"Mi sueño es el de la patria, el pan y la justicia para todos los españoles, pero especialmente para los que no pueden congraciarse con la patria, porque carecen de pan y de justicia.". JOSÉ ANTONIO

8 de mayo de 2009

Rajoy debe dejar paso

Las últimas encuestas de opinión, incluida la que ayer dio a conocer el CIS son un aviso para navegantes que el Partido Popular no debería despreciar.

Con una situación de crisis económica sin precedentes, acompañada de un vertiginoso ritmo de destrucción de empleo, el hecho de que los embarcados en la nave gobernada por el infame sigan confiando de forma mayoritaria en él, tras los clamorosos engaños, los fallidos pronósticos y las dosis gratuitas de optimismo irresponsable, debe hacernos reflexionar a todos.

Es evidente que formamos parte de una sociedad absolutamente permeable a la propaganda, que la izquierda sigue manejando a su antojo como nadie, merced a su presencia mayoritaria en los medios de comunicación de masas.

Está calando entre amplias capas de la sociedad –curiosamente entre los más desfavorecidos con la crisis- el mensaje adormidera del gobierno de Zapatero haciendo creer que ya estamos saliendo, que lo peor ya ha pasado, que la crisis no es más que un estado de opinión y que ZP vela por los intereses de los más desfavorecidos.

Por el contrario, el partido popular parece incapaz de deshacerse del sambenito de partido anclado en el pesimismo, la crítica estéril y el catastrofismo, sin que llegue a la sociedad ningún soplo de esperanza en una forma alternativa y mejor de gobernar.

Tener los pies en la tierra, con una larga hipoteca de por medio y mis hijas por criar, me hace desear, a pesar de la insoportable alergia que me produce el partido popular, que salga del letargo en el que está sumido desde 2004 y consiga desalojar de una vez al infame y a sus mariachis, todo ello por evitar mayores males a nuestra patria. Es pues, la hora de un cambio de timón en el principal partido de la oposición. La imagen desgastada y añeja de un Rajoy dos veces derrotado –al margen de espejismos muy explicables como el de Galicia- se ha demostrado incapaz de generar confianza e ilusión, dos elementos clave para ganar unas elecciones. Y no es presentable que hoy estemos hablando de un empate técnico.

No entiendo otra forma de hacer política que se aparte del servicio a la Nación. Esta razón debería bastar para que un hombre honesto como Rajoy, en un gesto postrero de grandeza y generosidad, sepa manejar los tiempos y dar paso, con el tiempo suficiente, a quienes estén mejor situados para convocar a una nueva ilusión nacional que nos libre de una vez por todas de la maldición que padecemos por el despropósito permanente del peor gobierno de la historia de España.

LFU

7 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Tu cuñado el amigo de Prisa y de los artistas progres es la nueva cara que necesita el PP? Eso es lo que me parece que postulas, y me parece incongruente, ya que dejando todo a parte me parece que estáis en las antípodas. Es como Maru Menéndez y sus hermanos, supongo que se llevarán bien, pero no creo que hablen de política en las comidas familiares.

LFU dijo...

Ya que entras en ese tema, anónimo, te diré que, en mi opinión, la persona a la que te refieres -a mi modo de ver con calificativos escasamente originales y sin duda injustos- es quien mejor podría hacerle sombra a ZP y el mejor situado en los índices de popularidad para ello. Negar dicha evidencia es estar fuera de la realidad de la sociedad española, independientemente de que te guste más o menos. Por otro lado, no creo que PRISA haya tenido mejores amigos que Aznar y Rato, quienes en lugar de alentar un grupo mediático que se opusiese al imperio de Prisa, entregaron el cuasimonopolio de la tv digital a Sogecable.

En cualquier caso, y sin negar que me separan diferencias ideológicas evidentes, me une a él un inmenso amor a España y una profunda alergia a los sectarismos de cualquier clase. No sé lo que hará la familia Menendez, ni la tuya, pero por lo que a mi respecta jamás he tenido ningún problema en hablar con todos mis familiares de política, de toros o de futbol, sin que una eventual y necesaria discrepancia y contraste de criterios pueda empañar uno de los tesoros de los que me siento más orgulloso: la armonía y la unión de una familia en la que sobra generosidad por todas partes.

No soy del Pp y sé que de ahí no saldrá la España con la que sueño, pero también sé que hay una prioridad que no puede esperar, que es mandar a su casa al infame que padecemos.Cuanto más tarde se haga, más daño hará a España y a los españoles.

Luis G dijo...

Te agradezco mucho tu contestación y no te niego la mayor, que cuando Aznar, Rato estaban en el poder perpetuaron a Prisa y Sogecable, creyeron que con lisonjas y cariños les iba a devolver lo mismo, y recibieron palos, por que con traidores como ellos poco se puede hablar. Y el señor Ruiz Gallardón lleva muchos años coqueteando con unos de los mayores culpables de la degradación de España, que unos sean malos no quitan que otros no lo sean.

Como ciudadano madrileño, creo que Ruiz Gallardón no es mal gestor, y desde luego es buen político, creo que la obra de la M30 sin ser innecesaria es un gran lastre para nuestras cuentas pero que ha dado un carácter más moderno a nuestra ciudad no lo niego.

