"Mi sueño es el de la patria, el pan y la justicia para todos los españoles, pero especialmente para los que no pueden congraciarse con la patria, porque carecen de pan y de justicia.". JOSÉ ANTONIO

1 de abril de 2009

En la muerte de Manuel Cantarero del Castillo


Reproduzco a continuación la necrológica que ayer publicaba el Diario Sur de Málaga, firmada por José Utrera Molina:

"Era mi amigo. También fue mi camarada desde mi más tierna edad, aunque nuestras vidas en ocasiones, discurrieran por vericuetos distintos. Nos conocimos en el colegio de Dña. Ángela, los dos teníamos siete años, habíamos nacido los dos en abril y teníamos por tanto la misma edad. Desde entonces, he tenido con él una profunda y entrañable amistad. Era un tipo irrepetible, un portento de imaginación, un hombre atrevido y audaz pero fundamentalmente una persona buena. Podría relatar muchas anécdotas que me vinculan a él pero me voy a referir a lo más importante. Ambos fuimos Jefes de Centuria, yo mandé la denominada Santa María y Cardenal Cisneros. Él, la que se denominaba Juan de la Cosa, muy entrañada en temas marineros y a su frente recorrió las tierras de Andalucía en una singladura inolvidable. Después anduvo por otros terrenos, pero puedo asegurar que su corazón, su noble corazón jamás dejó de ser falangista. Intentó a través de aquella agrupación denominada Reforma Social Española, extraer las raíces de nuestra doctrina y ponerlas al día. Fue un empeño tan audaz como baldío.

Con el tiempo y adscrito ya al Partido Popular fue diputado europeo. Allí me consta que desarrolló una gran labor, pero al final tropezó con el menosprecio injusto del Sr. Fraga que liquidó sus posibilidades de haber desarrollado allí una tarea que no dudo hubiese sido positiva. Me consta que fue para él un golpe mortal del cual no se recuperaría nunca.

Repito que Manuel Cantarero era una personalidad muy singular. Cuando conoció a su mujer, Hortensia, estaba yo próximo a él y recuerdo que se dirigió a ella y le dijo: “Me parece que me voy a enamorar de ti” y así fue. Durante más de 50 años estuvieron amorosamente unidos. Hortensia le ha cuidado heroicamente durante cerca de nueve años, sin un desmayo, sin una claudicación, sin una queja. Yo asistí a sus bodas de oro cuando ya empezaba su mente a estar lamentablemente demenciada.

Cantarero amó a su patria chica con delirio y con apasionamiento. Fue un malagueño integral. Nosotros convivimos en el Instituto de Málaga y él siempre recordaba los claustros de la Calle Gaona que permanecían todavía metidos en su corazón. Amaba el mar y por ello fue consecuente convirtiéndose en marino mercante. Tenía un sentido poético de la vida y era en definitiva un idealista nato. En ocasiones tuvimos alguna divergencia pero siempre nos unía el amor a las cosas esenciales y yo admiré siempre la firmeza de su talante y la dignidad de sus equivocaciones.

Ya no está con nosotros, a muchos su nombre apenas si le dirá nada, a otros nos habla de un tiempo común, de una comunión irrevocable, de unas esperanzas compartidas, de unas ilusiones insatisfechas, de un edén soñado. Estoy seguro que estará gozando de los aires de los valles tranquilos. Allí le habrá acogido Dios con su infinita misericordia y golpeará su hombro, empujándole para que no deserte de lo que fue su ocupación habitual, la contemplación de las estrellas."


JOSE UTRERA MOLINA

3 comentarios:

Abu Saif al-Andalusi dijo...

"...la dignidad de sus equivocaciones". Brillante.
Manuel Cantarero del Castillo. ¡Presente!
Descanse en paz.
Gracias por compartirlo.
Abu

LFU dijo...

En efecto, teniendo en cuenta que algunos obituarios como el de El País y otros lo presentan como una especie de socialdemócrata procedente del régimen, alguien -y mucho mejor un amigo de los de verdad- debía recordar lo que siempre fue. En el cielo no te exigen el pedigree de "demócrata de toda la vida"

calero dijo...

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lunes 6 de abril de 2009
Cantarero, aquella esperanza

Allá en los años sesenta los falangistas ya intuíamos la difícil continuidad de nuetra ideología, injusta pero inevitablemente unida a losperdedores de la II Guerra Mundial. También sabíamos -y sabemos- que es una doctrina profundaente social, cristiana pero no beata, patriota pero no zarzuelesca, justa pero no "benéfica". Y Cantarero, procedente del mar y de su amada Málaga vino a lapuijante Agrupación de Antguos Miembros del Frente de Juventudes para enseñarnos sus "Nuevas Ideas", un hermoso libro de reconciliación y de futuro. Después, con las Asociaciones Políticas, fundó eforma Social Española , que se forjó con vocación de aglutinar a los nuevos falangistas, cn los socialdemócratas que protegía el socialismo aleman de Willy Brand. Su opción estuvo disoutando el imprescindible apoyo alemán al socialismode Felipe González...que finalmente obtuvo la protección teutona, con los resultados por todos conocidos .Después las deudas electorales, la tristeza y la deserciones le obligaron a pactar con la derecha, donde, pese a todo, realizó una encomiable labor europea.
ASyer releía otro de sus libros : "Falange y Socialismo", con la misma emoción de entonces, con la misma frustrada eperanza, con el mismo cariño.
Manuelo Cantarro ¡Presente!