayores.  Su amor, sin embargo, es señal de salvación, de entrega y de libertad. De una salvación que también te busca a ti, porque aunque tú no quieras, Cristo y aquellos 8 carmelitas y los otros 7.000 religiosos masacrados por el odio a la fe murieron también por ti. Su amor, Manuela, aunque quites las placas, aunque ordenases borrar todo su recuerdo, es un ejemplar monumento del que todo español de bien debiera sentirse orgulloso.

Has demostrado una vez más tu pequeñez y la de quienes han alentado y consentido, por acción u omisión esta iniquidad. Y lo has hecho recordándonos a todos el sacrificio injusto de unas vidas que apelan a la conciencia de toda una nación que no quiso morir entonces y no está dispuesta a sufrir de nuevo bajo el yugo de quienes tanto miedo tienen a la verdad y a la libertad.

Pero no te daré el gusto de una victoria. No estoy dispuestoa regalarte mi odio, pero tampoco mi indiferencia. Como español, alzo mi voz para denunciar vuestra mezquindad y pedir a quien pueda escucharlo que no dejen ni un solo día de recordar a sus hijos, a sus amigos, a sus hermanos, la limpia lección de amor y de hombría que tratan de borrar de nuestras calles. Como cristiano, te encomiendo a esos ocho carmelitas, para que su bendita sangre derramada sirva para abrirte los ojos antes de que sea demasiado tarde.

Si ellos perdonaron a sus verdugos, yo también te perdono. Pero mientras Dios me dé vida, no dejaré de luchar con mi pluma,  con mi palabra y con mi ejemplo para que el odio, la mentira y la cobardía no se apoderen de nuevo del alma dolorida de España.


Luis Felipe Utrera-Molina Gómez

28 de enero de 2016

El mito de Tierno Galván

Leo esta mañana que el Ayuntamiento de Madrid, con el entusiasmo unánime de todos los grupos políticos (incluido el mayoritario, es decir, el Pp) va a erigir una estatua a quien fuera alcalde de la Villa y Corte, D. Enrique Tierno Galván, nada menos que en la Plaza de la Cibeles.

Gracias a mis amigos José Miguel Serrano, David Arias y otros gomezdavilianos, he descubierto a la figura de D. Nicolás cuyos aforismos y sentencias abarcan todo lo humano y lo divino. Escribía el célebre colombiano que "La prensa de izquierda le fabrica a la izquierda los grandes hombres que la naturaleza y la historia no le fabrican".

El caso de Tierno Galván es quizás uno de los mitos más falaces de la izquierda que sólo el tiempo y la desmemoria ha conseguido calar hasta en la derecha liberal. Pretender que Tierno fue un luchador antifranquista cuando durante los años 40 y 50 fue uno de los colaboradores más asiduos del Instituto de Estudios Políticos –el verdadero think tank del régimen-, ganando una oposición a la cátedra de Derecho Político de la Universidad de Murcia en 1948, es de aurora boreal. O el régimen era muy permisivo, o Tierno no era ningún maquis. Cierto es que, ya en las postrimerías del régimen (años 60), Tierno se pasó al socialismo y fue represaliado por apoyar las protestas universitarias contra el régimen.  Es decir, fue un tardío opositor al franquismo que previamente había colaborado con el régimen.

Pero quizás la mentira más gorda sea la de que ha sido “el mejor alcalde de Madrid”. En primer lugar se olvida que Tierno accedió a la alcaldía gracias a un pacto de perdedores con el PCE para arrebatar el consistorio a José Luis Álvarez, vencedor de las elecciones municipales de 1979. Tampoco fue el alcalde más votado, pues ese honor le corresponde por el momento a José María Álvarez del Manzano.

Lo cierto es que, aparte de sus chascarrillos y su imagen amable de viejo profesor, salvo el desmontaje del scalestrix de Atocha y los efímeros patos de los Manzanares, no hizo absolutamente nada por transformar una ciudad, que en ese tiempo batía records de suciedad e inseguridad y que estaba necesitada entonces de una urgente modernización. Por el contrario, fue grande el daño que hizo su contemporización con el mundo de la droga que tantos estragos causó en la juventud del Madrid de los 80. "Rockeros, colocaros y al loro".