Lo que no comparte que sea el líder adecuado del Partido Popular, gran político pero ideológicamente no es mi líder, cuando es el más valorado del PP por los votantes socialistas ya me indica suficiente. Igual que acudir al homenaje del Sr. Polanco, el mismo que meses antes de su muerte acuso al partido que milito de golpista y guerracivilista.

Creo que Rajoy no es el camino, que con la tremenda crisis debería sacarle 10 puntos pero igual que hará Zapatero se aferraran al puesto para no irse.

Y lo de la familia, es simplemente con las grandes diferencias ideológicas que ustedes tienen por supuesto que pueden discutir, como lo estoy haciendo yo con usted y me congratulo de ello (en estos momentos hasta te miran mal con mala cara en el metro si llevas un periódico que desagrade a otro) si no que ideológicamente tienen que estar muy muy separados y que creo que en el Partido Popular, aunque no sea su partido, hay gente que tiene planteamientos no tan cercanos a la pijiprogresía con la que intima muy de vez en cuando (vease Concejalía de Cultura) Don Alberto Ruiz-Gallardón.

Muchas gracias y espero poder continuar con usted estos debates, desde la confrontación de ideas, muchas diferentes y otras coincidentes.

Luis

LFU dijo...

Estimado Luis (celebro que salgas del anonimato): Nunca he rehusado en estas páginas un debate, siempre que éste se mantenga dentro de los límites del respeto y la buena educación.

No pertenezco al Pp y no tengo voz ni voto para la designación de un candidato. Sólo de forma ocasional y por mera generosidad le he prestado el voto, consciente de que no saldría de ahí la España con la que sueño, pero con la esperanza puesta en una España algo mejor.

Con la familia se está -en legionario- con razón o sin ella, por lo que no se me puede pedir objetividad en el debate que suscitas. Sin embargo, creo que el Pp debería dejar de mirarse al ombligo y no dejar pasar la oportundad que se le presenta. ¿Con quien. Con el que mejor situado esté en las encuestas. Con el que pueda presentar una imagen de eficacia y seriedad en la gestión y pueda sumar votos en Andalucía y en Cataluña, que es donde se ganan o se pierden las elecciones. Creo sinceramente que un debate de ZP con el centro de tu crítica sería capaz de cabiar tu perspectiva. El tiempo lo dirá.

Hoy por hoy, creo sinceramente que no es Rajoy la persona indicada para ganar unas elecciones, sino pàra empatarlas o ganarlas por la mínima, lo que sería un absoluto fracaso. Pero en política una semana es un siglo y con unas elecciones a la vista todo puede cambiar.

Un abrazo

Anónimo dijo...

Parece inexplicable la perseverancia de los votantes de ZP, esto no hay quien lo entienda.
Pero no menos dramático es la falta de ilusión y esperanza, de confianza en el futuro, que transmiten desde el PP. Si los unos mienten, perjudican, y arruinan, los otros deprimen. Y eso en el mejor de los casos.
Quiza el desahuciado prefiera escuchar una mentira piadosa, pero al fin optimista, que el sabio diagnóstico que sin faltar una coma a la verdad le anticipa un sinfin de males y un final fatal.
La clase política no goza de credibilidad, pero todos estamos deseosos de hacer un esfuerzo por creer en sus planes, siempre que nos ofrezcan una oportunidad en un futuro mejor.
Tampoco los votantes del Pp queremos ofertas salpicadas de "progresía" inaceptable para lograr un puñado de votos. Se pueden defender los Valores sin ser tremendistas, grises, penosos y trasnochados. Es más, los Valores irrenunciables se deben defender con frescura, optimismo y firmeza en la confianza de que sin ellos no hay proyecto, ni futuro que pueda ofrecernos un mañana mejor.
Que alguno se anime y en una de estas nos animamos los demás.
Por cierto, sobre todo cuidemos la familia que como dice el refran, con la familia y con el sol con razón y sin razón.

Dal dijo...

Lo mejor para España, en mi opinión, es que el PP colapse. Sólo entonces habrá lugar para que gente sin complejos le cante las cuarenta al mentecato que nos gobierna, sin tener que estar cohibido y como pidiendo perdón a cada instante.

Darle otra oportunidad, la enésima, a unos señores que no saben lo que creen, que son un paradigma del relativismo y que en lo moral y en los principios para nosotros no negociables son como los de enfrente, es tratar de curar el cáncer con mercromina.

LFU, te veo aggiornándote.

LFU dijo...

Todo esto está muy bien, DAL, pero desde que se colapse el PP hasta que haya algún partido que pueda hacerle sombra al PSOE, pueden pasar muchos lustros, condenando a nuestros hijos a vivir el resto de su vida gobernados por descerebrados sin valores.

Yo no soy tan iluso de pretender curar el cáncer, ya que éste está precisamente en la Constitución y requeriría medidas quirúrgicas que ningún partido del stablishment afrontará.

El sistema es lo que falla y por su misma base. Es el fruto podrido del consenso de la transición. Pero mientras vivamos en él, prefiero que el poder lo detenten los que menos daño hacen a España y a los españoles.

No es aggiornamiento (jamás me adaptaré ni encontraré cómodo con esta derecha uperisada y complejada)sino sentido cómún y mero instinto de supervivencia.