
Si España fuera, en verdad, un Estado de Derecho en el que el gobierno estuviera sometido al imperio de la ley, no me preocuparían las delirantes declaraciones del Ministro Jáuregui sobre el proyecto del gobierno de exhumar los restos del Generalísimo Franco. Pero como Zapatero ha demostrado durante estos años de infamia que el Estado de derecho sólo existe cuando le interesa, me preocupo y mucho.
Jáuregui sabe perfectamente que de acuerdo con la ley necesita (i) la autorización de la familia, sin cuya concurrencia no es posible realizar la exhumación y traslado del cadáver de Francisco Franco (ii) la autorización de la Comunidad de Madrid, que tiene delegadas las competencias en materia de exhumación y traslado de cadáveres y (iii) la autorización del Abad Mitrado del Valle de los Caídos, sin cuya autorización no puede realizarse actuación alguna dentro de la Basílica Pontificia. Además, debe revocar y dejar sin efecto alguno la decisión real de enterrar al Caudillo en la Basílica del Valle de los Caídos con la que ilustro esta entrada.
Aún así, y anticipándose a las conclusiones de la Comisión de la Infamia designada ad hoc para adornar la profanación, es capaz de mentir abiertamente afirmando (i) que ha mantenido contactos con la familia Franco, lo cual me consta, por referencia directa que es falso y (ii) que el Gobierno puede prescindir de la autorización de la familia para ordenar la exhumación de los restos de Franco.
Si partimos de que la familia no va a conceder la autorizacíón, no es aventurado concluir que el Gobierno se propone, no sólo infringir el procedimiento administrativo legalmente establecido sino cometer un delito de profanación regulado en el artículo 523 del Código Penal.
Desde aquí aviso que no lo va a tener facil. Yo y muchos otros vamos a plantarle cara a éste gobierno cobarde, sectario y despótico. Ya lo hicimos cuando cerró de la noche a la mañana la verja del Valle para prohibirnos oir misa y ganamos. Volveremos a hacerlo, cueste lo que cueste, al menos para que nuestros hijos y nuestros padres no puedan decirnos que no hicimos lo posible para evitar una nueva infamia del más nefasto gobernante que ha padecido España.
LFU