A Tierno no se le recordará, sin embargo, por haberse negado a retirar el crucifijo de su despacho del Ayuntamiento. Hasta el final de su vida mantuvo la esperanza en regresar a la fe y todo parece indicar que murió en paz con Dios. Pero eso es algo que los promotores de la estatua prefieren ocultar.

Como siempre sucede en España, la izquierda fabrica sus mitos y la derecha se los acaba tragando con gusto.

LFU

20 de enero de 2016

El "antifranquismo" como amalgama.

Cada día parece más probable el entendimiento del PSOE de Pedro Sánchez con la extrema izquierda y los partidos nacionalistas-separatistas. Algunos ingenuos –entre los que en ocasiones me he contado- tratan de aplicar la medida de lo razonable para descartar dicho acuerdo, confundiendo sus deseos con la realidad.

Se cuenta en definitiva con el carácter supuestamente moderado del PSOE, su trayectoria institucional y, en definitiva, con una mayor coincidencia entre los planteamientos socialdemócratas que supuestamente defiende y la socialdemocracia liberal que en realidad representan tanto el PP como Ciudadanos.

Pero se olvida que el verdadero tumor que aqueja a nuestra democracia liberal y que posibilitará el acuerdo frentepopulista es, en realidad, el “antifranquismo”, verdadera amalgama que, aún en nuestros días sigue uniendo a todo el expectro político que va del PSOE hasta la CUP o Bildu. Sólo en clave antifranquista puede explicarse la alianza de la socialdemocracia con quienes plantean la centrifugación definitiva de la nación española y con quienes están en la órbita del populismo demagógico de algunos países hispanoamericanos.  

Los herederos de los perdedores de nuestra última contienda civil, los mismos que renegaron de Casado y de Besteiro por su moderación, ven de nuevo la posibilidad de imponerse a los que, en definitiva, lo quieran o no, provienen de la media España que se resignaba a morir hace 80 años. Olvidan que aquél Frente Popular que tanto añoran supuso la liquidación del PSOE por parte del PCE y que su reedición podría acabar definitivamente con el PSOE devorado por su “superyó” froidiano que constituye Podemos. Y no olvidemos que serán estos quienes, en función de su cálculo electoral decidirán o no la rapidez de la inevitable digestión 

Mientras la izquierda moderada no deje atrás el trasnochado espíritu guerracivilista que tantos réditos le ha proporcionado en estos últimos 40 años y presente un proyecto responsable de futuro para España, nuestra patria seguirá siendo terreno no abonado para pronósticos razonables.    


LFU   

8 de enero de 2016

La nueva "revolución cultural"

Produce desazón contemplar como de forma silente pero paulatina, el “matrix progre”, el “nuevo orden mundial” o como quiera llamarse eufemísticamente al neo estalinismo del siglo XXI, avanza sin apenas resistencia en su proyecto de ingeniería social de extirpar de raíz las tradiciones cristianas que constituyen la médula espinal de la civilización occidental.  Caído el muro de Berlín y colapsadas las “democracias populares” del bloque soviético, el viejo marxismo ha ido reconvirtiendo de forma inteligente su agit prop, fomentando pseudo-ideologías aparentemente inocuas que pretenden conseguir el mismo fin deshumanizador de la persona preconizado por el comunismo para construir y moldear a su antojo una sociedad pretendidamente igualitaria.

Así aparecen primero los movimientos “pacifistas” como ariete contra la OTAN y los movimientos “ecologistas”, en los que encuentra acomodo cualquier antisistema con camiseta del Ché Guevara. Más recientemente, movimientos políticamente correctos como el “multiculturalismo”, el “animalismo” y la “ideología de género” avanzan por la misma senda relativista con el objetivo último de destruir los valores y tradiciones más profundamente arraigadas en la civilización cristiana, que constituyen quizá el escollo más resistente a sus inicuos propósitos. El hombre sin raíces, despojado de toda tradición y ligazón con sus ancestros, con una memoria intervenida y sin valores arraigados es materia fácilmente maleable. Es la nueva “revolución cultural” de Mao en la Europa del Siglo XXI.

Hay que reconocerles tenacidad y astucia en su empeño que tiene en la molicie e indiferencia de la mayor parte de la sociedad su mejor aliado. Como hace poco escribía Ignacio Camacho en su columna de ABC, nada escapa al diseño preconcebido por los agentes de la policía del pensamiento único.  Primero se interviene sobre la memoria colectiva imponiendo una visión sectaria de la historia; se actúa sobre la educación para fabricar un hombre nuevo relativista y permeable, y se apropian de costumbres y tradiciones desnaturalizándolas hasta que pierden su arraigo. La última manifestación la hemos visto en la intervención canalla sobre la fiesta de los reyes magos, la más genuinamente cristiana, por lo que implica de manifestación pública del nacimiento de Dios, y al tiempo la más entrañablemente familiar, con lo que se aprovecha para batir dos de los objetivos favoritos del neo estalinismo: la Iglesia y la familia.

Decía Burke que para que el mal triunfe tan sólo hace falta que los buenos no hagan nada. Ha llegado el momento de decir basta y poner pie en pared ante el avance de una fuerza asfixiante negadora de la libertad y la dignidad del hombre. Nuestra generación se encuentra ante un reto histórico de primer orden ante el que no puede mirar para otro lado.  Si no somos capaces de defender lo que nos define como civilización, si no tenemos coraje suficiente para resistir ante el avance del vacío relativista, no merecemos otra cosa que nos tiren de los pies para justicia y escarmiento.

LFU


7 de enero de 2016

La fantasía intervenida. Por Ignacio Camacho








No perdonan ni la inocencia de los niños. El proyecto leninista es un designio totalitario de ingeniería social que pretende encajar todas las relaciones humanas en la uniformidad de un marco ideológico. En ese empeño no caben excepciones, y mucho menos las relativas a mitos simbólicos o sentimentales que puedan determinar espacios íntimos de libertad fuera del control del pensamiento hegemónico. Cómo iban los profetas del nuevo orden a soslayar en su propósito revisionista la fiesta de los Reyes Magos; una tradición secular sobre la que invadir con su pedagogía doctrinaria el blando, germinal territorio de la infancia.
Ese sentido implacable del dogmatismo no concede margen a la fantasía. Necesita operar sobre cualquier categoría emocional para colonizar todos los ámbitos de la conciencia. Plantar su huella en cualquier predio interior, reescribir todo relato, por nimio que sea, susceptible de albergar valores colectivos diferentes. Asaltar incluso los recónditos pliegues de la imaginación, modificar la sustancia etérea de los más inocentes espejismos. Implantar la cuota de ideología hasta en las candorosas liturgias de la niñez. Prohibir, y en su defecto reconducir, organizar o intervenir los sueños.
Por eso se han apresurado a manosear las Cabalgatas, que son la expresión escénica de una benévola superchería, de una dulce mentira destinada a preservar la expectativa ingenua de un mundo mágico. En su mentalidad sectaria, la ultraizquierda desconfía de la dimensión catártica de las quimeras y trata de permeabilizarlas de conceptualidad política: que nada escape al diseño preconcebido por los agentes de la policía del pensamiento. Que no haya otra felicidad viable que la que pueda controlar el poder ni otra utopía distinta a la de su plan igualitario. Que no existan siquiera embustes libres ni mentiras piadosas. Que la narrativa de la ilusión infantil se ajuste a la plantilla de aridez moral de la corrección adulta.
Se trata, en el fondo y también en la forma, de un mecanismo de intervención sobre la memoria. La fiesta de Reyes es un inmenso depósito de melancolía en el que los mayores rebuscamos las señas de identidad perdidas en el proceso de adaptación a las certezas de la vida. Eso es lo que ofrecemos a los niños: la voluntad de hacer realidad por un día su mundo sin amarguras ni desengaños. Y ahí es donde se han metido las nuevas autoridades locales con su pesadez doctrinal y su rígido tostón regulador: en la reserva memorial de una tradición, en el bucle sagrado de las leyendas. Colocando sus sucias manos doctrinarias sobre esas ficticias coronas cuyo oropel deslumbra la esperanza infantil. Dando la matraca sectaria para impedir que al menos durante una noche la vida quede blindada contra sus propias imperfecciones y parezca, sólo parezca, hecha de la materia invisible de los deseos.
Ignacio Camacho
Nota de Arriba: Reproducimos este artículo por su extraordinaria claridad y calidad ante unos hechos que, por su gravedad y carga de profundidad, deben preocuparnos a todos ya que todo esto no es una improvisación sino que obedece a una estrategia largamente pensada por la izquierda más totalitaria disfrazada de socialdemocracia.